Historia de Venezuela, Tomo I. Aguado Pedro de

Historia de Venezuela, Tomo I - Aguado Pedro de


Скачать книгу
para Santo Domingo, y Antonio de Chaves prosiguio su viaje con su gente, derecho a la laguna de Maracaybo, donde ya estaba vn capitan llamado Martinez, que con el nabio que Miçer Ambrosio metio en esta laguna, y la canoa grande de quien abemos hecho mençion, y otros barcos sustentaba y proveya de comidas la gente que Miçer Ambrosio abia dexado en su aloxamiento o rrancheria, que ya a esta sazon tenian titulo de pueblo, y por tal se sustentaban alli, avnque trabajosamente; y este Martinez corria toda la laguna hasta la culata, con obra de sesenta honbres que consigo tenia, y proveya, como he dicho, de mantenimientos a la gente del pueblo o rrancheria, y el se aprovechaba de algun oro que rrancheaba o tomaba y de algunas pieças de yndios e yndias que hazian esclavos. A este dio abiso de sus desinios Fedreman, antes que se fuese a Santo Domingo, mandandole que tubiese prebenido de comida aquel pueblo y alojamiento de Maracaybo, para quando su gente llegase, y el estubiese a punto con sus nabios y canoas para pasallos a todos de la otra parte de la laguna; y a esta cavsa pasaron mucho mas trabaxo en esta sazon los soldados que con Martinez estaban, por aber de prevenir y proveer de tanta comida como para tanta gente era menester.

      Llego el alcalde mayor, Chabes, a la laguna con la gente que a cargo llevaba y hallo el pasaje puesto a punto y en pocos dias se hallaron de la otra banda alojados en el pueblo de Maracaybo, donde se entretubieron algunos dias, considerando la tardanza que el teniente Fedreman abia de hazer en Santo Domingo, lo qual le fue cavsa de gran calamidad y trabajo, porque como esta laguna y las provinçias comarcanas al pueblo abia tantos años que sustentaban la gente que por alli andaba, y abia sustentado la conpañia y gente de Miçer Ambrosio mucho tiempo, como se a visto, ya no tenian ni hallavan mantenimientos ni vituallas en tanta abundançia como de antes, y como en esta sazon cargo tanta gente de golpe, faltaron tanbien de golpe los mantenimientos, y asi la hanbre les fue causa de muchas enfermedades de que murio mucha gente; y por otra parte los tigeres que en esta provinçia abia, andaban tan encarniçados y cebados que hizieron muy grandes daños en los yndios que estos españoles tenian en su serviçio, y en los propios españoles.

      Viendo el alcalde mayor, Chabes, y los demas capitanes que con el venian la mortandad y destruycion que en la gente abia sobrevenido, determinaron salirse deste pueblo, y dividiendo la gente en tres partes y encargandose della tres capitanes, salieron por diferentes caminos para que mejor se pudiesen sustentar, mas con horden y conçierto de que, para çierto tienpo, se hallasen juntos en el cabo de la Vela para rreçebir a Nicolas Fedreman, que se entendia que para aquel tiempo que señalaron abria ya llegado o llegaria de Santo Domingo.

      En este mismo tiempo, siendo governador en Santa Marta el oydor o dotor Infante por el Avdiençia de Santo Domingo, salieron de Santa Marta el capitan Rribera y vn capitan Mendez, por su mandado, en vn nabio con çinquenta de a pie y de a caballo, a hazer esclabos a la Rramada, que es çierta provinçia que esta hazia la parte del Cabo de la Vela y governaçion de Venenzuela, y llegados alli, y saltados en tierra, tomaron algunos yndios e yndias, e haziendolos esclavos, los enbarcaron en el navio y los enbiaron a Santo Domingo, y ellos se quedaron en aquella provinçia como gente venturera, procurando aver algun oro por fuerça o de grado entre los naturales de aquellas provinçias. Dende a poco tiempo murio el capitan Mendez y quedo el govierno de la gente en el capitan Rribera, el qual, por ympedimento de algunos rrios que con la fuerça del ynbierno trayan mucha agua, no abia podido bolverse por tierra a Santa Marta, avnque lo abia yntentado algunas vezes, y estando alojado en la provinçia o junto al rrio de Macomite, el qual por ser cavdaloso y venir muy creçido les abia ympedido la buelta y pasaje, enbio obra de veynte hombres a buscar comida hazia la parte de la laguna de Maracaybo, por donde la gente de Fedreman yva marchando, y de vna de las compañias de Fedreman, que no lexos deste lugar estaba alojada, avia a la propia saçon salido vna escuadra con veynte y cinco hombres a buscar tanbien comida hazia Macomite, donde el capitan Rribera estaba alojado, e yendo la escuadra de los de Fedreman, que se deçia Murçia, marchando por vn camino que no devia ser muy esconbrado ni muy derecho, oyo rruydo y estruendo que los soldados de Rribera yvan haziendo, y rreparandose, y enboscandose con los soldados que con el yvan, llegaron dos o tres de los soldados de Santa Marta muy descuydadamente, a los quales tomo Murçia y desarmandolos los metio entre los suyos y espero alli a los demas que deshordenadamente y apartados vnos de otros yvan caminando, y como yvan llegando, sin hazer ningun alboroto, los rrecogia y desarmaba hasta que los junto todos muy paçificamente y con ellos dio la buelta a donde estaba o abia quedado su Capitan, el qual, sabida aquella nueba y como por alli andaba gente de Santa Marta, procuro luego rreduzir y juntar a si la otra gente de su compañia que andaba dividida para mejor se sustentar, como se a dicho, y juntos todos los capitanes y soldados de Fredeman, hordenaron de tratarse y hablarse con el capitan Rribera, o por grado o por fuerça traello con toda su gente a su conpañia, lo qual yntentado hizieron façilmente, porque viendose Rribera con tan poca gente y que el tiempo le era contrario para poderse rretirar y rrecoger hacia Santa Marta con los conpañeros que le quedavan, acordo condeçender con aquel genero de violentos ruegos con que era mas forçado que rrogado por los capitanes de Fedreman, y ansi se junto con ellos, creyendo que façilmente le darian lugar a que se bolviese a Santa Marta. Mas los capitanes de Fedreman y su alcalde mayor, Chabes, no se hallaron con tal pareçer, antes determinaron de tenello consigo a el y a toda su gente, hasta quel teniente Fedreman viniese de Santo Domingo y el hiziese lo que quisiese de ellos, y con este acuerdo se estuvieron todos juntos, pasando el ynbierno con harto trabaxo y hambre.

