Estudios históricos del reinado de Felipe II. Fernández Duro Cesáreo

Estudios históricos del reinado de Felipe II - Fernández Duro Cesáreo


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Duro

      Estudios históricos del reinado de Felipe II

      DESASTRE DE LOS GELVES

      (1560)

      La isla de los Gelves ó Gerves de nuestras crónicas, designada por los naturales con el nombre de Jerbah y por los italianos con el de Gerbí y Zerví, se halla al SO. de la de Malta, en el golfo de Caps ó Khabes por latitud media de 33° 45' Norte, tan próxima á la costa de Trípoli y boca del río Tritón, antiguo Lotofagite, que se comunicaba con la tierra firme por un puente de madera, y aun á marea baja podía vadearse el canalizo de separación.

      En extensión superficial mide la isla unos 40 kilómetros de largo por 26 de anchura; abunda en olivos y palmares, cuyos frutos mantenían á la población, repartida en aldehuelas y alquerías, supliendo con pozos la carencia de ríos y fuentes de agua potable.

      Rodean á los Gelves por todos lados bajos y canalizos de difícil acceso, que obligan á las embarcaciones de algún calado á fondear á tres ó más millas de distancia.

      Siempre fué este rincón nido de piratas y peligroso padrastro de Malta, Sicilia y Cerdeña. El Almirante de Aragón Roger de Lauria castigó los latrocinios de aquellos naturales desembarcando en 1284. Pensó el Rey Don Fernando el Católico reprimirlos de nuevo, y lo hiciera de su orden en 1501 el Gran Capitán, á no estorbárselo las complicaciones de la guerra de Italia. En fin, se organizó al efecto la expedición del Conde Pedro Navarro en 1510: quedó en breve sometido Trípoli, saliendo de Málaga segunda armada á las órdenes de Don García de Toledo, sobrino del Rey Católico, padre del gran Duque de Alba, para dar fin á la jornada, ocupando la isla de los Gerbes, yendo no menos de 16.000 infantes, sin contar la gente marinera de las naves; dato que sirve á la medida de la importancia de la empresa.

      Verificado sin oposición el desembarco el 30 de agosto del mismo 1510, emprendieron los escuadrones la marcha hacia el interior, llevando D. García la vanguardia. El ardor del sol, el peso de las armas, la falta de agua sobre todo, fatigaron tanto á los soldados, que al llegar á la arboleda y sitio de los pozos no hubo razón ni palabra que los contuviera, precipitándose en el mayor desorden á satisfacer la exigencia de la sed con porfía y aun lucha de unos con otros.

      Unos cuantos moros á caballo que salieron en la oportunidad, de la emboscada en que estaban tras las palmeras, sembraron el pánico cargando al tropel desmoralizado. En vano quiso alentarlos con la palabra D. García de Toledo, y con el ejemplo los estimuló echando pie á tierra y tomando una pica, con la que avanzó y contuvo al enemigo por de pronto, seguido de muy pocos; su heróica muerte sirvió tan sólo para poner alas al miedo y para que los fugitivos desordenaran á los escuadrones de atrás1. Aquellos soldados mismos de Bugía y de Trípoli, asombro de Europa pocos días antes, tirando las armas se arrojaban al mar ó se dejaban degollar como carneros2, sin que la autoridad y locución del Conde Navarro fueran atendidas. Hubo, por otra parte, cristiano que por entre las lanzas de los moros asía una vasija de agua y bebía traspasado3.

      La rota fué espantosa: con D. García de Toledo sucumbieron 60 capitanes ó caballeros principales4, calculándose, con más ó menos, en 4.000 hombres los muertos y cautivos; y como de ordinario la desmoralización tenga consecuencias, perdiéronse luego cuatro naos con toda la gente embarcada, y otra vez en la isla inmediata de los Querquenes, la gente, sorprendida y acobardada, se dejó acuchillar por número muy inferior de moros mal prevenidos.

      Diez años después llevó á los Gelves Don Hugo de Moncada, Virrey de Sicilia, otra armada de cien velas conductora de 13.500 infantes y 1.000 caballos; los puso en tierra por el mes de abril (1520), y no llanamente se abrió paso; que si el escuadrón que personalmente guiaba arrolló á los moros, otro de los suyos cejó viéndose en aprieto. Con todo, pidió paz el jeque de la isla, reconociéndose sometido y librando al Virrey de ansiedades5.

