Información, participación ciudadana y entre palabra e imagen. Alejandro Ramos Chávez

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ciudadano con el acontecer de los asuntos públicos. Estos elementos serán considerados en el siguiente apartado de este trabajo.

      Obtención y uso de información en internet para la participación política

      En este apartado del trabajo, se analizan algunos estudios de distintos países que han intentado medir el uso de las tecnologías por parte de la ciudadanía. Estos estudios, a la par de brindar un contexto más general de la situación del uso de las tecnologías digitales por parte de la ciudadanía, pueden mostrar las grandes asimetrías aún existentes entre las naciones en esta temática.

      En algunas latitudes incluso se ha llegado a demostrar la saturación en la adaptación de los medios digitales por parte de la ciudadanía. Este es el caso de Estados Unidos de América, donde aunque en el pasado reciente se hablaba aún de un crecimiento exponencial en el número de usuarios de las tecnologías digitales, ahora se mantienen cifras que demuestran una estabilidad, e incluso retroceso, en el número de usuarios de computadoras, portátiles, tabletas y teléfonos celulares. Ejemplo de ello es que los adultos usuarios de internet, redes sociales, o dueños de un dispositivo para conectarse, ha sido casi idéntico entre el 2016 y el 2018; los individuos que poseen conexión de banda ancha han cambiado apenas del 65 por ciento en 2016 a un 67 por ciento en 2018, y finalmente, los dueños de algún dispositivo para conectarse se han mantenido muy parejos, e inclusive en el rubro de poseer una computadora de escritorio o portátil ha bajado de un 78 por ciento en 2016 a un 73 por ciento en 2018, mientras que la posesión de tabletas ha crecido de un 51 por ciento en 2016 a un 53 por ciento en 2018 (Hintlin 2018).

      Ejemplos como el anterior pueden demostrar que en algunos países se ha llegado a una cobertura muy amplia en la adopción de los medios digitales por parte de la ciudadanía, por lo que inclusive se podría sostener la existencia de una saturación en cuanto la adopción de esas tecnologías, aunque también debemos considerar que el simple hecho de conectarse no implicaría directamente de conectarse con fines políticos o sociales. Lo que parece ser verdad es que en algunos casos ya no quedan márgenes para ampliar el número de usuarios. Ejemplo de ello es que nueve de cada diez adultos menores de cincuenta años menciona que ya se conecta a Internet, tiene o frecuenta alguna red social y además es dueño de algún dispositivo para conectarse (Horrigan y Duggan 2015).

      En este contexto, también resulta pertinente mencionar que, para el caso también de los Estados Unidos de América, las personas que no se conectan no lo hacen necesariamente por estar en situaciones de marginalidad o pobreza. Estudios demostraron que gran parte de esas personas que no utilizan el Internet no lo hacen por causas de funcionabilidad en sus vidas; en este sentido, un estudio liderado por Zickuhr (2013) demostró que:

       El 34% de los no usuarios de Internet piensan simplemente que no es relevante su uso para ellos, argumentan su no interés a utilizarlo por simplemente no necesitarlo.

       El 32% de los no usuarios mencionan que no lo usan por razones relacionadas con ideas de que internet no es muy fácil de utilizar. Este grupo de no usuarios mencionan lo difícil y en algunos casos lo frustrante que resulta el estar en línea, simplemente porque no pueden físicamente hacer uso de las tecnologías o por las problemáticas de seguridad asociadas a su uso, como lo son los problemas de spam, software espía y los piratas informáticos.

       El 19% de los no usuarios de internet mencionaron el costo elevado ya sea para adquirir algún dispositivo para conectarse, o bien, por el elevado costo de la conexión a internet.

       Finalmente, el 7% de los no usuarios de internet hicieron referencia a una falta física de disponibilidad o acceso a internet (Zickuhr 2013, s.p.).

      Lo anterior contrasta con otros países en los cuales sí se puede apreciar una brecha de acceso y capacidades para la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, y más aún si nos enfocamos en regiones como Latinoamérica, la cual ha sido descrita por algunos estudios como la región más desigual del mundo (Burchardt 2012; Fleury 2005; Organización de las Naciones Unidas 2012; Organización de los Estados Americanos 2014).

