Manifiesto por el progreso social. Helga Nowotny

Manifiesto por el progreso social - Helga  Nowotny


Скачать книгу
más rico pasó de ser de alrededor de 35% a cerca de 50% en un cuarto de siglo, a partir de la década de 1980 (Piketty, 2014).

      Las tendencias de crecimiento nacional y de cambios en la desigualdad nos han legado un notable patrón de cambio en la distribución global, como se muestra en la figura 1.6. La gráfica muestra el crecimiento del ingreso para cada posición en la distribución global de ingresos en el periodo de 1988 a 2008. La forma de la curva capta gran parte del discurso político actual. Los ganadores han sido los súper ricos globales y quienes están en los percentiles4 del 10 al 70 de la distribución del ingreso mundial. Los perdedores han sido los que están entre el 75% y el 95% más alto de la población mundial, que son precisamente las clases medias y medias bajas de Estados Unidos, Reino Unido y otros países ricos. La elección de Trump, gracias a la clase blanca trabajadora del Estados Unidos rural, y el triunfo del Brexit en el Reino Unido, por aquellos que se encuentran en la parte más baja de la distribución del ingreso, son algunas de las consecuencias políticas concretas de la famosa “curva del elefante” presentada en la figura 1.6.

chpt_fig_001

      NOTA: un punto en la curva representa el crecimiento, entre 1988 y 2008, del ingreso disponible en una posición particular en la distribución.

      FUENTE: Lakner y Milanovic (2015). Datos disponibles en go.worldbank.org/NWBUKI3JPO.

      La desconexión entre proporción de pobres y número total de gente en pobreza que se muestra en la figura 1.5 está causada, por supuesto, por la alta tasa de crecimiento poblacional en África. La tasa de crecimiento de la población mundial está descendiendo, pero la población mundial no. Ahora alcanza los 7500 millones de personas y se proyecta que crecerá a 8000 millones en la siguiente década y a 9000 millones en las siguientes dos décadas.5 El crecimiento poblacional a largo plazo es una medida de éxito global: ahora el planeta puede albergar algunos miles de millones más que antes. Pero hay otra cara de la moneda. El crecimiento poblacional y las tendencias demográficas clave son las realidades con las que tendrá que lidiar el mundo en los próximos años. La presión ambiental y migratoria por los recursos, que se deriva del aumento poblacional, ya se está sintiendo, en particular en ciertas regiones del mundo: a África le corresponderá más de la mitad de los 2000 millones de personas en que se calcula que aumentará la población global en los siguientes 30 años.6

chpt_fig_001

      FUENTE: Base de datos del Banco Mundial.

      El perfil de edad de la población ha cambiado y seguirá cambiando con rapidez. La mediana de la edad de la población mundial era de 22 años en 1980 y será de 35 años en 2045.7 La figura 1.7 muestra que la proporción de la población de 65 años o más ha crecido en el mundo en su conjunto, pero particularmente en los países ricos. El rápido aumento de la población más vieja en los países ricos, comparados con los países pobres, afectará la naturaleza de las presiones migratorias, que ya se están sintiendo: una población más joven en los países pobres está buscando trabajo y una población más vieja en los países ricos está buscando quién se ocupe de ella. En los países ricos, esto también afectará el contrato social implícito conforme crezca la razón de dependencia de la población retirada frente a la de la población en edad productiva.

chpt_fig_001

      FUENTE: Indicadores del Desarrollo Mundial del Banco Mundial (bosques); www.nature.com/articles/srep38495/tables/1 (escasez de agua); www.stateofglobalair.org/data (contaminación del aire).

      El aumento en el ingreso mundial y la caída en las mediciones de la pobreza respecto del ingreso se han celebrado mucho como un logro económico y un éxito global. Pero el verdadero concepto económico de ingreso también nos exige ver el posible agotamiento de los activos que generan ese ingreso, y asimismo nos hacemos responsables de ello. Aunque los reportes económicos nacionales sí hacen un esfuerzo por medir la depreciación del capital físico, las mediciones estándar del PIB no se refieren al estado del capital natural. Cuando se hacen tales esfuerzos, se necesitan correcciones significativas. Esto no sorprende, dados los patrones que muestra la figura 1.8. El mundo ha estado perdiendo superficie forestal constantemente y las presiones por obtener agua han aumentado por la extracción de los mantos superficiales y subterráneos para dedicar el líquido a la agricultura y la industria. Otro activo natural es la atmósfera, que se está contaminando a niveles alarmantes. La figura 1.8 muestra un aumento de 10% de la contaminación de partículas en el último cuarto de siglo. Las posibles consecuencias para la salud por el aumento de la contaminación son una gran limitante para el éxito global por lo que se refiere al crecimiento del ingreso.

chpt_fig_001

      FUENTE: climateactiontracker.org/assets/publications/briefing_papers/TempUpdate2017/CAT-2100WarmingProjections-2017.11.png.

      Copyright © 2016 by Climate Analytics, Ecofys, and NewClimate Institute.

      Por supuesto que el impacto de la contaminación atmosférica por las emisiones de gas de efecto invernadero trasciende las implicaciones de salud inmediatas. Dichas emisiones han afectado de manera significativa los patrones climáticos y lo seguirán haciendo según las tendencias actuales, como se muestra en la figura 1.9. Las previsiones de que podamos mantener el aumento de la temperatura global debajo del valor crítico de 2 °C en los próximos cien años no son alentadoras, de seguir las cosas como están, e incluso tras el Acuerdo de París no parecen ser muy promisorias en el mejor de los casos. Superar el valor crítico detonaría una espiral global de perturbaciones ambientales que amenazarían a muchas especies y, quizá, la propia supervivencia humana.

chpt_fig_001

      FUENTE: Centro de Análisis de Datos sobre la Migración Mundial, de la OIM.

      Muchas de las tendencias globales mencionadas están ejerciendo serias presiones migratorias. En la figura 1.10 se muestran datos sobre migración transfronteriza. La cantidad de gente con el estatus de migrantes internacionales —es decir, la proporción de la población mundial que vive en un país distinto al de nacimiento— en 2015 fue superior a 3.3%, o sea unos 240 millones de personas. En 2000, la cifra era de alrededor de 170 millones, lo que significa que, durante los primeros 15 años del nuevo milenio, el flujo migratorio fue de alrededor de 5 millones de personas por año.8


Скачать книгу