      Díjose entonces en España por proverbio «Los Gelves, madre, malos son de ganar6,» aunque no pudiera presentirse que habían de ser teatro de desastre harto más serio, por uno de los mayores de la historia militar española, así en pérdidas de personal y material, como en la más sensible de la reputación y de la confianza ganada con tantas victorias anteriores.

      Del suceso quedan relaciones suficientemente circunstanciadas para juzgarlo con apartamiento de la pasión de los contemporáneos. Antón Francesco Cirni Corso escribió una muy de atender, por la circunstancia de hallarse en contacto con el Capitán general y conocer las providencias del Consejo de guerra7. Más concisa, pero mereciendo también la fe de testimonio presencial, es de citar la de M. T. de Carrelières, Capitán de una compañía de franceses, relacionado con el gran Maestre de San Juan8; de las varias que circulaban formó la suya Alonso de Ulloa9, trasladándola después al italiano con agregación de otras campañas10, y acaso también sirvieran al genovés Foglietta11, teniéndose en cuenta al redactar historias generales del reinado, tales como las de Antonio de Herrera12 y Luis Cabrera de Córdova13, pues que lo esencial de la jornada se encuentra en ellas.

      Pero aún quedaron manuscritas, circulando privadamente, algunas que en más ó en menos se apartaban de las que alcanzaron sanción oficial. Al cabo de los años transcurridos han venido á dar á luz los Sres. Marqués de la Fuensanta del Valle y Sancho Rayón, en su Colección de libros raros ó curiosos, una desconocida, escrita por Diego del Castillo, en defensa de D. Álvaro de Sande14, y no sola, toda vez que Nicolás Antonio vió y cita en la Bibliotheca hispana nova, tomo I, pág. 273, del mismo autor, otra cuyo paradero se ignora, intitulada Historia de la liberación de D. Álvaro de Sande y de la toma del Peñón de Vélez de la Gomera y el suceso de la armada enviada por el gran Turco sobre la isla de Malta.

      Diego del Castillo no asistió á la jornada de los Gelves que relata: habla por referencia, pero con buenos informes, que no es aventurado presumir procedieran del mismo D. Álvaro de Sande, á quien ampara contra opiniones contrarias, pues refiere dichos y hechos que no constan en las otras relaciones ni era fácil supiera de otra lengua; y la oportunidad de sus escritos se acredita por los que van apareciendo, en prueba del gran número de los que sin duda produjo el desastre que á tantas familias dejaba lastimadas.

      Uno se halla inédito en la Biblioteca del Escorial, por traducción del italiano15; otro, que aquí aparecerá por vez primera, se guarda en la Academia de la Historia16, mereciendo principal consideración, así por obra de quien presenció cuanto refiere, como por la apreciación distinta con que juzga los sucesos: con harta severidad, tal vez; con competencia, seguramente. D. Álvaro de Sande no sale tan bien librado como en las relaciones impresas, en ésta, que deja suspenso y conmovido el ánimo del lector.

      Forma un códice en 4.º de 61 fojas, escritas por tres manos distintas, por cuadernillos, por la urgencia con que se tendría que sacar la copia. La hoja primera de guarda dice:

      La jornada de Berbería de 1560 y 1561. Escrita en la Torre del gran Turco sigun diré por… Corrales, natural de Ocaña. Dióseme en Micyna á 31 de mayo de 1561.

      Por bajo, de letra diferente, se lee:

      «Está llena de mentiras.»

      Corrales se nombra en dos pasajes de la relación, y, aunque no lo diga, parece ser autor de una carta anónima que inserta, como dirigida á D. Álvaro de Sande, y no tiene mayor categoría que la de soldado particular.

      Si no fué su escrito, otro parecido movió á D. Álvaro á dirigirse al Rey en memorial de agravio, narrando por sí los sucesos y suplicando se abriera información de ellos. El Duque de Medinaceli tampoco estaba satisfecho de las versiones que corrían, ni ésta de D. Álvaro acababa


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<p>1</p>

Fernando de Herrera, Anotaciones á las obras de Garcilaso.

