Los dos demonios (recargados). Daniel Feierstein
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Contents
1 ExLibris
2 Portada
3 Creditos
10 CAPÍTULO 6
12 Bibliografia
Landmarks
1 Cover
Feierstein, Daniel
Los dos demonios (recargados) - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Marea, 2018.
Libro digital, EPUB - (Historia Urgente / Constanza Brunet; 66)
Archivo Digital: descarga
ISBN 978-987-3783-84-5
1. Ideologías Políticas. 2. Terrorismo de Estado. 3. Derecha Política. I. Título.
CDD 320.5
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Edición: Constanza Brunet
Coordinación: Florencia Jibaja Albarez
Corrección: Mónica Campos
Diseño de tapa e interior: Hugo Pérez
Armado de interior: Brenda Wainer
Fotografía de tapa: Marcha del 24 de marzo de 2017, en Buenos Aires, a 41 años del Golpe. © Facundo Geli
© 2018 Daniel Feierstein
© 2018 Editorial Marea SRL
Pasaje Rivarola 115 – Ciudad de Buenos Aires – Argentina
Tel.: (5411) 4371–1511
www.editorialmarea.com.ar
ISBN 978-987-3783-84-5
Depositado de acuerdo con la Ley 11.723. Todos los derechos reservados.
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento sin permiso escrito de la editorial.
A Cachito Fukman,
porque siempre estuviste en todas estas luchas,
porque seguramente no estarías de acuerdo conmigo
(otra vez), porque igual nos daríamos un abrazo,
porque todo se nos hace infinitamente más difícil sin vos.
CAPÍTULO 1
De los dos demonios a su versión “recargada”
Mucho se habla de la “teoría de los dos demonios”. Casi siempre se la utiliza como un insulto o una forma de descalificación: “No, callate, eso que decís es la teoría de los dos demonios”, se afirma. Y del otro lado muchas veces se responde: “No es que quiera caer en la teoría de los dos demonios, pero...”, y entonces se formula algo más o menos parecido a la teoría de los dos demonios, pero que no quiere asumir dicha filiación porque, y en esto algo se ha aprendido en estos años, una de las construcciones de la memoria colectiva argentina es que la “teoría de los dos demonios” no es algo a lo que esté bien adherir. Y, por lo tanto, nadie asume su defensa explícita.
Más allá de las descalificaciones o el intento de escapar de ellas, no está claro de qué se trata esta teoría de los dos demonios. No hay casi materiales académicos ni de divulgación que se hayan propuesto explicar, discutir, confrontar con estas ideas. Y entonces el término ha sido más bien un mantra descalificador que un concepto que permita comprender cómo funcionaron y funcionan determinadas visiones sobre el pasado.
Resulta significativo constatar que hace ya unos años que la expresión “teoría de los dos demonios” tiene su propia entrada en Wikipedia. Sin una definición precisa y sin mencionar ningún libro que se dedique al tema en profundidad, las referencias se limitan a textos sobre la memoria colectiva argentina y, por supuesto, a la remanida cita al prólogo que se supone escrito por Ernesto Sabato1 para presentar el informe Nunca más de la conadep, y al que se considera algo así como el máximo apotegma de la teoría. Incluye también citas del nuevo prólogo, escrito por Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Mattarollo en 2006, precisamente para “refutar” a la teoría de los dos demonios.
Dada la falta de reflexión sobre el tema, se intentará en este libro un análisis de los fundamentos principales que constituyen esta “teoría”, intentando comprender no solo sus planteos, sino situar históricamente sus orígenes y a qué necesidades históricas respondía, así como también qué logros obtuvo y qué dificultades generó para la construcción de una memoria colectiva del pasado represivo en la Argentina. Pero también se buscará, simultáneamente, poner esta teoría en diálogo y contraste con su reaparición y transformación en la última década, en aquello que se llamará su “versión recargada”. Esto es, la utilización de las lógicas implícitas en la teoría de los “dos demonios” en un contexto distinto y con otra intencionalidad, mucho más grave que la de su versión original.
De los 70 al “Prólogo” del Nunca más: los argumentos principales de la teoría de los dos demonios
Es difícil situar cuándo comienzan a utilizarse las lógicas que luego serían bautizadas como “teoría de los dos demonios”, pero ya en los tempranos 70 había quienes planteaban los fundamentos de la idea, en la referencia abstracta a “la violencia” como una figura que tendía a homologar las diversas acciones de la insurgencia armada, las tomas de fábricas, las movilizaciones masivas o las “luchas de calles” con los secuestros y asesinatos realizados por organizaciones paraestatales o los fusilamientos e incipientes desapariciones cometidas por las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad.2
Pero sea como sea su genealogía, el eje del planteo es la construcción de un observador “neutral”. El argumento principal de la teoría de los dos demonios no está en los “demonios”. Tampoco en su equiparación. El elemento más importante está en la posición de quien señala, enuncia y denuncia a los dos demonios: una sociedad ajena a ellos, que se percibe y se construye como víctima. Esto vuelve más o menos inútiles o extemporáneas algunas de las críticas, que postulan que no existió una equiparación