A la sombra del asombro. Francisco Claro
dejo planteada como un abre apetito para que mi lector se aventure en otras lecturas de este tema, cuyos detalles escapan las posibilidades del breve paseo por el sendero que juntos estamos recorriendo.
La danza de Mercurio
Newton y Einstein, Einstein y Newton. Son dos nombres que van juntos en la historia de las ideas, dos figuras geniales. Dos seres que, siempre a partir de los hechos, de lo que uno ve a su alrededor y otros han finamente medido en sus laboratorios o mirando al cielo, desarrollaron teorías sorprendentemente simples, hermosas y eficaces. Dos personas que creyeron en la existencia de una verdad y la buscaron en la soledad de su intelecto y con la fe de que la naturaleza está misteriosamente sometida a la lógica y a la razón. Por lo demás, es lo que procuramos los que trabajamos en estas cosas, sólo que Einstein y Newton, Newton y Einstein… lo hicieron tanto mejor que el resto.
¿Suerte? Es cierto que la tuvieron, que vivieron en tiempos especiales que clamaban por que se hiciese lo que hicieron; pero esto no basta. No sólo se necesita estar bien ubicado en la historia y tener talento matemático sino que además se requiere la habilidad para elegir problemas importantes, y la pasión y perseverancia para buscar tenazmente su resolución. Sabemos que lo hicieron ellos y no otros, porque fueron en su tiempo los mejores. ¿Únicos en la historia? No, quizás algún niño de hoy conforme mañana un buen trío con ellos. ¿Por qué no?
La teoría de la relatividad especial es una formulación de las leyes de movimiento que incorpora en forma natural las diferencias que se perciben sobre masas, distancias y tiempos cuando unos se desplazan respecto de otros. La mecánica de Newton (sus famosas tres leyes) se obtiene de esa teoría cuando las velocidades son pequeñas en comparación con la de la luz. Es una aproximación excelente en la mayoría de los casos; por ejemplo, para que la corrección a la física de Newton alcance un uno por ciento, la velocidad relativa entre el que observa y el sistema en que ocurren las cosas debe ser un séptimo de la velocidad de la luz, más de ciento cincuenta millones de kilómetros por hora, ¡harto grande!
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.