      Otro caso interesante para tomar en cuenta es el de España, en donde estudios (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación 2017; Navarro y Juárez 2011) han intentado mostrar la importancia del uso de Internet como una herramienta fundamental tanto para la búsqueda como para la obtención de información por parte de los jóvenes en la actualidad para la búsqueda y obtención de información en ese país.

      Otros estudios de España (Navarro y Juárez 2011) en los cuales se ha tomado en consideración a principalmente tres dimensiones de análisis (1. usos, 2. percepciones y 3. uso específico de redes sociales) han demostrado, siguiendo una entrevista a jóvenes que utilizan internet, que un 69.7 por ciento de los jóvenes entrevistados utilizan Internet para obtener información para sus estudios o su trabajo, y un 59.2 por ciento lo utilizan como fuente de información sobre algún tema de interés, incluido el político. Con relación a las percepciones sobre la importancia del uso de Internet, el 81.8 por ciento mencionaron que el Internet los ayuda fundamentalmente a estar enterados sobre los acontecimientos que ocurren; un 80.2 por ciento mencionó que Internet les permite obtener información necesaria para sortear muchas actividades de su vida diaria. Finalmente, relacionado con el tema específico del uso de las redes sociales digitales, ha quedado de manifiesto que la principal actividad que le dan a éstas los jóvenes españoles es comunicarse con amigos y conocidos, con un 79.5 por ciento de las menciones.

      Lo anterior ejemplifica con claridad que el simple hecho de usar las redes digitales no necesariamente está vinculado con su uso para la información o participación política, sino que en muchos de los casos se queda en el mero encuentro de contactos sociales. En segundo lugar, con un 66.6 por ciento de las menciones, se encuentra una actividad de actualización sobre las actividades de sus contactos, sin que necesariamente medie por ello la necesidad de intercambiar mensajes con ellos. Finalmente, con un alejado 27.8 por ciento de las menciones, se encuentra una parte de jóvenes que sí están interesados y utilizan las redes sociales digitales con el objeto de obtener, consultar o enriquecer información sobre un tema en específico. En este último rubro de análisis se encuentra el grupo de sujetos que interesa más para este trabajo, pues el uso de las redes no se circunscribe con exclusividad a las actividades de amistad y de contacto, sino que sobrepasa éstas y se acerca más a actividades de información para, en un determinado momento, actuar o estar más informado sobre un tema o cuestión específica.

      Los resultados de este estudio pueden disentir de cierta forma con los resultados de la investigación llevada a cabo por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (aimc 2017), que tenía el objetivo de conocer los principales usos que se les está dando a las redes sociales en España. En este contexto, en un estudio que tomó en consideración una muestra de 15252 usuarios de Internet, se encontró que un 44.1 por ciento de la muestra sólo revisaba información de la prensa en versión electrónica, sobre un 7.5 por ciento que sólo lo hacía en versiones impresas o por otros medios tradicionales; además de un 35.2 por ciento que lo hacía por ambos medios y un 12.9 por ciento que mencionó que no consultaba la prensa por ningún medio. Estos datos muestran la gran importancia que están adquiriendo las redes sociales digitales para informarse en aquel país, pues a grandes rasgos muestran que ocho de cada diez personas están consultando Internet, y de forma específica las redes sociales digitales, con objeto de obtener información para estar al día de los asuntos públicos en España.

      Este último estudio también destacó el considerable aumento de la importancia que las personas le dan al teléfono celular, pues mostró que mientras en 2011 un 21.7 por ciento de los entrevistados argumentó “no poder vivir sin móvil”, la cifra aumento a un 47.1 por ciento para el año 2017. Finalmente, otro elemento a destacar del estudio del aimc es que dio cuenta de que un 80.3 por ciento de los entrevistados revisan constantemente sus redes sociales, lo que evidencia una constante interacción con las mismas.

      Como se puede apreciar hasta el momento, existen grandes esfuerzos en varios países para conocer con mayor claridad el uso que los individuos están haciendo de estas tecnologías en


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