Excursión al hombre violento. Timoteo Marquez
fácil salir. Con la utilización de la violencia, el empobrecimiento comenzará a dejar sus huellas, la vulnerabilidad hará su aparición, pasando a vivir en una situación de rigidez tanto para el violento como para el resto del conjunto. La decadencia grupal no tendrá fin, aparecerán las enfermedades y se multiplicarán, le seguirán los problemas económicos, desaparecerán las oportunidades de edificar una familia con una base sólida y proyección futura. Las discusiones se transformarán en humillaciones de manera constante; para luego pasar a otros tipos de malos tratos, hasta culminar con la pérdida de vidas.
Cuando un individuo maltrata a la mujer, este acto tiene consecuencias muy dolorosas no solo para las personas que resultan ser víctimas directas, quienes sufren las humillaciones que las desestabilizan emocionalmente, sino también para todas aquellas otras que indirectamente tienen algún vínculo con el grupo. El hombre violento lleva esta actitud también a su ambiente laboral donde va dejando marcas que lo irán marginando; su trabajo no será demasiado productivo ni de calidad, lo mismo que la relación con sus compañeros. En definitiva las consecuencias son perjudiciales tanto para el individuo como para el resto de la familia no conviviente.
DÓNDE SE FORMA
UN HOMBRE VIOLENTO
El hombre violento se forma en el seno familiar. Allí se generan las condiciones y circunstancias para que el individuo incorpore a su inconsciente todo el repertorio de maldades que luego desplegará, durante su niñez, recrudeciendo al abandonar esta etapa e iniciar su ciclo de la juventud, extendiéndose a la vida adulta. Ante algún conflicto que encienda el fuego para el comienzo de la descarga emocional9. Habrá una transformación en su comportamiento, se olvidará de las buenas costumbres, de la buena educación, del buen trato que hasta entonces tenía oculto. El cariño, el amor, todo lo bueno que sentía, a partir de este momento quedarán de lado y comenzará una etapa de muchos problemas y decadencia hasta llegar al castigo corporal.
Son muchos los factores que inciden para la formación de un hombre violento. El más importante es el trato que la madre recibe durante su embarazo. Desde el primer día de gestación se inicia la etapa en donde el embrión comenzará a absorber lo que a la madre le suceda o haga; una madre consciente y con deseos de generar una nueva vida se preocupará totalmente por ese niño por nacer, le brindará todo su cariño, atención, cuidados, lo único valioso para ella es ese ser que lleva en su vientre materno. Durante nueve meses se abocará a la atención y protección de su bebé. Mientras que una madre que ha carecido del afecto en su formación como mujer posiblemente obrará de manera diferente, conforme a su situación. Es probable que haya problemas de alimentación, consumo de estupefacientes, cigarrillos, o alcohol, de la misma manera si su pareja es alcohólico, drogadicto, fumador o con características de hombre violento. Todo lo negativo que a la embarazada le suceda, le sucederá a la persona alojada en su interior de madre, por ello es tan interesante que, al conocerse la situación de embarazo, sea conveniente que ambos progenitores inicien una protección basada fundamentalmente en el cariño hacia el nuevo ser en gestación. Luego del nacimiento, y hasta alrededor de los tres años10, como lo han dicho científicos, actuales investigadores del cerebro, quedan huellas que le pueden generar serios trastornos; es una etapa en donde es necesario un cuidado muy especial del niño; lo que le suceda en el momento más importante de la formación de su psiquis es presumible que quede grabado en su inconsciente de por vida, lo que lo llevará a actuar de la manera acorde a como fue instruida esa mente.
Todo lo negativo que la futura mamá reciba lo recibirá su feto, desde una simple discusión familiar hasta la falta de alguna necesidad básica, algún altercado en la calle, o un accidente de cualquier naturaleza; el medioambiente adquiere una gran importancia en la gestación del embrión, no es lo mismo una madre que vive en una casa precaria con instalaciones deficientes, con peligro de derrumbes, donde pululan los roedores, los insectos, también carente de elementos de confort o comodidad, de protección del frío, del calor, al lado de sectores pocos propicios para la convivencia de la gente, basurales, sectores inundables, inexistencia de agua potable, servicios de salud lejanos e inaccesibles, que vivir en barrios organizados e higiénicos, viviendas aptas para la vida de la gente, con servicios de luz, gas, agua potable, y libre de basurales, además con la seguridad de poseer una obra social que le genere todas las condiciones e instrucciones necesarias para la gestación de un buen embarazo. El uso que se haga del consumo de alcohol, el cigarrillo, las drogas, las discusiones familiares, hasta la forma en como se resuelven los problemas en el hogar, por parte de ambos miembros, se verán reflejados en la salud y en general el bienestar de ese nuevo ser.
