Despertar contemplativo. Carlos Samaniego

Despertar contemplativo - Carlos Samaniego


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unido a su Padre, y lo desabrido y doloroso que es vivir lejos, Jesús es el mismo rostro del Padre y el Padre del Hijo, el Hijo busca la gloria del Padre, y el Padre quiere glorificar al Hijo, si no, de dónde le dice a Felipe: “El que me ha visto a mí, ha visto a mi Padre”. Y cuando Jesús veía demasiados exhaustos a sus discípulos, los apartaba y se los llevaba a lugares retirados, para que no carecieran de cimientos sólidos, dándoles a comprender que el verdadero centro es amarle y adorarle.

      Dios no es un Ser caprichoso, no está movido por la vanidad, le mueven el amor y sabiduría eternos, ya que todo lo creó por amor. Es el que ama desde el origen, no como el hombre que ve y luego ama. Para poder comprender este gran misterio, manifiesto para los humildes, captado y vivido por santos y mártires, es sustancial vaciarse de todo, quedar como una tabla lisa en la cual pueda tallar sus divinos designios.

      Existen múltiples ejemplos de personas que se abandonaron a este camino y el universo les proveyó de todo lo necesario para seguir adelante. Una vez que sales no hay retorno, ningún árbol muere sin regalarnos sus frutos, como el ave no queda en su nido eternamente porque ha nacido para surcar los cielos. Tú has nacido para amar, cuando no amas, tu corazón es el primero que nota la discordancia. Es más fácil detectar síntomas del cuerpo insano que de las propias emociones, la mente es una maraña de conflictos. Debes aprehender el presente, cada segundo como si fuera el último, de manera que no te costará discernir cuando tus pensamientos se desalinean de tu yo.

      Él ahora tiene tanto poder, semejante a las olas del mar, sientes su vibración en tu interior. Es aceptar conscientemente todos los bienes. La mayoría de las personas no comprenden su verdadera naturaleza, lloran, gimen, esperando que otros solucionen sus problemas. Pero hasta el más iluminado, altruista, buscará la manera de encender la llama de tu interior, te impulsará a que despiertes y uses tus dones.

      Sé original, permítete ser medio tonto, jugar y soñar. Vivimos en el planeta de la hipocresía, donde no hay espacio para ser espontáneo. “Estás demasiado grande para hacer esto o aquello”. “Eres muy chico para opinar”. “Tienes que estudiar o serás un don nadie”. Limitamos sin cesar, poniendo trabas absurdas, siguiendo reglas anticuadas y destructivas. Sé simple, porque Dios es simple. Vive y ama para que todo tu obrar sea un reflejo de lo puro, da un salto de calidad, súmale dedicación y esfuerzo hasta que tu corazón se embellezca.

      Abrirte a la magia universal es todo lo que te puedo exigir, si ya lo haces no puedo pedirte más; pronto abrirás el portal a la eternidad, que no es otra cosa más que tu corazón dispuesto. Te unirás al cosmos, al cielo y al grano de arena, a los rayos de sol y árbol florido, serás viento y estrella, una música y un aroma exquisitos. Una simbiosis entre lo fugaz y lo eterno, entre la máxima gloria y quien quiere poseerle desde este errante suelo.

      Que tu mayor anhelo sea amar el amor, cultivarlo, y una vez saboreado, guárdalo como un tesoro en tu pecho. No hay belleza más excelsa que sentirte como heredero, afortunado de poseer el bien de todos los bienes. Eso te convierte en un hombre completo, en la manifestación viviente de la eterna abundancia.

      No esperes a caer en alguna desgracia para aceptar tu naturaleza espiritual, cuando te sientes eufórico y exitoso en ciertos momentos de tu vida, es buen momento para agradecer y unirte a la fuente, y de ahí multiplicarás al ciento por uno todo lo que emprendas. Un artista apasionado tiene una gama de herramientas a su disposición que lo ayudan a elevar la calidad del trabajo; el poeta se desvela leyendo poesías y el pintor madruga para colorear el lienzo, todo artista aspira a la perfección máxima. Y el amor por simpleza también puede estancarse y cobrar miles de formas y matices, sin llegar a ser obra maestra moldeada por el hombre. El amor es semejante al arte, que precisa pulirse y refinarse. La contemplación convierte el milagro, contempla desde ti y escúchate.

      Los antiguos iluminados describían la contemplación como “descansar en el Señor”, “entrar en su reposo”. Es de entender que la quietud juega un papel fundamental tanto del cuerpo como de la mente. Tienes que crear un ambiente acogedor, te resultará más fácil. No existe una fórmula mágica para esto, sé abierto y manso, prepara el encuentro, como cuando la novia espera al novio con anhelo.

