La soledad del lector. David Markson
malla metálica; se trata más bien de una construcción de cementerio más tradicional, con altas púas de hierro. El portón de entrada tiene los goznes medio rotos y está torcido.
Los senderos internos son de grava, o lo fueron, desde hace mucho tiempo pulverizada y dispersa.
¿Es necesario explicar por qué está disponible la casa?
Obviamente, de un antiguo guardián o portero.
William Butler Yeats era antisemita.
Una vez un vecino se encontró a William Blake y a su mujer Catherine leyendo en voz alta el Paraíso perdido en el jardín de la casa donde vivían. Sentados y desnudos.
Robert Moses Grove.
Manet fue tan injuriosamente condenado por los críticos que durante un tiempo se sintió demasiado avergonzado como para pedirle a alguien que posara para él.
Antes de hacerse conocido, Cézanne una vez se puso a llorar cuando alguien admiró sinceramente su obra.
Ahora nada, salvo mis libros.
¿Los libros de Haller? ¿De Selkirk?
Los persas emplearon tantos arqueros en las Termópilas que se decía que sus flechas bloqueaban el sol.
A lo cual, un comandante espartano: Mucho mejor, así luchamos a la sombra.
Se sabía que T.S. Eliot, a los treinta y pico, usaba polvo facial verde pálido. Uno de los Sitwell decía que era para lucir como si estuviera sufriendo.
Dietrich Fischer-Dieskau fue prisionero de guerra de los estadounidenses en Italia al final de la Segunda Guerra Mundial.
¿El Protagonista tal vez tendría que haber escrito sus propios libros alguna vez? ¿Sin nombre ni descripción, mencionados casi al pasar?
Alguna vez escribió un par de libros. Fue hace mucho.
Nadie viene. Nadie llama.
Rossini usaba peluca. Cuando hacía frío a veces usaba dos.
De hecho solo dos espartanos sobrevivieron a las Termópilas. A uno lo mataron en el frente en alguna otra parte. El otro se ahorcó en la deshonra.
Cervantes fue recaudador de impuestos durante el equipamiento de la Armada.
Y fue a prisión cuando no le dieron las cuentas.
Je crois entendre encore.
Desde el principio, el Protagonista se familiarizará con la mayoría de las lápidas.
Los padres de Paul Celan encontraron la muerte en campos de concentración alemanes.
Rudyard Kipling alguna vez vivió en Vermont.
Cuando Cesare Pavese se suicidó, varias jóvenes que ninguno de sus amigos había visto nunca aparecieron llorando en su entierro, con la esperanza de ser tomadas por antiguas amantes.
Hacen un desierto y lo llaman paz.
El Caballero de Oros, Invertido: Un Hombre valiente, pero sin Trabajo, Ocioso, Negligente.
Boris Pasternak admiraba tanto a Rilke que llevó dos cartas suyas en la billetera durante décadas.
Ahora nada, salvo los libros del Protagonista.
Eso y las tumbas de desconocidos.
Cuando era lector para una editorial, George Meredith rechazó El camino de toda carne.
Cuando era lector para una editorial, André Gide rechazó Por el camino de Swann.
Santa Hildegarda de Bingen.
¿O acaso el Lector ve al Protagonista viviendo totalmente en otra parte?
¿Una casa aislada en la playa, por ejemplo?
¿Aunque tal vez sin la soledad aún más absoluta que eso podría establecer?
¿Al menos con otros en el piso de arriba? ¿Una mujer? ¿Mujeres?
Mañana va a llover en Bouville.
Preferentemente entradas separadas. La casa podría estar sobre una duna, y que el Protagonista y los otros vayan y vengan por lados opuestos de la pendiente.
¿Y que la entrada del Protagonista esté atrás, una especie de subsuelo? ¿Posiblemente lo que alguna vez había sido el interior de un garage?
Ergo casi nunca vería a estas mujeres, solo tendría conciencia de su proximidad. O las oiría, en ocasiones.
Raskolnikov. Bloom. Mr. Kurtz.
Rochester murió en 1680. No se publicó su poesía completa hasta 1926.
Y aun entonces no estuvo permitida en Estados Unidos.
La lámpara de Flaubert ardía con tanta regularidad en su estudio de Croisset durante la noche que los pilotos en el Sena podían usarla como orientación.
¿O es probable que Raskolnikov al menos a veces los viera desde otras ubicaciones?
En esta casa la misma impermanencia inicial, las mismas cajas.
A los veinte, Bach hizo una peregrinación de más de trescientos kilómetros, a pie, para escuchar tocar el órgano a Buxtehude.
Llévame a algún lado al este de Suez.
Si un escritor debe robarle a su madre, no dudará; la Oda a una urna griega bien vale un buen número de ancianas.
Una persona de Porlock por negocios.
Aldonza Lorenzo.
Raskolnikov escribió algunos libros.
Con ninguno de ellos pasó mucho. En cualquier caso fue hace mucho tiempo.
Jack London se suicidó.
Bruno Schulz iba a su casa con una hogaza de pan cuando la Gestapo lo baleó en la calle.
El Protagonista leyendo. Las oye, ahí arriba.
Mussorgsky murió enloquecido por la bebida.
Todavía existe un listado de los corredores que ganaron los Juegos Olímpicos desde 776 AC y a lo largo de los siguientes 993 años. Los eventos en la historia griega se fechaban de acuerdo con la Olimpíada en la que hubieran ocurrido.
Kant era antisemita.
Esa zona del garage, en la parte de atrás, da solamente a matorrales y arbustos. Hay un sendero que Raskolnikov/Bloom sigue entre las dunas, pero se aleja en diagonal, de modo que casi no es posible ver el piso de arriba tampoco desde allí.
Anaximandro tenía sesenta y cuatro años el segundo año de la quincuagésima octava Olimpíada.
Y así es como Diógenes Laercio lo ubica en una ocasión.
¿Algún tipo de balcón en el piso de arriba daría al mar? ¿De cuán lejos se lo percibiría desde la playa cuando el Protagonista pasea por allí?
Solo un loco bailaría estando sobrio, dijo Cicerón.
He aquí que he oído que hay alimento en Egipto.
¿Cuántos años han pasado del último entierro en el cementerio? ¿Todavía aparecen parientes de los muertos?
Heráclito no dijo que uno no puede bañarse dos veces en el mismo río. Lo dijo uno de sus seguidores.
Heráclito sí dijo, sin embargo, que rezarles a las estatuas de los dioses era como hablarle a una casa en lugar de a su dueño.
Y que las almas huelen en el Hades.
A.E. Housman no vivió en Shropshire jamás en su vida.
Ralph Roister-Doister.
Llevó ocho años vender la primera edición de seiscientos ejemplares de La interpretación de los sueños.
Nuestra hermana, la muerte.
Tal vez que aparezca un deudo solitario,