<p>2</p>

Pedro Mártir de Anglería, Opus epistolarum.

<p>3</p>

Herrera, loc. cit.

<p>4</p>

Garcilaso, Egloga segunda.

<p>5</p>

Gaspar de Baeza, Vida de D. Hugo de Moncada: Colección de documentos inéditos para la Historia de España, tomo XXIV.

<p>6</p>

Fr. Prudencio de Sandoval, Vida de Carlos V. Para el conocimiento de la desgraciada empresa de los Gelves en 1510, son de consultar, á más de los autores citados en las notas anteriores, Luis del Mármol, Descripción del África. Reino de Túnez. – Bernáldez, Crónica de los Reyes Católicos. – Zurita, Anales de Aragón y Vida de D. Fernando. – Álvaro Gómez, De rebus gestis. – Oviedo, Quincuagenas, Q. i, Est. XXX. – D. Martín de los Heros, Historia del Conde Pedro Navarro. —Colección de documentos inéditos para la Historia de España, tomo XXV.

<p>7</p>

Successi dell' Armata della Maesta Catholica destinata all' impresa di Tripoli di Barbaria, della presa de le Gerve, etc., progressi dell' Armata Turchesca, scritti per Anton Francesco Cirni Corso. In Venetia, appresso Francesco Lorencini da Turino, M.DLX. 8.º

<p>8</p>

Histoire de l'entrepise de Tripoli et prinse des Gerves: Faite par les Chrestiens en l'an 1559. Et l'issue de l'armée Chrestienne. Par M. T. de Carrelières, Capitain François estant en la diste armée, dedié a l'illustrissime Grand maistre de Malthe. A Lyon, Par Gabriel Cotier, 1561. 16.º, 72 páginas.

<p>9</p>

Sucesso de la iornada que se començó para Trípol, año de 1559, y se acabó en los Gelues el de 1560. Al Ilmo. y Excmo. Príncipe Don Gonzalo Hernandez de Córdova, Duque de Sessa. Nuevamente publicado por Alonso de Ulloa. Impreso en Venetia en casa de Juan Grisso. Año MDLXII. 8.º – En el prólogo dice fué á sus manos el presente tratado que S. M. mandó hacer, y lo hizo imprimir, pareciéndole digno de ser leído.

<p>10</p>

La Historia dell' impresa di Tripoli di Barbaria, della presa del pegnon di Velez della Gomera in Africa, et del suceso della potentissima armata Turchesca Venuta sopra l' isola di Malta l' anno 1565. La descritione dell' Isola di Malta. Il disegno dell' Isola delle Zerbe et del forte fattovi da christiani, et la sua descrittione. Sin año ni lugar. 4.º

<p>11</p>

Istoria di Mons. Vberto Foglietta, nobile Genovese della Sacra Lega contra Selim, e d' alcune altre imprese di suoi tempi, cioé dell' impresa del Gerbi, soccorso d' Oran, impresa del Pignon, di Tunigi, et assedio di Malta, fatta volgare Givlio Gvastavini. Génova, 1598. 4.º, 671-6 páginas.

<p>12</p>

Antonio de Herrera, Historia general del mundo. Primera parte: Madrid, 1601. En folio.

<p>13</p>

Cabrera de Córdova, Felipe II: Madrid, 1876, tomo I.

<p>14</p>

Historia de la presa de los Gelves en África, y valerosísima defensa que hizo de la fortaleza D. Álvaro de Sande hasta su pérdida, dedicada al Sermo. Sr. Emmanuel Filiberto, Duque de Saboya, por Diego del Castillo.Colección de libros españoles raros ó curiosos. Tomo IX, rotulado Tres relaciones históricas: Gibraltar, Los Xerves, Alcazarquivir: Madrid, imprenta de M. Ginesta, 1889. 8.º

<p>15</p>

Titúlase Relación breve y verdadera de la jornada de los Gelves, desde el día que arribó el armada turquesca, hasta que el fuerte fué tomado por los turcos. Sacada del italiano en español. Copia en la Biblioteca de Marina, Colección MS. de Navarrete, T-4, documento núm. 13.

<p>16</p>

Colección Salazar, G-64.