Cazador de narcos. Derzu Kazak
aprovechar los elementos recogidos en el mar por el patrullero. Y sobre todo identificar al piloto. En ese aspecto la suerte estuvo de nuestro lado. La parte recuperada nos permitirá hacerlo en forma fehaciente. Para eso están ustedes aquí.
Parker abrió su viejo pero excelente portafolios de cuero de tapir, y repartió a cada uno un cuestionario y un plan de acción.
—Carl, tú te encargarás de la autopsia del piloto y de su identificación. Todos los datos que puedas aportar sobre su persona y sus pertenencias. Analiza los restos del explosivo que encuentres en su cuerpo y lo identificas. Busca restos de drogas, tanto en su sangre como en el exterior del cuerpo. Mantenlo congelado en la morgue en forma absolutamente secreta. Tú debes tener la llave del freezer. En ese pequeño paquete nadie pensará que hay un cadáver...
—Albert, tu tarea es detectar si en algún lado se escuchan rumores de un avión desaparecido. Cubre la zona colombiana, venezolana y panameña. Quién lo busca y quién era el piloto. Además de todos los datos que puedan vincularse a este hecho.
—Andrés, te encargarás de clasificar los restos del avión. Identifica modelo y marca; verifica, además, el tipo de explosivos y si hay restos de drogas u otras sustancias.
—Williams, estudia el instrumental del avión y su capacidad operativa. Me dicen los muchachos de la patrullera que es muy sofisticado para una avioneta de los narcos. Sistemas de comunicación. Alcances. Frecuencias prefijadas y todo lo usual. Verifica si ese tipo de avión fue detectado anteriormente entre los narcos.
Lo tratado en esta reunión se considera top secret. Debemos pensar que cuando ocurren estos hechos, es porque existe algún problema en el equipo contrario. Sus problemas son nuestros placeres. Los narcos han crecido desmesuradamente en los últimos años. Nos han ganado la carrera. No desaprovechemos los pocos errores que cometen. Es hora de que nosotros les reventemos un avispero en las narices.
Capítulo 4
Morgue de la DEA – Miami
Los RESTOS del piloto fueron colocados sobre una mesa de acero inoxidable. El doctor Stenmark y sus ayudantes procedieron al análisis de cada fracción con todos los instrumentos del superlativo equipo del laboratorio.
Le quitaron el casco, la ropa y sus pertenencias: un anillo, una cadena con crucifijo y el reloj de pulsera, que pasaron a otro laboratorio específico. Debían buscar procedencia, residuos de todo tipo y medidas de talla. Serían comparadas con las obtenidas por los médicos sobre el pedazo de cadáver. Los resultados empezaron a llegar a manos del comandante.
ANÁLISIS DE SANGRE:
Corresponde a una persona perfectamente sana. No tiene residuos de droga ni alcohol.
Grupo cero positivo.
Seguía una serie de datos de cada uno de sus componentes.
ANÁLISIS ÓSEO:
Corresponde a una persona entre 38 y 42 años.
Buen estado de salud y alimentación.
Estatura aproximada: un metro ochenta centímetros. Peso aproximado: setenta y ocho kilos.
Contextura: atlética.
Otro listado completísimo de componentes, con verificación de ADN y genes.
ANÁLISIS CABEZA:
Raza blanca de rasgos latinos. Ojos negros.
Pelo castaño oscuro, casi negro.
Lunar pequeño en labio inferior, zona izquierda.
Dentadura con tres molares amalgamados.
Orejas medianas. Nariz recta. Cara oval.
Se radiografiaron todos los huesos disponibles desde diferentes ángulos. Secciones de tomografía y resonancia magnética.
ANÁLISIS DE MANOS:
Dedos fuertes más bien delgados. Uñas cortas.
Tenía un anillo en mano derecha de postura reciente, pues no había diferencia de tostado en el dedo ni marca de uso prolongado.
Vello abundante y oscuro.
Piel flexible, sin señales de trabajo pesado.
Los detalles llenaban varias carillas escritas en el computador, donde todos los datos fueron archivados. La cara y las manos fueron abundantemente fotografiadas y se le pidió al computador que completase el cuerpo faltante en función de los datos reales. Un pedido muy simple, si se tiene en cuenta que a veces le ordenaban dibujar todo el individuo con un cráneo suelto.
Los moldes de sus dientes fueron impresos y las huellas dactilares tomadas. La identificación sería rápida y con total seguridad. La única demora surgía de la falta de algunos datos que estaban en Colombia. Las huellas digitales se obtuvieron de los visados de ingreso a los Estados Unidos, pidiendo juntamente con las de otras miles de personas para no despertar sospecha...
CASCO DE PILOTO:
Procedencia norteamericana. Último modelo tecnológico usado en cazas militares. Sistema de visualización nocturna de alta calidad incluida (HMD, helmet-mounted display)
Residuos de explosivo militar de alta energía. Huellas dactilares de ambos costados.
Restos de tierra y polen en interior. Procedencia: Colombia, zona Villavicencio y norte de Cali. Polen de plantas selváticas tropicales variadas. Parte frontal con dibujo a mano de un águila real con las alas extendidas. Autor desconocido, con mucha habilidad para pintar en acrílico.
ANÁLISIS DEL EXPLOSIVO UTILIZADO:
Corresponde al grupo de los nitrocompuestos aromáticos.
Sesenta por ciento de RDX, explosivo tipo nitraminas alifáticas. Químicamente ciclotrimetilentrinitramina (hexógeno), cuarenta por ciento de trinitrotolueno –TNT– contiene algo de cera como desensibilizante.
Se denomina en el mercado composición “B”, aunque por la presencia de iones aluminio podría tratarse de la composición aluminada Torpex, mezcla de hexógeno y trilita.
Forma de colocación: En las espaldas del piloto, detrás de su asiento.
Se encuentran partículas del mismo incrustadas en sus restos.
Sistema: carga hueca. Se aplicó por seguridad el efecto Monroe: el hueco producido en la carga de un explosivo detonante produce un reforzamiento puntual de la acción de este explosivo. Es lo que hizo volar el centro del tórax y lo partió en dos, dejando la cabeza y brazos sin sentir ese efecto. La, carga fue diseñada de forma cónica, quizás con revestimiento metálico interior.
No se tienen elementos para el análisis, pero la forma destructiva apunta a que una parte interior de la masa sufra una fuerte extrusión y sea lanzada hacia adelante a una velocidad superior a la detonación del explosivo.
Su velocidad es de unos diez mil metros por segundo. Salió en forma de chorro delgado. Capaz de perforar paredes de acero. Detrás le siguió la masa gaseosa como un fuerte haz muy turbulento que produjo importantes efectos del otro lado y grandes temperaturas. Su velocidad es de unos seis mil setecientos metros por segundo. Los explosivos son de uso militar. Han usado una carga correspondiente al bazooka.
Deducimos esto a partir de que el cadáver tiene más materia en la espalda que en el pecho.