Terapia Akáshica. Eric Barone

Terapia Akáshica - Eric Barone


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y es exacto que cantando a la vez física y mentalmente cada uno de ellos, dinamizamos estos canales y podemos llegar a armonizar nuestros chakras.

      Presenté estas técnicas en el libro: «Psytech.33».

      ¿Qué función cumplen esos chakras? Les guste o no a los psicólogos occidentales, ellos constituyen el fundamento energético de nuestra actividad mental, concerniente a todos los objetos y asuntos no materiales. El lector desde ahora deberá entrar en esta dialéctica obligada entre el hombre neuronal y el hombre bioenergético. El primero percibe, representa y actúa sobre el mundo tangible; el segundo contiene, administra y transforma todo lo abstracto. Recordemos: «chakras = vida psicológica».

      Cuando la Kundalini llega a la altura del cerebelo, ocurre una transformación extraordinaria: una parte se dirige hacia el cerebro para sostener la función mental en su aspecto abstracto, mientras que la otra hace circular las fibras en una de las membranas que rodean y protegen al cerebro, circula a través del líquido cefalorraquídeo desde la primera vértebra cervical hacia el tope del cráneo, e introduce estas fibras en un chakra transversal, que empieza en el tope del cráneo y atravesando el centro del cuerpo como en un tubo, llega al perineo. Esta pared interna está conectada por filamentos especiales a los diecisiete cerebros sutiles que tenemos. El cuerpo físico es solo uno de las 18 réplicas del cuerpo del alma. El alma, cuando se incorpora al hombre, tiene 18 estructuras que debe duplicar en varios planos vibratorios. El más alto de ellos es el mismo cuerpo del alma... su destino es asentarse en las células nerviosas del corazón; el más pesado en este anillo que forman es el cuerpo físico, cuyo cerebro creemos conocer bien. Cada uno de los otros cerebros se asienta en un lugar diferente del cuerpo. Por ejemplo, el cerebro del cuerpo diabólico se ubica en el cuello del fémur derecho, mientras que el cerebro del cuerpo de la Kundalini lo hace en la glándula pineal, explicando así, la inmensa importancia de esta glándula, verdadera directora de orquesta en el plano endocrino tanto como en el plano inmaterial.

       ¿Qué nos autoriza a «hablar» de 18 cuerpos?

      Cada uno de estos cerebros tiene una estructura y un funcionamiento semejante al del cerebro neuronal. Mientras este último, gracias a la alimentación, recibe nutrientes del mundo tridimensional, que llamamos «material», cada uno de los anteriores recibe su alimentación sutil y específica de una dimensión diferente del universo. Por tal motivo, el hombre puede acceder a dichas dimensiones, pasando por las puertas de sus cerebros sutiles.

      Mientras el cerebro del cuerpo físico recibe la Kundalini como fuente de alimentación de sus funciones no materiales (abstractas) los 17 otros cerebros también la reciben, y pueden unificar su funcionamiento gracias a ella, tal como si fuera una red de alimentación eléctrica o telefónica.

      Mientras que para el cerebro neuronal la Kundalini representa energía abstracta, para los 17 otros cerebros ella representa una energía casi «material» Cada uno de ellos recibe su propia energía abstracta de la propia dimensión, de la cual es una emanación representativa. Esto nos lleva a comprender la complejidad del hombre; somos todos seres «multidimensionales» de los cuales solo el cuerpo físico es prisionero del mundo de tres dimensiones.

      El paralelismo no termina aquí. Tal como el cerebro neuronal percibe, comprende, almacena, transforma y da órdenes de acción al cuerpo físico, cada uno de los 17 otro cerebro hace lo mismo, desde el plano que le corresponde; la consecuencia es que cada dato que entra en el sistema sensorial común, pasará por otros 17 filtros, como si fueran comisiones evaluadoras, que modificarán la naturaleza abstracta y la cargarán de nuevas variables.

      El lector debería imaginar lo que pasa en él cuando sus ojos miran una manzana y esta información pasa por los 17 filtros, tales como el «cuerpo diabólico» y el «cuerpo angelical»; uno agregará recuerdos del infierno, poder de distorsión y tortura de las percepciones: camino directo a la creación de nuestro campo neurótico; mientras que el otro, lleno de recuerdos del paraíso, intenta dar a cada una de las percepciones una dimensión espiritual adecuada.

       Entonces... ¿Qué sucede con el sistema sensorial?

      El paralelismo continúa: el cuerpo físico tiene 5 sentidos, los otros cuerpos también. Tuvimos el gusto de descubrir que el ser humano completo posee 60 sentidos. Esto es lo que nos hacía falta para comprender todos los poderes que estudia la parapsicología y muchas otras propiedades del hombre que solo esoteristas, cabalistas, ocultistas, magos y alquimistas pueden conocer.

      Para finalizar, diremos que tal como el cerebro neuronal tiene una inmensa red de filamentos y terminaciones nerviosas, también cada uno de los 17 cerebros tiene la suya, aún más ramificada, al punto de decir que cada célula viviente tiene un representante de cada cuerpo sutil. Cada célula es como un microcosmos capaz de desarrollar una consciencia propia, tal como ocurre cuando se alcanza el «despertar espiritual».

       Frente a tal conocimiento ¿Cuál es la función y el alcance del Terapeuta Akáshico?

      El lector, desde ahora, puede apreciar qué entrenamiento recibe el ter. ak.

      Se lo capacita y habilita para analizar todos los trastornos energéticos que puedan haber ocurrido en el ser humano, durante el período en el cual se crean las interrelaciones entre los 18 cerebros, que ocurre durante los 72 meses posteriores al nacimiento.

      En el libro: «Medicina Esotérica del Cuerpo» se describió el circuito de interrelación entre los 18 cerebros.

      Para un ter. ak. todos los problemas de relación humana pueden decodificarse en forma diferente, desde la interrelación entre cuerpos angelicales y cuerpos diabólicos de varios interlocutores.

      Recordemos: los 18 cuerpos constituyen el origen de la diversidad del hombre, lo que le permite cabalgar varias dimensiones suplementarias a las tres que forman el mundo material. Los 18 cuerpos contienen la explicación de todo lo incomprensible del ser humano, todo lo que una ciencia solo materialista, no podrá alcanzar, hasta que decida hacer evolucionar sus criterios y sus métodos.

      No obstante, conocer la Kundalini, los chakras, los meridianos y los 18 cuerpos no es aún suficiente para describir al ser bioenergético.

       ¿Qué otro componente nos faltaría conocer, para comprender la esencia del hombre bioenergético?

      Necesitamos aclarar las funciones del Tercer Ojo, de los 4 fetos y de la glándula pineal.

      La glándula pineal, es el lugar donde es posible convertir las informaciones del mundo visible en señales que el mundo invisible pueda percibir y viceversa. Es como un convertidor vibratorio donde se frenan o aceleran para poder pasar del plano del cuerpo físico a una infinidad de otras longitudes (decimos planos o dimensiones) donde se pueden captar vibraciones de todos los otros planos y ser frenadas hasta ser comprensibles para el plano neuronal. Sin este órgano, no podríamos comprender lo que se capta en el universo, gracias a nuestro ser bioenergético.

      En cuanto al Tercer Ojo, los admiradores de Lobsang Rampa se decepcionarán ya que las investigaciones de la T.Ak. establecen que tenemos dos terceros ojos. Uno se encuentra en el entrecejo y está unido a la glándula pineal por un alambre dorado, llamado ANTAKARANA; su función es la “percepción” El otro está ubicado en el medio de la frente; su unión con la glándula pineal es por medio de un alambre plateado, y su función es la “acción”. No se desempeñan en el mismo plano. El primero percibe las consecuencias, el segundo actúa sobre los planos causales.

      Respecto a los cuatro fetos, son cuerpos sutiles en reserva, destinados a reemplazar 4 de los otros 17 cuerpos. Son sensibles a las energías cósmicas de alto nivel. El desarrollo de cualquiera de ellos está asociado a un gran despertar de consciencia y genera personas que se destacan en su época, caracterizadas por poderes especiales, y un gran ascendente social, intelectual u artístico. El libro donde se enseña cómo desarrollarlos es: «Los 20 senderos del Despertar Espiritual».

       ¿Puede enseñarnos sus conclusiones sobre nuestra bivalencia material/ energética?

      El


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