Déjate florecer. Sheila Mulero Almeda

Déjate florecer - Sheila Mulero Almeda


Скачать книгу
pero cuando se tiene una baja autoestima, esto cuesta. Puedes ponerte en la mente de las personas que te quieren y pensar en qué te dirían ellos o puedes compartirlo con ellas y te irán diciendo nuevos aspectos que tú no veías.

      Valora en el proceso:

      ¿Cuánto te ha costado valorarte o encontrar todo aquello bueno de ti? ¿Te valoras suficiente? ¿Los demás encuentran más cosas buenas en ti que tú misma? ¿Cuántas de las cosas que te dicen están relacionadas o condicionadas al peso/talla/forma de tu cuerpo? ¿Qué crees que cambiaría si te valoraras un poco más?

breast cancer awareness month.png

      Interioriza estas máximas de autovalidación. No sirve de nada que te lo diga yo. Necesitas que esa voz venga de ti y necesitas creértela. ¿Cómo? Trabajando mucho en ti misma. No es egocentrismo, no es ser egoísta. Es amor propio y autoestima y sin ello todo lo demás es insostenible.

_Date permiso para ser tú, exactamente tal cómo eres ahora mismo. Date cuenta de las cosas que te gustaría cambiar, pero sin convertirlas en condiciones para quererte a ti mismo._ Kate fosterg.png

      A veces (o toda la vida) nos centramos tanto en los demás que olvidamos amarnos a nosotros mismos. El amor propio… Tan poco valorado, tan olvidado... lo dejamos para el final.

      «Tengo tiempo para todo y para todos pero no para mí». Para mostrarme cariño y ternura, para demostrarme que valgo, que puedo, que me necesito, que soy suficiente, que soy y vivo acorde a mis necesidades, valores, virtudes... Que no vivo en piloto automático sino que paro, me escucho, medito, actúo... Esto repercute en todos los ámbitos de tu vida sin que te des ni cuenta.

      Así que quiérete y si no sabes cómo... Busca la manera de hacerlo hasta que lo consigas. La terapia también sirve para esto, no solo para solucionar problemas también para entenderse, evitarlos, mantenerse en equilibrio, entrenar habilidades, trabajar la autoestima y autoconcepto, autorespeto y autoconocimiento...

      RELACIÓN ENTRE SOBREPESO/OBESIDAD Y AUTOESTIMA

      La obesidad es un problema complejo que abarca muchas variantes. Una de ellas, desde el ámbito psicológico es la autoestima. En personas con obesidad, esta se ve afectada por varios motivos de forma consecuente: estigma, juicios, imposibilidad de realizar algunas acciones de disfrute, menos opciones laborales, etc. Con su consecuente apatía y confianza en uno mismo para solventar sus problemas. Pero también se ha encontrado una relación causal directa (a menos autoestima junto con todo el resto de factores implicados… más probabilidad de padecer obesidad).

      Además esto puede retroalimentar que se acabe desarrollando otros trastornos psicológicos como TCA, depresión y ansiedad.

      Sabemos que la imagen corporal de los niños con obesidad se ve mermada poco a poco en base a las experiencias y comentarios de sus adultos y compañeros de referencia y eso condiciona sus vidas.

      Es importante que se valore la imagen corporal desde una perspectiva multidimensional (aspectos afectivos, emocionales, cognoscitivos, sociales, etc.) y no solo nutricional o de la actividad física. El hecho de tener una mirada más amplia, compasiva, comprensiva y basada en el amor propio, podría contribuir a modo de prevención para que tanto los niños como sus padres se sintieran menos amenazados y menos resistentes para asumir y trabajar sobre la condición de obesidad junto a un equipo de salud especializado.

      La estigmatización y discriminación hacia las personas con obesidad (gordofobia), al contrario de motivar para bajar de peso, generan sentimientos y pensamientos de devaluación e ineficacia (bajada de autoestima) que interfieren en los esfuerzos de prevención e intervención y, por lo tanto, en los resultados.

      La aceptación es imprescindible para una autoestima sana y más como condicionante para una pérdida de peso efectiva. Ser capaz de distinguir lo que depende de uno mismo y lo que no... No es lo mismo resignación ni autoindulgencia, que tener una falsa creencia de control total (ambas situaciones serían los extremos).

