Clústeres Logísticos. Yossi Sheffi
de los modelos más convincentes de la aglomeración industrial, lo que creó los fundamentos y la guía (nuevos en la época) de las disciplinas de la ciencia regional. Sugirió varias maneras de analizar los “complejos industriales”, o clústeres, argumentando que tales métodos pueden contribuir a la comprensión del crecimiento y desarrollo regionales.31,32
Michael Porter explicó con más detalle la hipótesis de Marshall y el trabajo de Isard en un famoso artículo de 1998,33 ofreciendo un esquema detallado para el análisis de los clústeres, al igual que muchos otros ejemplos de clústeres en varias industrias. Este escrito se enfoca en las ventajas competitivas y en el incremento en la innovación ofrecida por los clústeres. Michael sugiere que los clústeres afectan a la competencia al (i) aumentar la productividad de las compañías colocalizadas, (ii) acelerar el ritmo de la innovación y (iii) estimular la formación de nuevos negocios.
Tipos de relaciones entre los miembros de un clúster
Los dos tipos más importantes de relaciones entre compañías que contribuyen al éxito de los clústeres pueden ser definidos como “vertical” y “horizontal”.
Relaciones verticales
Las relaciones verticales son los enlaces entre los socios comerciales. Las relaciones entre socios comerciales son importantes porque la mayor parte del valor que la mayoría de los negocios no orientados al servicio ofrece a sus clientes, se logra a través de la adquisición de partes y servicios de los proveedores. Por el lado de la adquisición, las empresas comerciales interactúan con una red de proveedores de materiales y partes y una variedad de proveedores de servicios. Por el lado de las ventas, interactúan con distribuidores, clientes y otros proveedores de servicios. El manejo de estas relaciones es de suma importancia, especialmente a medida que las compañías se alejan de una integración vertical y aumentan la contratación de muchas funciones y etapas de su producción. Los mejores ejemplos de los clústeres verticales son aquellos creados por un solo “dueño de canal”, tal como “Toyota City” en la prefectura de Aichi, o el clúster de proveedores de la aviación que atiende a Boeing en Everett, Washington. Como ejemplo del amplio efecto económico de tales dueños de canal, considere el impacto de la planta de BMW en Greer, Carolina del Sur. Emplea 5,000 trabajadores directamente y apoya más de 23,000 empleos en el estado, y esto es debido a que muchos proveedores de BMW decidieron ubicarse alrededor del área de Greer.34
Un ejemplo de un clúster impulsado principalmente por la disponibilidad de mano de obra especializada, es el clúster de alta tecnología en Dalian, China, que atiende principalmente a compañías japonesas. Debido a la colonización japonesa de Manchuria entre 1931 y 1945, esta área, incluyendo a la ciudad de Dalian, cuenta con gran cantidad de trabajadores que hablan japonés. Esto condujo a que las compañías japonesas iniciaran sus operaciones en Dalian, al poder contratar ingenieros locales a menos de la tercera parte del costo de los ingenieros japoneses.35 En Dalian, por su lado, se empezó a enseñar el japonés como idioma secundario en las escuelas, y de este modo se aceleró esta tendencia.
Relaciones horizontales
Las relaciones horizontales existen entre compañías que se encuentran en la misma etapa de producción, tales como las plantas de fabricación automovilística en Detroit, Michigan o los estudios de filmación en Hollywood, California. Estas compañías compiten y cooperan entre sí en formas que benefician a ambas. Las relaciones horizontales también existen entre las funciones realizadas en compañías de la misma o de diferentes industrias. De modo que las funciones de recursos humanos, departamento legal, adquisiciones, finanzas y el manejo de la cadena de suministros, pueden ser compartidas entre las compañías y las industrias.
