Arte y arqueología en el altiplano central de México. María Teresa Uriarte
a los mayas realizar complejos cálculos calendáricos y astronómicos.
En la época prehispánica se utilizó un sitema calendárico consistente en dos cuentas o calendarios. El calendario adivinatorio o ritual de 260 días parece haber sido un invento zapoteco compartido en toda Mesoamérica, que regía todas las actividades de su vida. En el calendario civil se realizaba un cálculo solar perfecto de 360 días más cinco días aciagos. Estos dos sistemas calendáricos eran usados en las diversas regiones mesoamericanas y éste fue otro de los rasgos que llevó a Kirchhoff a pensar en la unidad mesoamericana.
Para la cosmogonía mesoamericana el universo estaba dividido en cinco rumbos, los cuatro que nosotros usamos (norte, sur, este y oeste) y el centro, que además tenía un simbolismo muy importante. El glifo maya del Sol (kin), símbolo floral con cuatro pétalos, probablemente tiene las mismas raíces. Los datos actuales indican que las llamadas esquinas del mundo, o los "rumbos cardinales mesoamericanos", pudieron haber coincidido con los puntos solsticiales en el horizonte. Es probable que estos rumbos estén representados en la primera página del Códice Féjérvary-Mayer (figura 1.3) y en las páginas 75 y 76 del Códice Madrid; estas imágenes representan esquemas calendáricos colocados en el plano terrestre, indicando los lados cardinales del cielo (norte, sur, este y oeste), correctamente distribuidos en el espacio, puesto que también se encuentran marcadas las direcciones "intercardinales".
Verticalmente se dividía en tres partes: 13 regiones superiores que varían en número, el ámbito de los hombres y nueve regiones inferiores, que también cambian según la fuente o la cultura y que eran dominadas por los dioses de la muerte y de la noche. Jesper Nielsen y Toke Sellner Reunert han propuesto que esta concepción puede no haber sido original, sino una herencia transmitida a través de los cronistas del siglo XVI, como una influencia del concepto del infierno de Dante Alighieri.11
Por otra parte, entre de las incógnitas mesoamericanas se menciona la incapacidad de haber usado la rueda como medio de locomoción; sin embargo, en Mesoamérica no existieron animales de tiro, por lo que resultaba inútil; ciertamente algunos juguetes tuvieron ruedas y desde luego hubo un extenso sistema de caminos, particularmente desarrollado en el área maya.
Éstos son algunos temas de la ideología mesoamericana que sirven para ilustrar la complejidad de sus sistemas de pensamiento y el reto al que nos enfrentamos al tratar de entenderlo para comprender mejor sus manifestaciones artísticas.
Figura 1.3. Representación de los cuatro rumbos en el Códice Féjérvary-Mayer (tomado de Arellano Hernández y Díaz Castro, 2008, p. 439, lámina 13.5).
Las sociedades americanas desde los cazadores-recolectores
Desde sus más remotos orígenes la diversidad cultural ha existido en Mesoamérica; tomemos en cuenta que los primeros pobladores debieron llegar a tierras mexicanas entre 35 000 y 15 000 años a. C. procedentes de Asia, a través del estrecho de Bering (figura 1.4), como grupos nómadas cazadores-recolectores, aunque aún en la actualidad se siguen debatiendo el modo y las fechas de la llegada del hombre a América.12 Debido a las buenas condiciones ecológicas, algunas regiones de México auspiciaron el establecimiento e incremento de sus poblaciones hasta alcanzar el grado de sociedades más evolucionadas que domesticaron plantas y animales; alcanzaron un sistema político y social bien estructurado; desarrollaron la escritura, conocimientos astronómicos y calendáricos y tuvieron unaeficiente red de intercambios regionales, así como arquitectura monumental. No obstante, otras regiones de nuestro territorio mantuvieron una población errante que buscó, y aún busca, condiciones más favorables de vida, siendo un factor importante el clima, como los cucapás que habitan el delta del río Colorado, quienes en verano e invierno, hasta hace muy poco tiempo, solían cambiar su residencia.
Figura 1.4. Estrecho de Bering (ilustración: Carmen Delgado).
Es probable que las sociedades de bandas no tuvieran, o no tengan, un elevado desarrollo tecnológico y no necesariamente corresponden a estratos complejos de desarrollo social, pero tienen leyes de comportamiento perfectamente establecidas y obedecen al óptimo orden requerido para la supervivencia. en todos los grupos es- tudiados, ya sea con base en documentos escritos o en investigaciones directas entre los inuits o los indígenas australianos, se hacen evidentes reglas y estrategias de relación para la sobrevivencia de estos grupos humanos.13
Aparentemente el núcleo más elemental de las sociedades está constituido por la banda, que es una entidad muy eficiente en tanto que son organizaciones igualitarias en las cuales se evita la propiedad privada para eludir conflictos que amenacen la conservación del grupo. La banda patrilocal es la más común entre los cazadores-recolectores, que en teoría poblaron el continente americano.14
En la península de Baja California tenemos, a través de las crónicas dejadas por los misioneros, numerosos testimonios sobre distintas normas del comportamiento de los integrantes de estas sociedades. Por lo general, las reglas obedecen a cuestiones éticas que protegen la convivencia de los integrantes de la banda y están encaminadas a evitar los conflictos que generan divisiones y por tanto amenazan la supervivencia.
La división del trabajo está muy bien establecida y aparte de la diversidad genérica, hay tareas especializadas. Las mujeres comúnmente se dedicaron a actividades que, por razones naturales como la gestación, lactancia y cuidado de los hijos, no les permitieran desplazamientos muy prolongados; por ello, la alfarería, la cestería y la recolección de frutos están asociadas a la mujer. es probable que el descubrimiento de la agricultura también haya sido una actividad femenina, en tanto que la cacería, la pesca, el comercio y la guerra son fundamentalmente actividades masculinas.
En la sociedad de clanes son comunes los llamados ritos de paso, de pasaje o momentos liminales que poseen una importancia extraordinaria. Estos rituales se vinculan con el nacimiento, la pubertad, el matrimonio y la muerte, y también con la iniciación en cofradías o categorías dentro de la comunidad. Según Mircea Eliade: "La iniciación introduce al candidato en la comunidad humana y en un mundo de valores espirituales y culturales".15 Los ritos tienen un papel fundamental, por lo general están asociados con mitos y sus celebraciones; además de fortalecer los vínculos en el clan, sirven para estrechar relaciones con los de otros territorios.16
Las fuentes legadas como testimonio por los indígenas, escritas en el siglo XVI, relatan lo mismo un pasaje histórico que acontecimientos míticos porque para los informantes indígenas estos acontecimientos tenían la misma importancia y veracidad histórica; por su parte, los conquistadores no tenían las herramientas para discernir la diferencia entre ellos.
Este tipo de sociedades son igualitarias, pero en ocasiones algunos individuos fungen como jefes de ceremonias; por ejemplo, aquellos que son buenos oradores; como afirma Peveril Meigs en su obra sobre los k'iliwas de Baja California,17 los más diestros en actividades concretas, como la caza o la pesca, también adoptan jefaturas temporales.
En las crónicas dejadas por los misioneros que colonizaron la península de Baja California hay una enorme riqueza etnográfica respecto a las ceremonias de esos ritos que deben de haber estado vinculados con la creación de las numerosas piezas de arte rupestre que sobreviven en esa y otras regiones de México. Por lo menos en la sierra de La Rumorosa yo observé la existencia