Entre el árbol y el bosque. Marcus

Entre el árbol y el bosque - Marcus


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los detalles uno por uno, pero los consejos generales, y el ordenamiento y conducción de los asuntos, sienta mejor a las gentes educadas. Consagrar tiempo excesivo a los estudios es indolencia; utilizarlos en exceso para el ornamento es afectación; juzgar enteramente por sus reglas es propio del humor del erudito. El estudio perfecciona la naturaleza, y es perfeccionado por la experiencia, pues las aptitudes naturales son como plantas naturales, que necesitan podarse mediante el estudio; y los estudios mismos dan instrucciones demasiado generales, a menos que estén acotados por la experiencia. Los hombres prácticos desdeñan los estudios, los hombres simples los admiran, y los hombres sabios los aprovechan, pues no se dejan limitar por ellos teniendo en cuenta que hay cierta sapiencia que también requiere de la observación. No leas para contradecir y refutar, ni para creer y dar por sentado, ni para hallar charla y discurso, sino para sopesar y meditar.............”

      “La lectura hace un hombre completo, la conversación un hombre dispuesto, y la escritura un hombre preciso. Y por tanto, si un hombre escribe poco, por fuerza requiere gran memoria; si conversa poco, por fuerza requiere ingenio; y si lee poco, requiere mucho ingenio para aparentar que sabe lo que no sabe. La historia inculca sabiduría, la poesía agudeza, la matemática sutileza, la filosofía natural profundidad; la moral gravedad; la lógica y la retórica capacidad para el litigio”

      Francis Bacon

      Prólogo

      Siempre me llamó la atención la forma en que ocurrían los hechos y así como grandes científicos como Isaac Newton se preguntaban por qué las manzanas caían para abajo, y desarrollaban teorías para poder entender los mecanismos que rigen el Universo, nosotros, todos, en muchos momentos de nuestra vida nos preguntamos el porqué de las cosas, por qué nacemos y después morimos, por qué la Tierra gira alrededor del sol, qué es el amor, para qué estamos aquí.

      Yo particularmente, me preguntaba por qué yo podía estudiar mis lecciones de escuela primaria tranquilo y cómodamente sentado en un sillón y al mismo tiempo alguien en Asia, África o mucho más cerca, a metros de mi casa donde estaba yo estudiando, un niño de mi misma edad y carente de todas mis posibilidades debía lustrar zapatos para ganarse el sustento que le permitiría comer un día más. O peor, algún otro que manipulado por algún adulto debía guiar un arado, mendigar o vender su cuerpo, de dónde manaría su sustento.

      Vamos a suponer una serie de hechos, pensemos que un hombre cualquiera y con un juicio sano y una capacidad de observación normal se sube a un globo para cumplir con una misión que le asignamos: “Observar”.

      Nuestro hombre, armado de un catalejo especial que permite ver todo, incluso atravesar las paredes, a una altura considerable sin ser visto, enfoca:

      Ve en una ciudad a un hombre, parece un ejecutivo o algo así, ya que está bien vestido, nuestro hombre enfoca más fino, es temprano, de mañana, se ve que baja por una escalera a desayunar con su familia, se trata de dos niños de 8 a 12 años que comparten alegremente el desayuno caliente y humeante con su padre y su madre, luego se levantan y parece que cada uno va a emprender una actividad distinta. Los niños van al encuentro del transporte que los llevará a la escuela y nuestro hombre se despide de su esposa, sube a su moderno automóvil y se dirige a su trabajo.

      Vemos que ingresa a un gran edificio, toma el ascensor, camina, saluda a la gente, ingresa a una gran oficina, se sienta en un inmenso sillón, habla por teléfono, toma café, discute temas con personas, ordena papeles, da órdenes.

      Sin duda es un hombre ocupado, y como la sociedad juzga a este hombre como muy útil le retribuye pagándole una buena suma de dinero que le permite vivir cómodamente a él y a su familia.

      Será, por otro lado, un buen gimnasta, que hará deportes los fines de semana, mientras discute algún negocio con un colega, tendrá su familia bien ordenada, saldrá con sus niños a jugar, los llevará de vez en cuando al parque de diversiones, con su esposa irá a un concierto, o tal vez a una exposición de pintura.

