Dimensiones de la migración en Colombia.. Felipe Aliaga Sáez

Dimensiones de la migración en Colombia. - Felipe Aliaga Sáez


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lo dijimos al comienzo, las cifras conocidas sobre este subperíodo son, respecto a las del anterior, claramente más altas, aunque la ausencia de un grupo importante de ellas, particularmente saldos migratorios, obliga a tomarlas con cautela. En la tabla 8 se presentan los saldos disponibles, organizados por decenios, para cada uno de los cuales se calculó el promedio de los datos existentes, promedios que, en principio, podría pensarse que constituyen un buen valor para imputar en los casos faltantes.

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      Fuente: elaboración propia, a partir de los informes estadísticos oficiales relacionados en las referencias.

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      Fuente: elaboración propia a partir de Anexo 1 y tabla 7.

      Por otro lado, si se tiene en cuenta que los datos faltantes son inmediatamente posteriores a los dos picos más altos (1979 y 1990) es de esperarse, descartando movimientos abruptos, que esos faltantes corresponden a períodos de descenso y que, si dispusiéramos de la información completa, los promedios serían menores que los obtenidos.

      En cualquier caso, no es motivo de discusión el que las cifras censales son mayores que en el subperíodo anterior y que los saldos deben ser también mayores, si se piensa solo en la existencia de más puestos de control migratorio y en significativas mejoras tecnológicas en la recolección, transmisión y procesamiento de la información por parte inicialmente del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y ahora de Migración Colombia, responsables de ello.

      Sobre los cambios relativos, queda pendiente la interpretación de los hechos ocurridos, en el país o fuera de él, que motivaron que tanto el valor censal como el saldo promedio experimentaran cambios tan significativos entre 1973 y 1985, así como las circunstancias que condujeron a que cayeran nuevamente en el siguiente período intercensal. Dado que la importancia relativa de los cambios es informada por dos fuentes tan distintas (censo y registros administrativos) y si no se piensa en los valores absolutos, podría descartarse, en principio, la calidad de los datos como explicación de tales cambios.

      La participación femenina entre el acervo de nacidos en el exterior encontrado en los censos fue mayoritaria, por primera vez en todo el tiempo analizado, al llegar a 50.1 % en el censo de 2005, después de ser 48.2 % en 1973 y 49.3 % en 1993. Esa participación, que en los próximos años estará definida por las características de la inmigración venezolana, tuvo dentro de los saldos del 2010 a 2015, preámbulo de esa migración, el comportamiento que se observa en la tabla 9.

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      Fuente: elaboración propia a partir de Anuarios Migración Colombia.

      Por nacionalidades (figura 7), se notan, como en el subperíodo anterior, diferencias en las proporciones de las mujeres y se mantiene, como caso más notorio, el de la inmigración italiana, que se aleja bastante del promedio y merecería una indagación.

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      Fuente: elaboración propia a partir del Anexo 1.

      La figura 8, semejante a la usada para el subperíodo anterior para ver la contribución promedio de las nacionalidades a la inmigración, ubica ya a Venezuela como la principal, seguida de lejos por Ecuador y Estados Unidos, con quienes aportaría el 59 % del crecimiento anual del stock de inmigrantes del país. Con las cuatro nacionalidades siguientes (Perú, España, Canadá y Argentina) se llega al 75 %. Los cambios de orden en las nacionalidades, respecto a 1926-1965, sugieren cambios en los patrones migratorios.

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      Fuente: elaboración propia a partir de anexos 3A y 3B.

      Como en el período anterior, en este también parece alto el crecimiento promedio anual del stock (30305), lo que podría explicarse por variaciones menores en los 20 años de la serie para los que faltan datos. La variación negativa en 1999 muy posiblemente esté asociada con otras negativas o bajas en los años previos o posteriores para los que no se tiene información (ver anexos 3A y 3B). En cualquier caso, al analizar los resultados que entregamos, debe darse preferencia a los pesos relativos y a las tendencias, antes que a los valores absolutos, que deben tomarse con cautela y considerarse apenas como aproximaciones, con niveles de precisión inciertos, a los órdenes de magnitud de lo acontecido en la realidad.

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      Fuente: elaboración propia a partir de República de Colombia (s. f.) y DANE, Censo 2005. Infraestructura Colombiana de Datos.

      Conclusiones

      Se identificó y acopió un


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