      CAPITULO ÇINCO

      Como, pasado el ynbierno, el governador Jorge Espira marcho hasta llegar a las rriberas del rrio Opia, donde torno a ynbernar, y como en el camino prendio a Francisco Velasco, con su teniente, y lo enbio a Coro, por çiertas palabras que dixo.

      Ya quel alegre tienpo del verano le entraba a Jorge Espira y las aguas se aplacaban, aprovechandose de la ocasion quel tiempo le ponia en las manos, porque hasta entonçes, avnque por la hambre abia sido forçado a mudarse de aquel aloxamiento de Acarigua, las aguas de que abia estado çercado no le dexaban efetuar su voluntad, se mudo y paso mas adelante con su gente y campo a vna provinçia llamada Amorodore, en la qual se alojo y rrancheo para que la gente se rreformase de la hambre que trayan de atras; porque como en esta provincia no se abia hecho daño ninguno, hallaron en ella abundantemente de comer, y tanbien era grande ynpedimento y estorvo al73 caminar y asi porque por ser aquella tierra llana avn no se abian escurrido ni enxigado74 las aguas, se estuvo en esta poblazon y alojamiento vn mes, donde los naturales de ella, deseando echar de si tan malos guespedes como los españoles eran, por los daños que en sus comidas y avn personas de ellos rreçebian, convocandose y juntandose muchos yndios tomaron las armas en las manos para echar de alli a los nuestros; mas ninguna cosa les presto, porque dos vezes que acometieron a dar en sus enemigos fueron con mucha façilidad rrebatidos y ahuyentados tan admedentradamente que nunca mas osaron juntarse ni tomar las armas en las manos, antes apartandose todo lo que podian de los españoles, les dexaban gozar con quietud de sus casas y haziendas y de todo lo demas que entre manos tenian, en pago de lo qual les abian muerto dos caballos.

      Despues del tiempo dicho paso el Governador adelante con su gente, prosiguiendo su descubrimiento por la halda de la sierra y cordillera, que sienpre llevaba a mano derecha, y llego a otra provinçia de yndios llamados Coyones, bien poblada, y la gente belicosa y gerrera y de buen coraje en las guaçabaras, y de diferente lengua de la de atras. Alojose en esta provinçia la gente española, y pretendiendo los naturales de ella ganar mas honrra que los de atras, salieron de mano armada y con buena horden acometieron a los nuestros, los quales, avnque estaban ya puestos a punto para rreçebir a los enemigos, no dexaron de tardar en desbaratallos, por ser gente que les turaba el brio algun tiempo, y avnque fueron maltratados y desbaratados de los españoles, todabia les pusieron en condiçion de matar al capitan Montalbo, al qual quitaron la lança, y derribandolo del caballo se lo llevaban a manos bivo sino fuera socorrido de algunos soldados que lo defendieron y quitaron de las manos de los yndios. Hirieron y maltrataron a otros españoles, mas no murio ninguno. Acometieron otras dos vezes estos yndios, y sienpre fueron frustados de sus desinios con daño de sus personas.

      De esta provinçia de Coyones paso adelante Jorge Espira con su gente y llego a las provinçias y rrios que dizen de Varinas, que es a las espaldas de donde esta agora poblada la çivdad de Merida del Nuebo Rreyno. Alli se rrancheo y alojo el Governador con su compañia


Скачать книгу

<p>73</p>

En la edición de Caracas, el en vez de al.

<p>74</p>

Debe querer decir enjugado.