La presencia de muchos clientes calificados es tanto el efecto como la causa de las concentraciones urbanas de negocios que ofrecen bienes y servicios similares entre sí. Cuando los peluqueros de Boston hablan de trabajar en “La Calle” (The Street), no se refieren a Wall Street, sino a Newbury Street en Back Bay, en Boston, la cual es el hogar de docenas de salones de belleza a lo largo de las ocho cuadras ubicadas entre Arlington Street y Massachusetts Avenue. De manera similar, hay cientos de joyerías contiguas en las cuatro cuadras de la Calle Libertad entre la Avenida Corrientes y la Avenida de Mayo en Buenos Aires. Y hay cientos de mercaderes de productos pirateados en el Mercado del Museo y en el mercado Yu Garden en Shangai.36 Tales aglomeraciones claramente no son generadas por parte de la oferta, sino por la demanda; los clientes entienden que tales clústeres significan precios competitivos, alta calidad y disponibilidad; y la zona peatonal ayuda a que más negocios similares se instalen en este lugar.
Naturalmente, la mayoría de los clústeres incluyen relaciones de tipo horizontal y vertical. De modo que en la ciudad de Detroit y áreas vecinas, no existen solamente muchas plantas automotrices, sino que también una legión de plantas de proveedores y subproveedores, al igual que instituciones de educación y una amplia población de empleados. De manera similar, la ciudad de Hollywood incluye estudios de cine importantes, pero también una gran cantidad de proveedores técnicos y artísticos, al igual que los recursos humanos profesionales necesarios para darle vida al cine.
Los clústeres crecen como resultado de dinámicas de “retroalimentación positiva” o “refuerzo recíproco”. A medida que llegan las compañías de cierto tipo (o ciertas funciones corporativas), también llegan más proveedores y clientes, lo que hace que el clúster sea cada vez más atractivo. Además, mientras crece el clúster, crece su influencia con el gobierno, propiciando más inversiones de infraestructura al igual que regulaciones beneficiosas, lo que atrae aún más compañías.
¿Por qué un clúster?
De muchas maneras, es sorprendente la existencia de clústeres en la actualidad. En el pasado, tales aglomeraciones facilitaron las comunicaciones. En consecuencia se puede entender el motivo del éxito de clústeres como la Ruta del Incienso a lo largo del Cuerno de África; la confección de alfombras tejidas en el noroeste de Persia; el vidrio soplado en Fenicia; y la industria de obsidiana en Teotihuacán, México, todos los cuales fueron importantes para perfeccionar las artes locales, y por lo tanto, claves para el crecimiento económico. Lo que no está muy claro es por qué tales aglomeraciones aún persisten hoy en día teniendo en cuenta la existencia de procesos eficientes de administración en la cadena de suministros y tecnologías avanzadas de comunicación global.
De muchas maneras, el exitoso libro de Tom Friedman La Tierra Es Plana37 popularizó la idea de que la globalización significa “El fin de la geografía”38 y “La muerte de la distancia”,39 según argumentaban autores anteriores. Sin embargo, aún bajo las eficientes cadenas de suministro globales actuales, la comunicación instantánea, la industria financiera mundial electrónica, el acceso sin restricciones al conocimiento y la mayor movilidad del ser humano, más de la mitad de la población mundial hoy en día vive en áreas urbanas,40 y este porcentaje va en aumento. De acuerdo con esta tendencia, el liderazgo económico de las megaciudades se está evidenciando cada vez más.41
Las áreas urbanas son obviamente clústeres de actividades del ser humano, lo que conduce a un desempeño económico superior. La aglomeración de residentes y negocios hace que sea obvio desarrollar una gran cantidad de niveles de infraestructura necesarios para un mejor desempeño económico, incluyendo infraestructura física (carreteras y puentes, acueductos y alcantarillado, etc.); sistemas de energía (generación y transmisión de energía eléctrica); y gran cantidad de servicios básicos y avanzados que requieren las áreas urbanas (emergencias, salud, movilidad, entretenimiento, cultura, educación, etc.).
Las ventajas de los clústeres
Los clústeres industriales se forman debido a que presentan ciertas ventajas, según lo indican varios economistas. Algunas de estas ventajas incluyen la confianza entre los habitantes de los clústeres, el intercambio tácito del conocimiento, un ambiente de colaboración,