      Su religión probablemente será la que le enseñaron sus padres, la que correspondía a su lugar y su tiempo, y por fin, debido a la estima que la sociedad siente por él, se sentirá muchas veces un ser de bien, un hombre que cumple con Dios, “un hombrerealizado, un hombre que es apreciado por la sociedad”.

      Luego, nuestro hombre volador enfoca otra zona de la ciudad, una un poco más gris.

      Encuentra en un vecindario pobre, en una vieja casa descuidada, un niño, de más o menos unos nueve años, que después de los gritos de su padre se levanta, toma su taza de té, un trozo de pan y emprende su cotidiana búsqueda en pos de la caridad ajena.

      Camina por las calles de la ciudad, patea tarros e imagina que es un gran jugador de fútbol, es aún un niño, tocará las puertas de todas las casas, pedirá pan, dinero, zapatillas viejas, comerá en una plaza, mientras juega con algún otro niño pobre, si su día no fue bueno, robará alguna golosina en un quiosco y cuando el sol se esconda volverá tarde a su casa, cansado de caminar.

      El niño no se sentirá feliz, su vida será una tortura, con sus padres gritando, golpes, sus hermanos sin comida, buscará entonces otra salida, ya que no consigue insertarse en una sociedad que no le dará muchas oportunidades de progreso, tal vez decida robar en vez de pedir, o se hará terrorista o elegirá otro modo en que la sociedad le “convide “ algo, pero de todas maneras tenderá a expresar su descontento con la posición que la sociedad le ha reservado, será difícil, es casi imposible que nuestro niño llegue al lugar de nuestro hombre perfecto que describimos antes, ya que estará mal alimentado, su cerebro desnutrido no es normal, habrá adquirido “malas costumbres”, y por fin, jamás tendrá la disponibilidad de tiempo, ni de recursos para estudiar, para preparar un oficio que la sociedad valore, algo que a mí no me ha pasado ya que mis padres trabajaban para que yo pudiera estudiar.

      Algún día tal vez se encuentren, se miren y se den cuenta de las diferencias que los separan.

      Situación dura de aceptar, sobre todo si pensamos que estas diferencias de posición pueden terminar en diferencias culturales de orden mucho mayor, que pueden en muchos casos significar la diferencia entre, la delincuencia, la miseria, la enfermedad, y una vida recta con bienestar.

      O peor todavía, cargar su alma con asesinatos y otros actos de violencia que lo conducirán a una vida tortuosa y pobre de espíritu.

      Esto no se refiere solo a los pobres y los ricos, sino también a los enfermos, los que vinieron al mundo con deficiencias, los que no pueden ver, aquellos en que su cerebro no puede expresar su humanidad, los asesinos, la gente que le da lo mismo la vida que la muerte, porque no sienten empatía por el prójimo.

      ¿Qué hizo esta gente para merecer este estado?

      Algunos dirán que los asesinos han perdido su alma por sus crímenes, pero.... ¿de dónde salieron estos asesinos, de buenas familias colmadas de amor? De cómodas situaciones que derivan en una locura por la cual una persona que está bien, sin problemas económicos, culturales, sociales, con buena salud, toma un arma y se dirige a un negocio para asaltar al dueño para quedarse con la recaudación y cuando llega a su casa se sienta en una silla y se pone a reír a carcajadas ponderando las caras de susto que provocó y contando la plata que les sacó a los demás. Si bien esta situación se da en casos de locura, solo es obra de unos pocos alienados, pero la situación en general no es así, el individuo que roba está tan nervioso como los asaltados, teme por su vida, está desorientado, drogado, borracho o su cerebro no funciona bien en ese momento, en general si comete algún acto irreversible como un asesinato habrá cruzado la línea en que la sociedad no permite el retorno, ya que si lo atrapan irá a una institución donde lo más probable es que empeore.

      Cuál es la causa de estas situaciones tan dispares de vida, si usted lee esto cómodamente y piensa que si a usted le hubiera tocado en general vivir la vida de uno de una de estas personas que tienen problemas, porque sus familias no fueron normales, porque sus padres los castigaban, porque eran borrachos, o porque estaban en un vecindario donde se podía conseguir droga fácilmente, lo mismo usted hubiera superado todos estos obstáculos y hubiera llegado a ser un hombre o mujer de “bien” como lo es ahora, y que esta gente que tiene


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