La Bestia Colmena. Pablo Und-Destruktion
parte de la traición a la moral de la Santina y su sustitución por una moral de pandereta que se ha convertido en los pilares de las sociedades occidentales y que, por medio de la globalización, ha afectado ya a todo el mundo. Estos serían esos pilares:
| = | Ira | |
| = | Soberbia | |
| Tinder | = | Lujuria |
| = | Gula | |
| Netflix | = | Pereza |
| = | Envidia | |
| = | Avaricia |
En este proceso de creación de la Bestia Colmena hay dos acontecimientos de suma importancia: El 11-s y ar (Anti Ramona).
Una vez que la economía mundial ya estaba globalizada y lo había conseguido en nombre de una supuesta “libertad”, el 11-s supuso la oportunidad de arrebatar el peaje de las libertades individuales a todos los ciudadanos del mundo gracias al terror que había provocado el supuesto atentando. Y digo supuesto porque no hay evidencias científicas de que haya sido un atentando, como la propia Lynn Margulis denunció públicamente en repetidas ocasiones: «Qué atentado ni qué niño muerto, menuda tomadura de pelo». Una tomadura de pelo necesaria para continuar con la incorporación simbiogenética y así crear a la Bestia Colmena. El terror mundial permitiría a las estructuras estatales y supraestatales seguir arrebatando poder a los individuos amparándose en sus supuestos miedos y deseos y, por lo tanto, continuar el proceso de simbiogénesis. El nuevo animal crece a costa de los viejos animales: los seres humanos. Hasta que acaba con su independencia y los convierte en simples células de sus tejidos. Y para que eso ocurra, para que un humano pase a ser un tejido, hay que acabar con la reproducción sexual.
Y aquí aparece el segundo acontecimiento, la actual campaña mediática mundial contra la reproducción sexual, que consiste, de la misma manera que consistió el 11-s, en infundir terror a la población para arrebatar libertad a los individuos y dársela al Estado (y con él, a la Bestia Colmena). Veámoslo con un ejemplo:
1. ar (Anti Ramona) nos dice por la tele que el mundo es muy peligroso y que todas nuestras hijas pueden ser violadas.
2. Nosotros tenemos miedo.
3. El Estado ofrece leyes que defienden la igualdad y la tolerancia para darnos seguridad y así convencernos de pertenecer a él. Para los “malos” (los que no tienen miedo y no se creen sus mentiras), ofrece la cárcel.
4. Google propone una pulsera electrónica (ya existe como implante neurotecnológio) para controlar a nuestros hijos y estar más seguros.
5. Quedamos encerrados en el Estado y transformando nuestro cuerpo, poco a poco, gracias a la neurotecnología.
6. Le pillamos perceguera al sexo reproductivo y preferimos la clonación o, como mucho, la gestación subrogada.
7. Acabamos con la libertad individual, la reproducción sexual y el ser humano. Todo por culpa del miedo. Y de ar (Anti Ramona).
Esto demuestra la tesis de Kropotkin (biólogo y anarquista que influyó a Lynn Margulis) de que el Estado es un enviado de Satán.
Un enviado que primero arrebató la soberanía de los individuos para después dársela a organizaciones supraestatales (bm, fmi, onu) para, por último, transformar a los seres humanos en simples células y tejidos de la Bestia Colmena. Y para hacer eso, sólo hace falta cambiar la reproducción sexual por clonación, cosa que ya es posible, y de esa manera convertirnos en tejidos idénticos e inmortales de la Bestia Colmena, que reproducirá el vicio hasta el fin de los tiempos sin dejar lugar para la belleza, para el amor ni para nada que valga dos duros.
Este poder se cede debido a que el deseo ha vuelto a los individuos humanos cobardes e insaciables, por lo que las superestructuras, especialmente los Estados, les ofrecen seguridad y estímulos pasivos que calmen su miedo y que eliminen su individualidad real. Y si los individuos no quieren: a la cárcel o a la cuneta. Así ha sido siempre.
Este proceso ha durado siglos y su fase final es acabar con la reproducción sexual humana y encarcelarnos en nuestra propia inmoralidad materializada en un nuevo animal: la Bestia Colmena. Ya se ha creado la mente colmena, también los cuernos colmena, el hígado colmena y la polla colmena (que nosotros no tengamos reproducción sexual no quiere decir que la Bestia no la tenga). Cuando este proceso termine se completará la Bestia Colmena. Y ya queda poco.
¿Que cuándo empezó este proceso? Hace bastante, claro. Tuvimos una época muy buena cuando salimos del primer “infierno de lo igual” y se creó el ser humano libre y nómada, luego llegó Eva con la agricultura y ahí se fastidió bastante la cosa porque dejamos de confiar en Diosle para trata de controlarlo todo nosotros. Así estamos. Pero lo peor fue Freud, que al destapar el deseo dio voz a los pequeños demonios que llevamos encerrados dentro de nosotros, las mitocondrias, testigos del “infierno de lo igual” primigenio, que ahora quieren volver a mandar porque el Maligno ha aprendido la técnica de la simbiogénesis de Diosle y ahora la va a usar contra la belleza, el amor y la humanidad, lo que nos dejará encerrados en un nuevo animal infernal con los camelos de la seguridad, el Estado, Internet, la robótica, las redes 5g, la neurotecnología y demás estructuras de miedo y degeneración moral.
Por todo esto considero que tengo pruebas científicas para demostrar que estamos viviendo el fin de los tiempos y que este consistirá en la unificación de la humanidad en una estructura obesa fundamentada en unos memes que no dejan de ser los pecados capitales: lujuria, avaricia, envidia, gula, pereza, soberbia e ira.
Esta estructura creará un nuevo animal: la Bestia Colmena. Allí quedarán encerrados todos los humanos, que perderán su individualidad y su capacidad de reproducirse sexualmente y de morir, ya que sólo se reproducirán por clonación, lo que perpetuará de esta manera el vicio y eliminará la capacidad de mejorar la raza, implícita en la reproducción sexual. Todo será un infierno homogéneo de cacona sociocultural, robots de plástico malo y bajos instintos. Entraremos en la Bestia Colmena, que será un bicho que supondrá un nuevo “infierno de lo igual”, será eterno y nos iremos a la mierda.
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