De la Independencia a la Revolución. Guillermo Beato
Índice de contenido
Interpretaciones del siglo XIX
Los problemas inmediatos. Situación internacional
Las actividades económicas. Agricultura. Minería. Artesanía. Industria
Sobredimensión de las actividades especulativas. Finanzas, iglesia y comercio
El pensamiento económico. Situación internacional
Presentación
LOS 13 TOMOS DE ESTA OBRA conforman una historia económica de las poblaciones que han habitado lo que hoy es el territorio de la república mexicana. Comienza con la llegada del hombre y termina en el año 2000, pero la mayor parte del texto está dedicado a los cinco siglos que comprenden el periodo colonial y las épocas moderna y contemporánea del México independiente.
Es una narración y una descripción de los diferentes modos en que los pobladores de esta región se han organizado para producir, distribuir y consumir bienes y servicios, una historia muy larga y accidentada que cubre más de 20 000 años y cuyos sujetos sociales son la banda, la tribu, las civilizaciones tributarias, la compleja sociedad colonial y, finalmente, la nación soberana que se configuró en el siglo XIX y que ha llegado a su plena madurez sólo en el XX.
En su elaboración participaron 16 autores; cada uno escribió su texto de acuerdo con sus propios criterios y su visión del tema que le correspondió desarrollar. Sin embargo, hubo un intenso trabajo colectivo de intercambio de ideas, opiniones y materiales que acabó reflejándose en ciertos enfoques comunes. En múltiples reuniones se discutieron guiones, manuscritos iniciales y textos finales. Temas como la periodización, las fuentes, la relación entre análisis y narración fueron objeto de largas discusiones.
La obra se inspira en los principios de la economía política que considera que las relaciones económicas, sociales, políticas y culturales forman un todo inseparable y que el objetivo de la historia económica es captar la forma en que estas relaciones se entretejen en el desarrollo económico, que es el objeto de su estudio. La Historia económica de México se propuso sintetizar los resultados de infinidad de investigaciones particulares especializadas y ofrecer al lector una visión coherente de conjunto, basada en el conocimiento actual de los temas abordados. Esperamos que todos los interesados en la historia económica, pero especialmente los estudiantes de economía e historia, encuentren en ella tanto una obra de consulta como un marco de referencia y una fuente de inspiración teórica para nuevos estudios.
La obra introduce un enfoque doble que se propone abordar, a la vez, el estudio de los sistemas económicos que caracterizan cada etapa del desarrollo y la evolución de algunas ramas de la economía, con sus particularidades a lo largo de los últimos cinco siglos. Este enfoque está sustentado en la hipótesis de que el desarrollo de la economía es, al mismo tiempo, desigual y combinado. De que si bien las partes dependen del todo, tienen también una dinámica propia; que los tiempos del sistema no siempre coinciden con los de sus componentes.
Los primeros seis volúmenes describen la evolución de los sistemas económicos de cada periodo. El primero está dedicado a la historia antigua y el segundo a la época colonial. El tercero cubre el siglo XIX y los siguientes tres el siglo XX, examinando la Revolución mexicana y sus efectos: la industrialización orientada por el proyecto desarrollista y la integración de México al proceso de globalización, dominado por las ideas del neoliberalismo.
Los siete textos siguientes cubren los temas de la población, el desarrollo regional, el uso de los recursos del subsuelo, la agricultura, la industria, la tecnología, así como los transportes y las comunicaciones a lo largo de cinco siglos, cada uno con sus rasgos distintivos.
Este proyecto pudo realizarse gracias al auspicio de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al soporte financiero del Programa de Apoyo a Proyectos Institucionales para el Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME). Agradecemos al licenciado Juan Pablo Arroyo Ortiz, entonces director de la Facultad de Economía, su apoyo y participación entusiasta; asimismo dejamos constancia de nuestro reconocimiento al doctor Roberto I. Escalante Semerena, actual director de dicha Facultad, por su interés en la publicación de esta obra. Esta edición no hubiera sido posible sin la iniciativa y la perseverancia de Rogelio Carvajal, editor de Océano, y su eficiente equipo de trabajo. Y no podía faltar nuestra gratitud más sincera al maestro Ignacio Solares Bernal, coordinador de Difusión Cultural, y al maestro Hernán Lara Zavala, titular de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM y a sus colaboradores, por su asistencia, siempre amistosa y eficaz, para la presente publicación.
México, 3 de noviembre de 2003
ENRIQUE SEMO
Interpretaciones del siglo XIX
LA TEMÁTICA DE ESTE APARTADO, más que un recuento pormenorizado de las cuestiones sectoriales del periodo 1821-1910 —que de hecho se tratan en los respectivos capítulos—, aborda problemas referidos a aspectos sectoriales parciales, y se enfatizan algunos asuntos esenciales no incluidos en otros ensayos, lo que puede complementar los variados temas del periodo incluidos en esta obra. Consecuentemente interesa mencionar el diverso peso relativo que las actividades agropecuaria, artesanal, minera e industrial —en especial la textil— alcanzaron, en el contexto económico que las abarca, y destacar los alcances y límites de algunas formas de producir (dime cómo produces y te diré quién eres). Esto invita a reflexionar acerca de qué tipo de sociedad era la del México decimonónico y del por qué de la incapacidad para generar conocimiento científico y técnico avanzado y la imposibilidad de crear medios de producción modernos.
Otra cuestión necesaria para una mayor aproximación panorámica sobre las condiciones económicas es el tema financiero, por lo cual se hace referencia a la deuda externa; a la sobredimensión de la capacidad especulativa de quienes disponían de dinero (agiotistas, comerciantes-financistas y otros), amparados por un "mercado" enrarecido de capital; a la Iglesia en tanto entidad financiera de gran relevancia; a la banca institucionalizada en el porfiriato, señalando el autopréstamo o el favoritismo y la manipulación crediticia en beneficio de una minoría extrema, y el premonitorio salvamento de bancos incumplidos a costa del Estado, con el consiguiente incremento de la deuda externa.
Imbuida de la tónica especulativa reinante en ciertos sectores encumbrados se destaca la actividad comercial como vía frecuente de acumulación, dada su potencialidad para absorber excedentes y bienes diversos de otros sectores, y también por trascender a otras actividades incluso productivas como la textil-fabril, la agropecuaria, la minero-metalúrgica y otras. Es decir, que ciertos grupos mercantiles diversificaban su participación actuando simultánea o alternadamente en distintos frentes económicos, al igual que otros grupos sociales con la misma dinámica, integrantes todos de una clase dominante bastante disímil en su composición. En este