Al niño, si en vez de cariño, atención, protección alimentación y respeto, lo trataron sin afecto, con castigos y malos ejemplos como ser peleas entre familiares, gritos entre los mismos progenitores, entre hermanos, si hay alguien que es drogadicto, alcohólico, o fumador dentro del grupo, o si se pasa la mayor parte del día en la calle; esto acrecienta las posibilidades de que ese niño cuando sea hombre desarrolle esos ejemplos como su forma de vida.
La falta de participación de los padres en encuentros comunitarios, la falta de socialización fuera del hogar, la falta de visitas a familiares, son cuestiones que aíslan al ser humano y lo limitan a un pequeño círculo en donde la capacidad para el aprendizaje se achica, puesto que es a partir del diálogo, de la interacción con los otros, de la posibilidad de mirar en los demás cómo van resolviendo sus conflictos, su forma de hacer, su forma de resolver situaciones; el aprendizaje es continuamente incorporado a través de las imitaciones de cómo los demás enfrentan los inconvenientes, las manera de decidir. El aislamiento clausura las posibilidades de la comunicación, por ende el crecimiento tanto intelectual como espiritual se ven limitados. De ser creativos se trata, como dice Bachrach; ya no es posible tener criterios de épocas y siglos anteriores. Todo el mundo ha cambiado, necesitamos modificar, convertir nuestras formas de decidir, realizar nuestra actividad de manera diferente, pensar que en el hacer hay un sinnúmero de alternativas para crear cosas nuevas, teniendo la posibilidad de mejorar ampliamente toda la vida de nuestras familias.
“La eficiencia para aprender algo está relacionada con el ambiente emocional en el cual se está aprendiendo” 11.
El niño que creció en un ambiente de caos y sin una terapia adecuada, ya adulto tiene más posibilidades de transformarse en un maltratador. Esto se podrá comprobar en el trato a sí mismo o a terceros. El maltrato se dará en cualquier tiempo y lugar, además de que no hay barreras entre niveles sociales. Las peleas y conflictos se suceden y presentan en la gran mayoría de los hogares, no hay discriminación entre uno de ricos, otro de no ricos, aunque por las consecuencias que a la sociedad afecta, en los hogares de mayor formación intelectual y de poder económico, se encuentran y surgen los hombres más violentos. La violencia está enquistada en casi todos los espacios familiares, laborales, educativos, profesionales, políticos y por donde el hombre transite.
Cuando se observa a un albañil trabajar en su profesión, donde tiene que desarrollar una gran fuerza física; también cómo va diseñando todo su plan diario de tareas, resolviendo todos y cada uno de los inconvenientes que le van surgiendo; se puede apreciar con admiración su destreza, conocimiento e inteligencia. De la misma manera la gran mayoría de los hombres que diariamente trabajan, y ocupan los espacios laborales desarrollan una inmensa creatividad. Muchos resuelven los problemas que un ingeniero, un economista o cualquier otro profesional no lo puede hacer; todo ese caudal de inteligencia y capacidad para resolver de manera eficiente dentro de su actividad laboral y la toma de decisiones no se plasman de la misma forma en el seno del hogar y quehacer familiar. Tienen una gran habilidad e inteligencia para superar cualquier inconveniente complicado y en el lugar del trabajo, donde pensamiento y manos actúan con una gran armonía y destreza. Pero muchos carecen de la fortaleza para trasladar esas mismas formas al interior del hogar; aquí las decisiones son diferentes, se transforman al llegar a su casa, cuando ven a su propia familia, optan por la aplicación y despliegue de la violencia, donde quedan atrapados con esos ejemplos los menores.
9 Alice Miller. Salvar tu vida, Tusquets,, Buenos Aires, 1.ra ed., 2009, p. 239.