¿Ha enterrado la ciencia a Dios?. John C. Lennox
universo? Existe porque Dios causa su ser.
La afirmación del Génesis es un postulado de fe, no de ciencia, exactamente del mismo modo que la de Sagan no es una verdad científica, sino una creencia personal. Por lo tanto, la cuestión clave es, repitamos, no tanto la relación de la disciplina de la ciencia con la de la teología, como la relación de la ciencia con las diversas visiones del mundo que tienen los científicos, en particular el naturalismo y el teísmo. Por lo tanto, al preguntar si la ciencia ha enterrado a Dios, se habla de la interpretación de la ciencia. Lo que realmente se pregunta es sobre la cosmovisión que apoya la ciencia: ¿apoya al naturalismo o al teísmo?
E. O. Wilson no duda en responder que el humanismo científico es «la única cosmovisión compatible con el conocimiento alcanzado por la ciencia sobre el mundo real y las leyes de la naturaleza». El químico cuántico Henry F. Schaeffer III también lo tiene muy claro: «Ha de existir un Creador. La onda expansiva del Big Bang (1992) y los hallazgos posteriores apuntan claramente a una creación ex nihilo coherente con los primeros versículos del Génesis»[39].
Para desentrañar la relación entre las visiones del mundo y la ciencia hay que hacerse ahora una pregunta verdaderamente difícil: ¿qué es verdaderamente la ciencia?
[1] ‘Will science ever fail?’ Nueva Scientist, 8 Aug 1992, pp. 32–35.
[2] ‘Is science a religion?’ The Humanist, Jan/Feb 1997, pp. 26–39.
[3] Londres, Bantam Press, 2006.
[4] Daily Telegraph Science Extra, Sept 11, 1989.
[5] Jn 20, 31.
[6] Rom 1, 20.
[7] The Language of God, Nueva York, Free Press, 2006 p. 164.
[8] Dawkins’ God, Oxford, Blackwell, 2004.
[9] A Devil’s Chaplain, Londres, Weidenfeld and Nicholson, 2003, p. 248.
[10] 3 de abril de 1997, 386: 435–6.
[11] Larry Witham, Where Darwin Meets the Bible, Oxford, Oxford University Press, 2002, p. 272.
[12] Scientific American, septiembre 1999, pp. 88–93.
[13] Nature’s Imagination – The Frontiers of Scientific Vision, Ed. John Cornwell, Oxford Oxford University Press, 1995 p. 132.
[14] The Search for God – Can Science Help? Oxford, Lion, 1995 p. 59.
[15] God and the Scientists, citado por Mike Poole, CPO 1997.
[16] Chemical Evolution, Oxford, Clarendon Press, 1969, p. 258.
[17] Science and the Modern World, Londres, Macmillan, 1925, p. 19.
[18] Citado en Morris Kline: Mathematics: The Loss of Certainty. Oxford University Press, Nueva York, 1980, p. 31.
[19] “Science and Society in East and West”. The Great Titration, Londres, Allen and Unwin, 1969.
[20] Theological Science, Edinburgh, T & T Clark, 1996 p. 57.
[21] Op. cit. p. 58.
[22] John Brooke, Science & Religion: Some Historical Perspectives, Cambridge, Cambridge University Press, 1991, p. 19.
[23] The Bible, Protestantism and the Rise of Science, Cambridge, Cambridge University Press, 1998.
[24] Londres, Fourth Estate, 1999.
[25] El lector interesado en más detalle puede consultar el excelente capítulo sobre Galileo en Reconstructing Nature, John Brooke and Geoffrey Cantor, Edinburgh, T&T Clark, 1998.
[26] Galileo se refirió a esto en su famosa carta a la Gran Duquesa Cristina de Toscana (1615) cuando reprende a quienes no comprenden que «bajo el significado superficial de este pasaje bíblico puede contenerse un sentido distinto».
[27] Llama la atención que en 1559 el papa Pablo IV había establecido el primer Índice oficial de Libros Prohibidos, que prohibía, entre otros, la traducción de la Biblia a las lenguas vernáculas, lo que haría preguntarse de qué lado estaba la Iglesia.
[28] Véase, por ejemplo, The Wilberforce–Huxley Debate: Why Did It Happen? de J.H. Brooke, Science and Christian Belief, 2001, 13, 127–41.
[29] Véase “Wilberforce and Huxley, A Legendary Encounter”, Lucas J. R., The Historical Journal, 22 (2), 1979, 313–30.
[30] Science and Religion – Some Historical Perspectives, Cambridge, Cambridge University Press, 1991 p. 71.
[31] Véase David M Knight and Matthew D. Eddy, Science and Beliefs: from Natural Philosophy to Natural Science 1700–1900, Londres, Ashgate, 2005.
[32] Ibídem.
[33] Beliefs and Values in Science Education, Buckingham, Open University Press, 1995, p. 125.
[34] Ed. Honderich, Oxford, Oxford University Press, 1995, p. 530.
[35] Oxford Companion to Philosophy, p. 604.
[36] “Intelligent Evolution”, Harvard Magazine, November 2005.
[37] Power Lamprecht Sterling, The Metaphysics of Naturalism, Nueva York, Appleton-Century-Crofts, 1960, p. 160.
[38] Gen 1, 1.