Entre el árbol y el bosque. Marcus
este libro no aportará gran cosa a su pensamiento, ya que Usted está demasiado seguro de todo.
Sabe usted también que todas estas personas necesitan ayuda para poder salir, y es cierto, muchas de estas personas pueden crecer lo suficiente si se los ayuda convenientemente como para poder emerger de la masa y transformarse y así llevar una vida “normal”.
Pero entonces, estas personas van a depender de la buena disposición de otras, para que los ayuden a salir del pantano en que se encuentran, y si por cualquier causa estas personas no pueden ayudar en tiempo y forma precisa a alguien, (que es lo corriente), entonces esta alma se perderá, ¿o tendrá algún perdón divino? a la manera de que no importa lo que hagas, siempre conseguirás pasar al otro lado de una u otra manera?
Los pondrán junto con otras almas malas, pensará nuestro buen hombre, mientras a mí me pondrán en el séptimo cielo, ellos estarán en el primero o en el segundo, claro y si no ¿qué gracia tiene?
Y los afectados por esta clasificación dirán ¿por qué me ponen en el primer cielo?, ¿Por qué no me dan las mismas posibilidades que le dieron a los del séptimo?, es decir, más amor, más ternura, menos aflicciones, un mejor pasar, menos pobreza y entonces yo también pasaré al séptimo cielo.
¡Esto es injusto!
¿Y Quien dijo que esto era justo?
Todos tenemos un concepto innato de que Dios representa el Bien, la Bondad y la Justicia, pero a vista de los acontecimientos que suceden en la Tierra, tendríamos que elaborar un modelo o sistema muy particular que represente estas convicciones si queremos seguir creyendo en Dios.
Por lo que entiendo, los humanos pueden cometer por ignorancia o torpeza muchas injusticias, pero aquellos que vienen al mundo con defectos físicos, o mentales, que están destinados a un martirio desde el mismo día en que nacen, ¿eso qué es?
¿Quién es el que envía a los niños al mundo?
A mí cuando era chico me dijeron (ya sabía que no era la cigüeña la que traía a los niños al mundo) que a los niños los enviaba Dios.
Pero cómo puede ser que a Dios al que en general se considera como perfecto se le escapen tal cantidad de defectos de fabricación, que ni siquiera la industria humana tiene, ¿Puede que tenga un sistema de control de calidad tan deficiente?
¿Será entonces como dicen los orientales, que los niños vienen sabiendo en dónde se meten?
¿El sistema será completamente rígido, es decir justo, es decir que cada uno siembra lo que cosechó?
¿El que hizo males y daño en su vida anterior recibe un castigo en la próxima?
O existen grietas en el sistema, por medio de las cuales es posible el perdón, un blanqueo de cuentas pendientes, y otras negociaciones.
Esto último abre infinitas posibilidades, porque aparecen los perdonadores, la posibilidad del error, ya que sin error no hay perdón.
¿Pero es justo el perdón?
Si el que se porta bien, recibe lo mismo que el que se porta mal, no estarían creando un sistema en el cual no se cumple la “causa y efecto”, y por lo tanto la justicia.
¿Podemos basarnos en La Naturaleza para entender estos problemas?
Si por definición decimos que La Naturaleza fue creada por Dios, debería tener la misma impronta, entonces, ¿por qué a veces es violenta y asesina?
¿Existen leyes rígidas que nos garanticen la justicia Universal del creador?
Y por último
¿Existe el libre albedrío?
¿Los hombres podemos decidir sobre nuestra vida en la Tierra con total libertad, somos responsables realmente de nuestros actos, o somos como primates inconscientes en un bazar lleno de copas de cristal?
Esto es lo que espero pueda comentar en este ensayo, creo que a esta altura nadie debe esperar respuestas claras y nítidas sobre estos temas, podemos solo estudiarlos y tratar de mirar el problema de la mayor cantidad de lados posible, y de esta manera poder entender mejor las conductas humanas y nuestra relación con lo Divino.
Aparentemente en los últimos años muchas estructuras de conocimiento han sido rebasadas, y hoy no sirven para explicar la totalidad de los hechos, a veces explican una parte del todo, dando lugar a la creación de nuevas teorías que tratan por todos los medios de ser más holísticas, es decir, que no solo sirven para un sector de una ciencia, sino para toda esa ciencia, y yendo aún más allá, para todas las ciencias, englobando el conocimiento como si todo fuera uno.
Creo que este es el centro de la cuestión, ya que estamos tratando de conocer a Dios.
La primera parte de este ensayo trata sobre las herramientas que debemos usar para poder contestar nuestras preguntas. La segunda, el principio de causa y efecto y su resolución en libre albedrío, y otros principios, entre ellos la polaridad, trataré de verlos de la forma más amplia posible. La comprensión acabada de estos principios es la mejor llave para tratar de entender nuestros interrogantes.
Para justificar nuestras acciones y pensamientos debemos definir y ver algunos temas que son inherentes a este estudio. Deberemos investigar un poco como aprendemos, es decir como percibimos nuestro entorno, y como lo analizamos. También que significa aprender, y porque debemos hacerlo.
El libro tiene una parte matemática muy sencilla y muy corta, y no es necesario verla, se puede obviar. Sin embargo, tendremos un concepto más completo si la comprendemos.
Primera Parte
Aprendizaje
CAPÍTULO I
El conocimiento humano
Como percibimos la realidad
Es muy importante saber cómo es que el mundo exterior, ya sea físico, o de cualquier otra índole, intelectual, sentimental, emotivo u otro, nos llega a nosotros. Es decir los mecanismos de los que disponemos para interactuar con nuestro entorno. Carl Jung, (1875 – 1961), psiquiatra y psicoanalista suizo, quien fuera discípulo de Sigmund Freud, y luego se independizó y formó su propia escuela, interpretó los problemas mentales como un modo patológico de procurar la autorrealización personal y espiritual.
Esta definición es muy importante, ya que Jung orientó su trabajo hacia la evolución espiritual humana, no solo a la mera observación y creación de un modelo médico científico.
Expresó, lo que a mi parecer, es el mejor modelo que explica la forma en que los humanos podemos relacionarnos con la realidad, dijo, que nosotros percibimos la realidad de dos formas, con los sentidos y con la intuición.
Cuando digo percibimos, es solo eso, la realidad se nos muestra, la observamos, la contemplamos, pero sin ninguna forma de análisis, comparación, o síntesis, es decir, no hay en la percepción ninguna opinión.
Los sentidos son los que conocemos, tacto vista etc., también son todas las lecturas de los aparatos de medición que tienen los hombres y que leen en rangos que los sentidos que el hombre no tienen, por ejemplo, los visores infrarrojos para ver de noche y medidores de todo tipo.
La intuición es aquella capacidad de percibir la realidad, pero no en la forma que los sentidos lo hacen, sabemos que hay alguien atrás nuestro, pero no lo vemos, es aquello que nos parece que existe, pero que no tenemos ningún método para confirmarlo en ese momento.
Estas dos formas de percibir la realidad son solo esas, y no tienen por sí mismas formas de análisis propias, son solo formas de captar datos.
Las formas de análisis de las percepciones que Jung describe, son dos, el análisis racional, y el sentir.
El análisis racional es el que usamos corrientemente para evaluar los datos aportados por los sentidos, podemos además, evaluar los datos aportados por la intuición, pero depende de la persona que, estos sean considerados como serios en un análisis