El libro de las mil noches y una noche. Anonimo

El libro de las mil noches y una noche - Anonimo


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por medio de tu escritura!"

      Y la joven, dichas estas palabras, se volvió a echar el velo por encima de la cara, y retrocedió hacia sus compañeras. Entonces se adelantó la segunda joven, que tenía…

      En este momento de su narración,

      Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.

       Y CUANDO LLEGO LA 80ª NOCHE

      Ella dijo:

      El gran visir Dandán prosiguió de este modo:

      Entonces se adelantó la segunda joven, que tenía una mirada muy brillante y una cara muy fina, animada por una eterna sonrisa. Besó siete veces la tierra entre las manos de tu difunto padre el rey Omar AlNemán, y dijo:

       PALABRAS DE LA SEGUNDA JOVEN

      Sabe ¡oh rey afortunado! que el sabio Locmán habló así a su hijo: '`¡Oh hijo mío!

      Hay tres cosas que solo pueden comprobarse en tres circunstancias: no se puede saber si un hombre es verdaderamente bueno, más que en sus iras, si un hombre es valeroso, más que en el combate, y si un hombre es affable, más que en la necesidad".

      El tirano sufrirá tormentos y expiará sus injusticias, a pesar de las lisonjas de sus cortesanos, mientras que el oprimido, a pesar de las injusticias se salvará de todo tormento.

      No trates a la gente por lo que diga, sino por lo que haga. Las acciones no valen más que por la intención que las inspira, y cada hombre sera juzgado por sus intenciones y no por sus actos.

      Sabe tambien, ¡oh rey Omar! que la cosa más admirable de nosotros es nuestro corazón. Y preguntándole un día a un sabio cuál es el peor de los hombres, contestó:

      "Aquel que deja que los malos deseos se apoderen de su corazón, porque pierde toda su entereza". Y el poeta lo dijo muy bien:

      "La única riqueza es la que encierran los pechos. !Pero cuán dificil es encontrar su camino!."

      "Nuestro Profeta (¡sean con él la paz y la plegaria!) dijo: "El verdadero sabio es el que prefiere las cosas inmortales a las perecederas".

      Se cuenta que el asceta Sabet lloró tanto, que se le enfermaron los ojos. Entonces llamaron a un médico, y le dijo: "No puedo curarte, como no me prometas una cosa". Y el asceta preguntó: "¿Qué cosa he de prometerte?" Y_ dijo el médico: "¡Que dejarás de llorar!" Pero el asceta repuso: "¿Y para qué me servirían los ojos si ya no llorara?

      "Y sabe también que la acción más hermosa es la desinteresada. Porque se cuenta que en Israel había dos hermanos; y uno de ellos dijo al otro: "¿Cuál es la acción más espantosa que has cometido?" Y el otro contestó: "Es ésta: pasando un día cerca de un gallinero, alargué el brazo, cogí una gallina, y después de estrangularla, la volví a echar al gallinero. Esta es la cosa más espantosa de mi vida. Y tú, hermano mío, ¿qué es lo más espantoso que has hecho?" Y el otro hermano contestó: "Haber rezado a Alah para pedirle una merced, porque la plegaria solo es hermosa cuando encamina el alma hacia las Alturas." Y por otra parte…"

      En este momento de su narración,

      Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.

       Y CUANDO LLEGO LA 81ª NOCHE

      Ella dijo:

      He llegado a saber, ¡oh rey afortunado! que la segunda joven prosiguió de este modo:

      "Y por otra parte, ya lo expuso acertadamente el poeta en estos versos:

      "Hay dos cosas que debes evitar siempre: la idolatría hacia Alah, y el mal hacia tu prójimo."

      Y dichas estas palabras, la segunda joven retrocedió hacia sus compañeras. Entonces la tercera joven, que reunía en sí las perfecciones de las otras dos, se adelantó hacia el rey Omar Al-Nemán, y dijo:

       PALABRAS DE LA TERCERA JOVEN

      "En cuanto a mí, ¡oh rey afortunado! te diré pocas palabras en este día, porque estoy algo indispuesta, y además recomiendan los sabios la brevedad en el discurso.

      Sabe, pues, que Safián ha dicho: "¡Si el alma habitase en el corazón del hombre, el hombre tendría alas y volaría hacia los paraísos!" "Y ese mismo Safián ha dicho:

      "¡Sabed que el simple hecho de mirar la cara de una persona fea constituye el pecado más grande contra el espíritu!"

      Y habiendo dicho estas frases, la joven retrocedió hacia sus compañeras. Entonces se adelantó la cuarta joven, que ostentaba unas caderas sublimes. Y habló así:

       PALABRAS DE LA CUARTA JOVEN

      "Y yo, ¡oh rey afortunado! heme aquí dispuesta a decirte las palabras que he llegado a saber de la historia de los hombres justos.

      Se cuenta que Baschra el Descalzo dijo:

      "¡Guardaos de la cosa más abominable!" Y los que le escuchaban preguntaron ¿Cuál es la cosa más abominable!" Y el sabio contestó:

      "El hecho de permanecer mucho tiempo de rodillas, para alardear del rezo, la ostentación de la piedad."

      Entonces le suplicó uno de los presentes:

      "!Oh padre mío! Enséñame a conocer las verdades ocultas y el secreto de las cosas".

      Pero el Descalzo dijo: ¡Oh hijo mío! esas cosas no se hicieron para el rebaño. Y nosotros no podemos ponerlas al alcance del rebaño. Porque apenas de cada cien justos hay cinco que sean puros como la plata virgen".

      "Y cuenta el jeique Ibrahim: "Un día vi a un hombre muy necesitado que acababa de perder una monedilla de cobre. Me acerqué a él y le alargué un dracma de plata, pero el hombre lo rechazó. Y me dijo: "¿De qué me serviría toda la plata de la tierra, si sólo aspiro a las dichas inmortales?"

      "Se cuenta también que la hermana del Descalzo fué un día…"

      En este momento de su narración,

      Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.

       PERO CUANDO LLEGO LA 82ª NOCHE

      Ella dijo:

      "Se cuenta también que la hermana del Descalzo fué un día a buscar al iman Ahmad ben-Hanbal, y le dijo: "¡Oh santo iman! vengo a ilustrarme. ¡Ilústrame! Por la noche acostumbro velar en la azotea, hilando a la claridad de las luces que pasan, pues no tenemos luz. Y de día hago mis labores y preparo los alimentos. Dime si obro bien usando una luz que no me pertenece".

      Entonces preguntó el iman: "¿Quién eres tú?"

      Y ella dijo: "Soy la hermana de Baschra el Descalzo".

      Y el santo iman se levantó, besó la tierra entre las manos de la joven, y dijo: "¡Oh hermana del más perfumado entre los santos! ¿Por qué no podré yo aspirar a toda la pureza de tu corazón?"

      "Se cuenta también que un santo entre los santos ha dicho estas palabras:

      "Cuando Alah quiere bien a alguno de sus servidores, abre ante él la puerta de la inspiración".

      "También se sabe que cuando Malek benDinar pasaba por los zocos y veía algún objeto que le gustaba, se reconvenía de este modo:!Oh Alma mia! es inútil que me tientes porque no te hare caso".

      Y afirmaba: El único medio de salvar el alma, es obedecerla; y el medio segurode perderla, es hacerle caso".

      "Y Mansur ben-Omar nos cuenta el caso siguiente: "Fui de peregrinación a la Meca, y pasé por la ciudad


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