      Desde un equilibrio y estado de aceptación y bienestar mental, inevitablemente, conseguiremos llegar al estado de paz y armonía que tanto anhelamos. Desde esta posición puedes conseguir realizar una pauta dietética adaptada a tus necesidades sin querer conseguir los resultados de forma rápida o insana. Escuchando al cuerpo, disfrutando del proceso, confiando en ti y tu dietista de cara a conseguir los objetivos de salud que os marquéis.

      Afecta también el sobrepeso al autoconcepto, autoestima y percepción corporal. Y todo esto influye en las emociones, pensamientos, acciones... Y estas, a su vez, siguen retroalimentando ese sobrepeso. A veces, es difícil encontrar dónde empieza el problema.

      ¿Y qué hacemos ahora para solucionarlo?

      La mayoría de historias empiezan por un «de pequeña estaba gordita» o «nunca había tenido sobrepeso pero tampoco estaba delgada» y pasaron por burlas y comentarios hacia el físico por parte de otras personas (ya sean compañeros de clase o adultos de la familia, profes...), por experiencias que promueven una mala relación por la comida... Y aunque todo eso determina muchas creencias y formas de ser y actuar, piensa en la adulta que eres ahora, con los recursos que tienes ahora, con tu vida actual...

      1.3. AUTOCUIDADO

C:\Users\Naturhouse\Downloads\Tienes tu momento zen_.png

      ¿Cuánto hace que no tienes un momento zen? ¿Cuánto hace que no respiras profundamente unos segundos? ¿Cuánto hace que no meditas? ¿Cuánto hace que no te sientes en paz contigo misma? ¿Cuánto hace que no dejas de pensar en todos menos en ti? ¿Cuánto hace que no paras en todo el día y pasan los días sin darte cuenta de que no vuelven? ¿Cuánto hace que te necesitas? ¿Cuánto hace que no sabes qué pasa por tu cuerpo? ¿Cuánto hace que no sabes de ti? ¿Cuánto hace que no haces algo por cuidarte?

      A veces hace falta parar y observar para poder conocerte mejor y poder canalizar, organizar o crear un plan de acción para mejorar todo aquello que te falta o necesitas en tu vida. Autocuidado no es solo ponerse mascarillas o cuidarse físicamente.

      Autocuidado puede ser: ver, tocar, sentir, estar cerca del mar, tomar el sol y sentirlo en la piel, una ducha caliente, un masaje, ponerse cremas, bailar, caminar, tomar algo/comer algo rico o diferente con gente que quieras, abrazar y besar a tu pareja, acariciar a tu mascota… Puede ser simplemente estar presente en tus acciones.

      Autocuidado puede implicar a otros también, no solo a ti, lo importante es que por ti misma consigas fuentes suficientes de autocuidado para conseguir un buen nivel de amor propio, felicidad, bienestar, tiempo para ti... No solo trabajar, estudiar, tareas de casa, responsabilidades y todo hacia fuera.

      Otras formas de autocuidado muy recurrentes son hacer deporte, cocinar, pintar, dibujar, escribir, oler aceites esenciales, darse un baño, baño de pies, meditar, hacer respiraciones profundas, leer, regar las plantas, abrazar árboles, ver vídeos de tu interés, hacer yoga, dedicarse un momento para parar y simplemente estar y disfrutar de las vistas/momento/sensaciones presentes…

      CHUTE DE ENERGÍA

      ¿Notas que necesitas un chute de energía, que vas a medio gas y no tienes fuerzas ni ganas de... Ejemplos: empezar el cambio que necesitas/hacer lo que te habías propuesto/ser constante en un propósito/seguir tu dieta/entrenar con ánimo...?

      Quizás puedes revisar qué cosas te absorben energía:

       ¿Te preocupas en vez de ocuparte en hacer aquello a lo que tanto le das vueltas?

       ¿Tienes varios frentes abiertos y llevas demasiadas cosas a la vez?

       ¿Te distraes con cosas que no son importantes como las redes sociales, mirar el móvil constantemente...?

       ¿Tienes


Скачать книгу