Las 10 claves del coaching. José Luis Casteleiro
para generar nuevas perspectivas y buscar alternativas. Esto llevará a incrementar la motivación y, en consecuencia, a pasar a la acción, ese es el principio del cambio. En capítulos posteriores, veremos estos aspectos del coaching en profundidad y aprenderemos a manejar estas herramientas de manera eficaz parar ayudar alcanzar un óptimo nivel de desarrollo.
Por último, es necesario distinguir entre los diferentes tipos de coaching que veremos en este libro:
Coaching personal o life coaching
Es el que trataremos más en profundidad, debido a que conforma la base de esta disciplina y la mayoría de sus principales técnicas se puede utilizar en todos los demás tipos de coaching. Para no confundir, nos referiremos a él, simplemente, como coaching.
Coaching empresarial y ejecutivo
El coaching empresarial y ejecutivo17 está orientado, exclusivamente, al desarrollo profesional, tanto en el ámbito individual, grupal como de la organización. Se utiliza para mejorar el rendimiento empresarial de directivos y empleados con fines evaluativos.
Coaching de equipos
El coaching de equipos18 se emplea, generalmente, en el ámbito de una empresa o de una organización, para optimizar el funcionamiento de un grupo o equipo de trabajo19, de cara a alcanzar un objetivo común durante un período prolongado de tiempo.
Coaching de PNL
El coaching de PNL no es un tipo de coaching en sí mismo, si no que engloba todos aquellos procesos que ponen en práctica los conceptos de esta disciplina. Con ello, se busca comprender el comportamiento humano en base a cómo el lenguaje afecta a los pensamientos, emociones y a las conductas; así como el impacto estas que tienen en el desarrollo personal y en la consecución de objetivos.
Por supuesto, existen otros tipos de coaching, pero no dejan de ser variantes o ramificaciones de estos cuatro principales. Así pues, para simplificar la tarea al lector, nos centraremos en los seleccionados y los explicaremos de la manera más funcional posible, mediante el aprendizaje en profundidad del coaching personal y la introducción de los otros tres tipos; en el caso del coaching de PNL, apoyándonos, esencialmente, en las teorías de Bandler y Grinder.
Notas
1 Ver pág. 22.
2 Ver pág. 19.
3 Ver pág. 23.
4 Ver pág. 54.
5 Conocimiento que el sujeto tiene sobre sus propios conocimientos.
6 Ver pág. 43.
7 Ver pág. 110.
8 Ver pág. 124.
9 Ver pág. 98.
10 Manera en la que una persona pone en práctica sus capacidades.
11 Por capacidades nos referimos al conjunto de estados internos innatos a cada persona (estrategias, cualidades, emociones, sentimientos recursos...) que ayudan a generar conductas para resolver los conflictos inmediatos y futuros. Por su parte, las competencias aluden al nivel de intensidad con el que se ponen en práctica las capacidades.
12 Ver pág. 69.
13 Ver pág. 74.
14 Ver pág. 41.
15 Ver pág. 53.
16 Ver pág. 52.
17 Ver pág. 123.
18 Ver pág. 142.
19 Ver pág. 122.
II. EL COACH Y EL COACHEE
2.1. Relación entre el coach y el coachee
Actualmente, debido a diferentes cuestiones que no vienen al caso, nuestra sociedad tiene muy interiorizado el concepto de coach como entrenador. En lo que respecta al coaching, este concepto general, sin ser erróneo, resulta sesgado, pues no refleja la realidad de lo que verdaderamente es un coach y la labor que ejerce con esta disciplina.
Por ello, consideramos que resulta necesario aclarar, en primer lugar, qué es un coach y qué entendemos por coachee:
El coach
Un coach es un profesional que guía el proceso de cambio de otras personas desempeñando actividades de coaching. La figura del coach surge como una necesidad ante situaciones personales y laborales, las cuales hacen recomendable la presencia de un experto que acompañe a un individuo, grupos u organizaciones y les enseñe a manejar herramientas y descubrir soluciones que faciliten una renovación personal, profesional y organizacional. Por tanto, el trabajo del coach consiste en estimular y facilitar la autorreflexión del cliente, de manera que se comprometa a un plan de acción como consecuencia de la sinergia20 del trabajo de ambos.
Para ser coach, además de contar con la formación adecuada, es necesario poseer un conjunto de capacidades y competencias muy concretas: principalmente, habilidades sociales como la empatía21 y la asertividad22, además de una correcta gestión emocional y autocontrol23. También, ha de poder establecer una correcta comunicación interpersonal, tanto verbal como no verbal, y tiene que saber negociar y ofrecer alternativas con creatividad para ayudar en la resolución de conflictos. Asimismo, especialmente en el ámbito empresarial, un buen coach debe tener dotes de liderazgo24 y persuasión25; pero, sobre todo, debe ser capaz de motivar al cliente para ayudarle a lograr el cambio.
Para saber si se poseen las capacidades necesarias para ser coach o si, por el contrario, se debe trabajarlas; resulta muy útil plantearse una serie de preguntas, como las que veremos a continuación, y responderlas de manera argumentada y sincera:
Práctica:
- ¿Somos conscientes de estas capacidades?
- ¿En qué medida las tenemos desarrolladas?
- ¿En qué medida las empleamos?
- ¿Las hemos interiorizado y sabemos utilizarlas?
- ¿En qué medida nos planteamos la mejora continua?
- ¿Cómo podemos mejorarlas?
El coachee
Por otra