      El hombre es un portal, su corazón lo es, aquí nada que ver tiene la mente, la mente solo trae retazos de lo que ya sabemos, pero cuando ella calla surgen la revelación y el conocimiento genuinos. Hasta la imaginación en el estado contemplativo es una inducción fluida, porque el espíritu que lo mueve es el mismo que crea los mundos, es en resumen el espíritu de hombre libre.

      Si como nos dice la Escritura, Dios está en su reposo y todo consumado, todo, hasta el más pequeño ser viviente está en estado contemplativo. Cuando Dios dijo: “Hágase la luz”, las glorias del universo despertaron, asimismo se registró la luz en todos los seres que habitaron la tierra. La luz es la herencia, para todo el que despierte. No es una luz que salva a unos y a otros arroja al precipicio, no hay tal infierno como supone la gente, el infierno no es más que un estado. “Los ángeles ven continuamente el rostro del Padre”, y contrario a ellos los condenados sufren penas por libre elección. Así como los justos comparten una misma corona, que es el amor, los que no supieron amar son atraídos por almas de la misma condición.

      Si por libre albedrío se forja el carácter del ser humano y no es salvo si no se quiere salvar; y será salvo más bien por la elevación de sus virtudes. Es incompatible que la falsa religión quiera elevar a la criatura en detrimento de su propia naturaleza, que necesita captar la verdad para vivirla y no el condicionamiento al que es expuesto. Es en esencia la viga en el ojo propio que advierte la paja en el ojo del hermano, es tal falsedad querer rendir culto a Dios cuando no hemos entrado en nuestra propia morada.

      De aquí parte la frase de: “Dejar la ofrenda y reconciliarse con el prójimo”. ¿Cómo adorar si tu mente se dispersa y tu ser se encuentra dividido? Muy pocas personas entienden que prójimo en tales líneas se refiere a la mente que por no estar renovada solo acarrea conflictos. La mente debe ser transformada con pensamientos nobles, para que todo sea lo mismo, el yin y el yang, izquierda y derecha. Aquí comparto con firmeza que los pensamientos tienen un potencial que pocos llegan a comprender, por pensamientos atraemos estados similares al enfoque predominante.

      Como dice Nietzsche, es mejor decirle a un hombre insensato que pecador, poner a un hombre en condición de pecador, observando su falta una y otra vez, solo acrecentará su humillación como debilidad para erguirse y salir de su ceguera. “Que el débil diga: soy fuerte”. Esto es, que sienta como hombre libre y así ha de ser. Por esto muchas personas luchan interminablemente con sus errores, sin conseguir progreso, al ir en reversa a la fuente, esta, en lugar de elevarlos, los arroja a la miseria.

      Aquí me gustaría hacer un alto y hablar de tales almas que solo son movidas como las hojas por el viento otoñal. Ellas en verdad piensan que el destino o el azar es el que mueve sus acontecimientos, pero el hacedor de tu destino eres tú, nadie tiene más influencia sobre los sucesos pasados, presentes o futuros como tu propia creencia.

      Mi intención es que comulgues con Dios, que su fuego te consuma progresivamente; que abandones las sandalias del mundo y a pies descalzos llegues al monte inmaculado, monte perfecto. Desprenderse de los bienes terrenos sin poner en ellos el corazón es importante, no obstante, no tan esencial como avanzar interiormente; en ocasiones el alma deja polvo y se llena de orgullo y vanidad, cae en las redes de la gula y la soberbia espiritual que son mucho peores.

      El Señor puede obrar en un pobre miserable, que toda su vida no fue más que un conjunto de errores, puede convertir esa negrura en un alma más blanca que la nieve recién caída en la tierra. Le es más difícil obrar en un soberbio, dado que la soberbia es la raíz de todos los males, el soberbio se cierra al amor y a las constantes invitaciones. Y como ejemplo de esto, Jesús da la parábola del fariseo y el publicano, concluye diciendo que: “Todo el que se ensalce será humillado; y el que se humille será ensalzado”.

      La vida espiritual, la verdadera doctrina espiritual, es humillante para el mundo, es insípida y pesada. Es pesada porque no avanza a la vista terrenal, es incomprendida precisamente porque no es experimentada y vivida. Quien no tiene noción del fuego no sabrá que irradia calor, así es con el que se mantiene lejos, o solo se queda rondando de vez en cuando la mesa de


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