Manifiesto por el progreso social. Helga Nowotny
la población por debajo de un nivel de consumo de $1.90 dólares al día— se desplomó de 42% en 1981 a 11% en 2013. Esta caída tan pronunciada se debió sobre todo al éxito de China, donde la pobreza ha disminuido drásticamente desde el inicio del proceso de reformas. Algunos lo han llamado el desempeño más espectacular de la historia de la humanidad por lo que toca a la pobreza, pues muchos cientos de millones de personas han salido de esa situación en el transcurso de tres décadas. Se pueden ver patrones similares para muchos países asiáticos como la India tras 1991, Bangladesh en las décadas de 1990 y 2000, y Vietnam luego del año 2000. Por supuesto que la reducción de la pobreza no es uniforme (como discutiremos más adelante), pero el declive de la pobreza a nivel mundial y en los mayores países debe valorarse como un éxito global de las últimas décadas.
FIGURA 1.3. Medio siglo de indicadores sociales
FUENTE: Base de datos del Banco Mundial.
Los datos de las gráficas 1.1 y 1.2 dan una visión monetaria del bienestar, la cual ha sido criticada, con razón, por ser demasiado acotada. ¿Cómo se han desempeñado en el mundo otros indicadores que capturan distintas dimensiones del desarrollo humano? La figura 1.3 presenta datos globales sobre cuatro de esas dimensiones: escuela primaria terminada, mortalidad infantil, mortalidad materna y esperanza de vida.
Es clara la drástica mejoría en todas esas dimensiones durante el último medio siglo. La esperanza de vida ha aumentado de menos de 50 años en 1960 a más de 70 medio siglo después. Este incremento fue apuntalado por una reducción de la mortalidad infantil que se redujo de una tasa de alrededor de 120 muertes por cada mil nacidos vivos a 30 en el mismo periodo. La estimación de la mortalidad materna ahora representa sólo poco más de 200 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. Esta cifra sigue siendo muy alta, pero bajó en comparación con la tasa de casi 400 muertes hace un cuarto de siglo.2 Por último, la tendencia de la tasa de la escuela primaria terminada también es impresionante en el mundo. La tasa ha aumentado de 74% en 1970 a 90% en la década de 2010. En todas esas dimensiones de desarrollo humano, por lo tanto, el mundo muestra éxitos en promedio y en el largo plazo.
Los indicadores no asociados al ingreso que se presentan en la figura 1.3 no captan otros aspectos del progreso social, en particular los relacionados con la democracia. La figura 1.4 presenta algunas tendencias y patrones de dicha dimensión. El primer indicador es, de manera bastante simple, el número de países que son miembros de la ONU. La cifra se duplicó: pasó en 15 años de 51 países en 1945 a 102 y se triplicó la cifra original 30 años después. Esto refleja las olas de descolonización de las décadas posteriores a la segunda Guerra Mundial, lo que representó una luz para el progreso social gracias a las independencias y la autodeterminación de las ex colonias.
Pero la independencia de las antiguas potencias coloniales no necesariamente significa democracia dentro de los países. La figura 1.4 muestra el número de democracias existentes en el mundo, de acuerdo con la categorización de Polity. Lo anterior representa un aumento constante que coincide con las oleadas de descolonización que también se reflejan en el número de miembros de la ONU. Pero vino una ola posterior tras la caída del Muro de Berlín en 1989, cuando el número de democracias saltó de 49 a 56 y luego a 67; este número siguió aumentando conforme la ola se extendió hacia África en la década de 1990. Por supuesto, la democracia formal no significa necesariamente participación popular en el gobierno, lo cual depende de muchas cosas, como el acceso a la información, que ha avanzado muchísimo durante las últimas dos décadas gracias a la propagación de los teléfonos celulares y al creciente contacto social, así como a la coordinación que esto ha permitido. Se dice que la Primavera Árabe se apoyó en Facebook y en Twitter. Las estimaciones indican que la cantidad de gente que usaba redes sociales en 2010 era de mil millones, número que llegó a ser de más del doble en los siguientes cinco años.
FIGURA 1.4. Descolonización y democracia
FUENTE: www.un.org/en/sections/member-states/growth-unitednations-membership-1945-present/index.html (miembros de la ONU); www.systemicpeace.org/inscr/p4v2015.xls (número de democracias).
TENDENCIAS Y PATRONES ALARMANTES
Por lo tanto, en general y en promedio, muchos indicadores del progreso social han mostrado tendencias positivas en el periodo posterior a la segunda Guerra Mundial. ¿Por qué, entonces, hay inquietud y aprehensión sobre lo que se avecina para el mundo? Hay otras tendencias y patrones mucho más alarmantes que motivan el trabajo del Panel Internacional para el Progreso Social. Empecemos con el crecimiento del ingreso per cápita, que ha mostrado fuertes tendencias positivas como promedio global. Esto esconde el pobre desempeño en algunos países respecto al espectacular desarrollo de países como China, la India y Vietnam. Muchos países, sobre todo en África, están sumidos en conflictos armados y claramente no tienen crecimiento de ningún tipo —de hecho, ni siquiera tienen datos de crecimiento disponibles: los servicios estadísticos están entre las primeras pérdidas cuando hay fragilidad en un Estado.
FIGURA 1.5. Pobreza en África subsahariana
FUENTE: Banco Mundial, Grupo de Investigaciones sobre el Desarrollo.
La figura 1.5 subraya un patrón escondido que podría perderse en los promedios globales. Ya hicimos énfasis en la reducción de la proporción de gente que está por debajo de la línea de la pobreza en el mundo en su conjunto, debido a la espectacular reducción de este problema en China. La figura 1.5 muestra la evolución de la pobreza en África subsahariana, que presenta un declive en los últimos 20 años —otra historia de éxito—. Pero veamos la cifra total de gente pobre en África: aunque la proporción de africanos pobres haya caído, la cantidad total ha aumentado en más de 100 millones en el último cuarto de siglo debido al crecimiento poblacional. La proporción decreciente de pobres podrá ser reconfortante, pero el aumento en números absolutos es preocupante, y además es una fuente de presión migratoria y una plataforma para la insatisfacción interna.
Si la caída en la proporción de pobres fuera lo suficientemente rápida, contrarrestaría el crecimiento poblacional y la cantidad total de gente que vive en pobreza disminuiría. Una razón por la cual la proporción de pobres no está cayendo lo suficientemente rápido, no sólo en África sino tampoco en otros lugares, es el aumento de la desigualdad. Cuando las desigualdades aumentan, los frutos del crecimiento no se diseminan a nivel general y el poder del crecimiento para reducir la pobreza se ve afectado, a veces de forma severa. Por lo tanto, hay un círculo vicioso cuando la pobreza a su vez retrasa la transición demográfica hacia tasas de natalidad más bajas. Los patrones de cambio de la desigualdad en el mundo han sido diversos en las últimas tres décadas.3 Latinoamérica ha vivido un declive en la desigualdad gracias a útiles políticas públicas, aunque la desigualdad sigue siendo alta para los estándares mundiales. Asia, por otro lado, ha tenido un crecimiento de la desigualdad en varios países, incluidos China y la India. Una estimación dice que, si el crecimiento asiático se hubiera dado sin un aumento en la desigualdad, 240 millones más de personas habrían salido de la pobreza (Banco Asiático de Desarrollo, 2012). Finalmente, por supuesto, la desigualdad ha aumentado en muchos países ricos, especialmente en Estados