Más allá del Tiempo. Mariela González
PARTE II: CHRONO CROSS
Capítulo 5. La madurez del medio y el cambio de generación
Radical Dreamers, para paladares diferentes
Capítulo 6. Chrono Cross: resumen de la historia
Un chico cualquiera, una playa cualquiera
Fantasmas y futuros abandonados
Hasta que nos volvamos a encontrar
¿Qué fue de los protagonistas de Chrono Trigger?
Capítulo 7. Chrono Cross: finales y curiosidades
… y rostros de distintas épocas
Capítulo 8. Multiverso y determinismo
Un poco de historia: Hugh Everett
El multiverso en la serie Chrono
Determinismo, predestinación y naturaleza en la serie Chrono
La importancia del mundo natural
Ediciones y versiones de los juegos
Guías, artbooks y libros varios
Epílogo: Hasta que volvamos a encontrarnos
Fotorreportaje: Merchandising de la serie Chrono
PRÓLOGO
Chrono Trigger y Chrono Cross sobreviven al paso del tiempo. Si no has jugado nunca a Chrono Trigger, deberías hacerlo. Sí, es cierto que hay muchos juegos de rol actuales, tanto occidentales como japoneses, que aprovechan una tecnología mucho más avanzada para presentarnos lo mismo que nos presentaba Chrono Trigger con sus cuadriculados gráficos de SNES. Sin embargo, Chrono Trigger nos presentaba lugares y personajes maravillosos de un modo que nunca antes se había visto por aquel entonces, tanto a nivel de historia como de recreación artística de los entornos. Era como si cada rincón del mundo hubiese sido creado con sumo cariño para que se quedase ahí, a la espera de tu llegada.
Chrono Trigger me puso un poco en ridículo. Fue uno de los primeros juegos de mi carrera que se arriesgaban tanto a nivel narrativo (el otro era Final Fantasy III, según la numeración norteamericana de la franquicia). Me puso en ridículo porque no le temblaba el pulso a la hora de romper con algunos de los grandes pilares de los videojuegos. Me hizo cuestionarme por qué las demás historias de los juegos de rol tenían tanto miedo a la hora de romper con las convenciones.
Pero Chrono Trigger no solo me puso en ridículo una vez, sino dos. Me puso en ridículo cuando no le di una oportunidad única y exclusivamente porque no me gustaba la carátula. Algo de lo que todavía me arrepiento a día de hoy y, por eso mismo, ahora siempre intento esforzarme en profundizar más. Voy a hablar sin tapujos: la ilustración de la caja del juego (perdonadme) me cortaba el rollo porque me parecía un tanto ridícula. Una caja que, a día de hoy, me produce nostalgia. Además, tampoco me gustaba la promesa que hacía aquella ilustración: