Déjate florecer. Sheila Mulero Almeda
(como en la filosofía budista). ¿Qué es para ti?
Cuando llevas toda tu vida odiándote sin saberlo, hablándote mal, machacándote por todo lo que haces, nunca nada es suficientemente válido porque no te sientes suficiente... Cuando no te soportas y no puedes con tu propia mente... Cuando lo pagas, no solo contigo sino con el mundo... Es lógico que de alguna manera «explotes». En algún momento buscas cambiar lo que sea que necesites para no ser más así contigo. Normalmente lo intentas de mil formas y la última es la del autoconocimiento y desarrollo personal a nivel psicológico.
Si consigues aprender a amarte, a verte con otros ojos, a quitarte la máscara del ego... Llega un punto en el que vives tal paz que piensas: «¿Por qué no lo haría antes?».
Frena, calma... Compasión, amor y paciencia en todos tus procesos. Si no lo hiciste antes fue porque no pudiste o no tenías aún los recursos necesarios para dar los pasos que necesitabas para llegar adonde estás ahora. Hacemos lo que podemos con el grado de consciencia que tenemos en cada momento y etapa. Valora cada paso. Porque son los que hacen que al «final» (nunca hay final porque el proceso de aprender a quererse es infinito, es para siempre, un constante) parezca que es magia haber llegado hasta aquí. Pero no lo es, todo es fruto de tu trabajo, por lento o pequeño que pueda parecértelo.
FACTORES
En lo que se refiere a autoestima, hay tantos aspectos a tener en cuenta y que se pueden trabajar... Sabemos que la forjamos desde pequeños y el foco de atención suele estar en lo externo, en las comparaciones con otros niños de clase o de la familia, en los resultados de nuestras notas, esfuerzos, etc. Y empezamos a creer que así es como se gana una la autoestima. Soy mejor o peor en función de mis esfuerzos y resultados, en función de lo que digan de mí mis profesores que me evalúan o mis referentes como la familia con sus comentarios... Y no debería ser así. Deberíamos educar en algo diferente, hace falta un cambio muy grande en la educación (vengo de familia de profesores que lo confirman y luchan por ello a diario) y entre ellos está el hacer entender que debemos querernos sin condiciones, que el foco debe estar en lo interno, en uno mismo y no en los demás y que con esa base... Todo suma, de todo se aprende y tu autoestima es mucho más fuerte, menos inestable y más validante y funcional.
BENEFICIOS
Hablamos mucho de la autoestima y se piensa que esta solo se reduce a quererse mucho y siempre. Y hay mucho más a tener en cuenta:
Las personas con una autoestima sana son capaces de valorarse, sentirse valoradas por los demás, mantenerse vinculadas al grupo social con el que conviven y están predispuestas a progresar, mejorar su condición y superarse.
Tienen sensación de controlar razonablemente las circunstancias.
Abandonan la comparación.
Dejan de lado el pensamiento contrafactual (algo que no ha sucedido pero que podría suceder).
Aprovechan las oportunidades y sienten curiosidad, no miedo. Se lo toman como retos u oportunidades.
Se perciben valiosas: respetan tanto sus derechos como los de las demás personas (estilo asertivo).
Luchan por lo que piensan merecer.
Cuidan su autoimagen e integridad física.
Renuncian a prácticas temerarias o autodestructivas.
Disfrutan con la creatividad: capacidad de improvisación, hacer las cosas de manera distinta, innovar, crear.
Tienen menor necesidad de sobrecontrol (las personas inseguras aspiran a tenerlo todo controlado porque no confían en sí mismas).
Aceptan los aspectos que no le gustan (de la persona o de su vida), no con resignación.
Presentan proactividad a la hora de marcar un plan de acción o tomar decisiones.
No es un estado al que llegar y ya está, es un constante, un camino que transitar.
CÓMO EMPEZAR A QUERERSE
Aprender a quererse es un trabajo largo y a veces duro. Porque hay que desprenderse de las creencias más arraigadas, cuestionarse, sentirse en todas las facetas de la vida ya sean buenas o malas... No vale solo con decirlo y subir una foto atravesando tapujos o complejos (¡Que está genial hacerlo también!). Primero hay que parar y observarse. Autoevaluarse.
Autoestima no es solo quererte cuando haces las cosas bien. Es relativamente fácil sentirse orgullosa cuando consigues un objetivo u obtienes un resultado positivo... Pero el peligro de esto es que puede interferir el perfeccionismo y que siempre te exijas a ti misma más y más y más...
Cuando se construye una autoestima lábil suele acarrear muchas otras dificultades personales. En cambio, con una autoestima fuerte no necesitas la aprobación externa siempre, no te comparas, no te juzgas constantemente, hace que te valores en todas las facetas, en las más eficientes y resolutivas y en las que no tanto… Una debilidad reconocida puede convertirse en fortaleza también. Te ayuda a ser capaz de trabajar tus miedos, tus inseguridades, permitirte fallar, errar, retroceder, solo así se aprende muchas veces...
Puedes empezar por aquí puntuándote del 1-10 en:
Autorespeto: 1 sería no te respetas nunca en la forma de hablarte, tratarte, cuidarte... Y 10 te respetas siempre independientemente de las condiciones o factores que puedan influenciar.
Autoconcepto: 1 sería tener una imagen muy negativa de ti misma y tu forma de ser y 10 que sea positiva siempre.
Autoaceptación: 1 sería no aceptar cómo eres en ningún aspecto y 10 en todos.
Autoconocimiento: 1 sería no conocer o saber qué te gusta, qué te apasiona, tus virtudes, tus cualidades, tus defectos... Y el 10 ser consciente de todo ello.
Autoestima: 1 sería darte muy poco valor general, no quererte y 10 sería quererte incondicionalmente.
A partir de aquí se puede trabajar mucho cuestionando en qué aspectos hay que trabajar más o menos y cómo:
¿Qué cambiaría en tu vida si puntuara más alto en todo? ¿Qué pequeñas cosas podría empezar a cambiar o hacer? ¿Qué sería diferente si en autoconocimiento (por ejemplo) puntuara un poco más arriba? ¿Qué cambiaría en mí? ¿Qué pequeñas cosas puedo hacer para acercarme a ello? ¿Cuánto de mi tiempo estoy invirtiendo en esto? ¿En qué estoy priorizando entonces?
Y cada día hay que trabajar algo. Demostrándote día a día con pequeños detalles que estás esforzándote en dejar atrás tus habituales pensamientos/conductas autodestructivas o que te hacen daño y que muchas veces vienen automáticos. Pero cada vez serán más fáciles de identificar y, por consecuencia, trabajar con ellos.
Ten amor propio y date cariño porque te lo mereces independientemente de lo que hayas hecho bien o mal, perdónate, sigue adelante, háblate bien, lucha por lo que quieres, confía en ti, cuídate...
Y si no puedes creértelo, haz como si pudieras, haz todo aquello que harías si confiaras en ti y en tu potencial para llegar a ser o conseguir lo que quieras. Haciendo cosas distintas conseguirás sentir emociones distintas y por ende, pensar distinto...
EJERCICIO
Hay muchos ejercicios para ayudar a mejorar la autoestima en internet. Uno de ellos es el de dibujar un árbol bien grande, el que más te guste, con raíces, tronco, ramas, hojas, frutos... Tú eliges qué añadir. En las raíces escribe tus cualidades, habilidades y capacidades. En el tronco escribe cosas positivas que haces. En la copa, los éxitos, pequeños logros, triunfos