Dimensiones de la migración en Colombia.. Felipe Aliaga Sáez
entre las regiones del país
Una de las principales características de la migración interna en el país es la valoración presentada por uno de los documentos del DANE: una evidencia que refleja el comportamiento de la migración interna en Colombia a partir de la Encuesta Continua de Hogares (ECH), donde esta se ajusta a la percepción generalmente aceptada que se tiene sobre Bogotá, según la cual por ser la capital de la república y simultáneamente el más importante centro de poder político, administrativo y de desarrollo económico, posibilita una mejor oferta de bienes y servicios, en particular educación y salud, jalona las migraciones internas de la población que finalmente está motivada por la búsqueda de soluciones y satisfacción de necesidades que muchas veces no se encuentran en el territorio de origen.
El volumen de los movimientos migratorios de corta y larga distancia también se encuentran principalmente determinados por los diferentes niveles de desarrollo económico que, a la final, fijan altos y bajos niveles de bienestar entre las regiones. Sin embargo, factores sociales como el desempleo, la pobreza y la violencia generan migración entre regiones y sus centros urbanos o cabeceras, conclusión que realiza el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en 2003.
Según análisis de la misma institución, de acuerdo con los desplazamientos ocurridos durante 1998 a 2003; se constata que un poco más de 3.6 millones de personas, a nivel nacional, cambiaron de departamento de residencia en ese periodo, con el propósito de radicarse en otro departamento. Esto indica que 8.5 % de la población total registrada por la ECH en el primer trimestre de 2003 es migrante interna departamental. De ese volumen de migrantes, 2.5 millones (69.7 %) se desplazaron entre las áreas urbanas o cabeceras de los departamentos y cerca de la tercera parte (1.1 millones) hizo lo propio en las áreas rurales de los mismos departamentos. Por lo anterior, la característica en el plano departamental es que la zona de atracción es a nivel de cabeceras.
De los 3.6 millones, 42.9 %, se dirigieron hacia Bogotá (13.5%), Antioquia (12.4%), Valle del Cauca (10.6%) y Cundinamarca (6.4%). Risaralda, Boyacá y Santander también exhiben importante participación dentro del total de la migración reciente. Los mencionados departamentos son receptores del 60 % del total de desplazamientos durante el período. En la tabla 1 se puede observar la información presentada
Tabla 1. Migración reciente intrarregional e interregional para el periodo 1998-2003
Fuente: DANE, cálculo del autor con base en el módulo de migración de la ECH, etapa 0203
Ahora, considerando los resultados sobre migración regional, se presentan los datos de la migración reciente entre las cinco regiones y al interior de ellas registrada durante el período 1998-2003; de 3.6 millones de migrantes registrados hasta el primer trimestre de 2003, 40.8 % (1.5 millones) cambió de residencia eligiendo un departamento y una región diferente, mientras que 2.1 millones se desplazaron pero manteniéndose dentro de la región en que vivían. En concordancia con lo anterior, la región central tiene el saldo neto de migración negativo más alto y la proporción de población nativa más alta (21.9 %) por fuera de su territorio; en consecuencia, se caracteriza como la región que genera los mayores niveles de expulsión de población.
Por otro lado, en términos más generales, según las estimaciones del DANE, con aproximadamente 1.389.852 migrantes, se calcula que la Costa Caribe es la región del país en donde más habitantes han salido de sus territorios en los últimos 35 años. Magdalena, con 386.191; Bolívar, con 311.281; Córdoba, con 226.615; Cesar, con 205.235; y Sucre, con 177.450 personas, encabezan la lista. En territorios como Magdalena, Sucre y Bolívar, la migración interna aumentó entre 1995 y 2005, años en los que se profundizaron los hechos de violencia por cuenta del conflicto armando en estas zonas del país. Ese mismo fenómeno se repite en los departamentos del Chocó, Nariño y Cauca2.
Tabla 2. Promoción de migración acumulada interregional e interregional hasta el tercer semestre de 2033, según regiones
Fuente: DANE, cálculo del autor con base en el módulo de migración de la ECH, etapa 0203.
(1) Porcentaje respecto a la población residente en la región.
(2) Porcentaje respecto a la población nativa de la región.
De lo anterior se deduce que en el proceso de migración interna del país predominan los desplazamientos poblacionales de larga distancia. Esta característica de la movilidad espacial de la población colombiana pone en evidencia la constancia de algunas de las características de la migración interna del país. La región oriental exhibe el más elevado número de emigrantes (2.5 millones), quienes en su mayoría (79.5 %) tienen como destino principal la capital de la República y en menor medida las regiones Central, Atlántica y Pacífica, es decir, solo el 20.5 % de la emigración de esta región se debe a desplazamientos de corta distancia.
Desplazamiento interno forzado producto del conflicto armado
Teniendo en cuenta las cifras anteriores, es de vital importancia iniciar el análisis sobre los acontecimientos históricos ocurridos durante el conflicto armado, dando paso a las razones principales del porqué la población decidió migrar o se vio afectada por el desplazamiento forzado. Como se mencionó al principio del capítulo, la presencia de datos estadísticos sobre migración puede ser muy limitada, no obstante, al tratarse el desplazamiento forzado como una consecuencia del conflicto armado, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ha realizado un trabajo profundo sobre las víctimas de la violencia en Colombia.
Cabe resaltar que Colombia es el segundo país del mundo con mayor número de personas desplazadas forzosamente, según el informe Una Nación Desplazada, publicado en 2015, de los casi seis millones y medio de personas desplazadas, un poco más del 50 % de la población desplazada son mujeres (3.301.848) y 2.279.576 son personas menores de edad (de las cuales 1.480.983 tienen menos de 12 años). Dentro de los datos demográficos de 2005, se estima que cerca del 15 % del total de la población afrocolombiana y el 10 % de la población total indígena han sido desplazadas. El 87 % de la población expulsada de sus regiones vivía en el campo; algunos afros e indígenas, en territorios colectivos reconocidos por el Estado. En un país que tiene un problema agrario persistente, con una historia signada por el difícil acceso a la tierra, se calcula que 8,3 millones de hectáreas han sido despojadas o abandonadas por la fuerza (CNDMH, 2015).
Para quienes se han visto forzados a desplazarse dentro del país, se han encontrado con una política pública insuficiente, y en muchas ocasiones inexistente, mientras que aquellos que se han desplazado hacia otros países en búsqueda de protección internacional han tenido que enfrentar el arduo camino hacia el refugio. Para todos los casos el desplazamiento ha afectado transversalmente las vidas de los colombianos que, durante décadas, han vivido las consecuencias de una guerra bipartidista.
De acuerdo con los Principios Rectores del Desplazamiento Interno de las Naciones Unidas, los desplazados internos son
personas o grupos de personas que han sido forzadas u obligadas a huir o abandonar sus hogares o lugares de residencia habitual, en particular como resultado de o para evitar los efectos de conflictos armados, situaciones de violencia generalizada, violaciones de derechos humanos o desastres naturales o causados por el hombre, y que no hayan cruzado una frontera reconocida internacionalmente. (Naciones Unidas, 2001)
Según el Informe de Tendencias Globales del año 2017 de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, 2018, p. 2), “la población desplazada forzosamente en el mundo aumentó en 2017 en más de 2,9 millones de personas. Al finalizar