Transformate en el dueño de tus finanzas. Franco Ezequiel Torres
cree que fue una inversión. Se jacta diciendo entre sus conocidos que “tenía la plata frenada y antes de que la destruya la inflación, la invertí en este nuevo auto”. Basta simplemente con tener dos dedos de conocimientos financieros para entender que lo que hizo este señor no fue una inversión, al contrario, adquirió un PASIVO que le va a sacar dinero mes a mes, ya que ahora debe abonar seguro vehicular, cochera para guardarlo si la desea, mantenimiento en general, gasto en combustible, y demás impuestos. Para desgracia de Don Latino al poco tiempo pierde su trabajo y se da cuenta de que está en la quiebra. No tiene cómo mantener su alquiler, el nuevo auto y sus demás costos. Gracias al consejo de un amigo, visitó a un asesor financiero, quien le recomendó que convirtiera su pasivo (su auto) en activo. Entonces decidió habilitar su auto para brindar un servicio de TAXI en la ciudad. Ahora sí su auto deja de ser un PASIVO y se convierte en una INVERSIÓN / ACTIVO, sin embargo es él mismo quien lo tiene que trabajar entre 12 y 14 horas por días. Ahora trabaja mucho más que antes, no tiene día libre en sus semanas y prácticamente no le queda tiempo para vivir. Si bien sus ingresos aumentaron en comparación con su trabajo anterior, estos no dejan de ser un INGRESO ACTIVO, ya que, si deja de trabajar, deja de cobrar. Don Latino sigue atrapado cada vez más en la carrera de la rata, ya que antes al menos tenía unas vacaciones pagas.
Un hermoso y bendito día (que espero que les llegue a todas las personas del mundo) Don Latino se cansó, se llenó de coraje y decidió renunciar a esa vida. Contrató a dos choferes que le manejaran el TAXI todo el día y él comenzó a tener una menor rentabilidad, pero ya tenía todo su tiempo libre. Fue en este momento cuando descubrió que estaba teniendo sus primeros INGRESOS PASIVOS, ya que no necesitaba estar trabajando para que le siga ingresando dinero, por lo que decidió copiar y pegar lo que había hecho para aumentar sus ingresos pasivos. Claramente él no tenía dinero, por lo que recurrió a los bancos para poner en garantía su auto para obtener un crédito. Luego de muchos “NO”, consiguió el “SÍ” para que le presten dinero. Don Latino acaba de contraer una DEUDA BUENA, ya que ese dinero lo va a invertir en otro taxi y va a seguir generando puestos de trabajo. Don Latino comenzó a entender que el negocio no era manejar el taxi, sino reinvertir constantemente para tener una gran flota de taxis, entonces de tanto repetir el proceso, luego de varios años, hoy posee una exitosa empresa con una flota de 35 vehículos que brindan un servicio de calidad a la sociedad y da trabajo a más de 100 personas entre conductores, encargados de mantenimiento y telefonistas. De más está decir que hoy Don Latino es rico y no tiene necesidad de cumplir horarios en su empresa. Es que ya no tiene la necesidad de trabajar porque ha delegado todos los trabajos y él solamente se dedica a invertir el dinero del banco.
DON LATINO POR FIN LOGRÓ ESCAPAR DE LA CARRERA DE LA RATA.
Si más personas fueran como Don Latino, habría más puestos de trabajo, salarios más altos, menos pobreza y, por qué no, menos delincuencia.
Los cimientos de la libertad
Existe una manera de pensar que tienen los ricos y en consecuencia todos los que adoptan esta manera de pensar, tarde o temprano, acaban convirtiéndose en ricos. Una de esas características de su pensamiento es enfocarse en lo que sí pueden dominar. Es que muchas veces perdemos nuestro tiempo quejándonos de que el jefe nos paga poco, el país está mal, la economía está en crisis y un sinfín de cosas que claramente son todas verdades, pero son situaciones externas que tú no puedes dominar. Si bien ganar más claramente depende de ti, tienes que entender que el ganar más es un proceso, no puedes obligar a tu jefe o emprendimiento a que te den más dinero de un día al otro porque simplemente no funciona así.
Entonces tu manera más rápida y efectiva de ganar más al instante es simplemente gastando menos. Suena feo, suena aburrido, pero es la única manera de comenzar a sentir prosperidad en tu vida. La riqueza no está en cuánto ganas, la riqueza se mide cuando te sobran tiempo y dinero. Pero lamentablemente vivimos en un sistema de consumismo y es muy fácil gastar de más cada día. Si una persona gana USD 5000 por mes, todos pensarán que tiene un buen ingreso y seguramente en nuestro interior daremos por hecho que lleva una economía saneada debido a sus altos ingresos. Pero, repito, la riqueza no se mide en cuánto ganas, se mide en cuánto gastas. Si una persona con ese salario gasta USD 5000 vivirá estancada y nunca podrá salir de su carrera de la rata, suena muy básico, pero nadie lleva un registro de sus gastos para ver si gasta menos de lo que gana. A medida que voy escribiendo se me vienen a la mente muchas anécdotas para citar y en este caso es la conversación simple que tuve con un amigo. Cuando yo tenía mi negocio ya consolidado, él sabía que yo estaba teniendo altos ingresos, entonces entre risas y sarcasmo me pregunta: “Franco, ¿cómo andas? ¿Estás llegando a fin de mes?”. A lo que le respondí: “Por supuesto, yo llego a fin de mes desde que ganaba muy poquito porque llegar a fin de mes no depende de cuánto ganas, se mide en cuánto gastas y qué hacemos con los ingresos que tenemos”.
El común de las personas confía en una falsa seguridad laboral, entonces cuando consiguen un empleo comienzan automáticamente a endeudarse, comprar ropa, una cama, muebles, productos de electrónica, un televisor, una consola de videojuegos, financian un vehículo, un viaje, etc. Y cada vez su ego les empieza a demandar más y más cosas innecesarias. Claramente que es extraordinario poder comprarnos todo lo que queremos, pero no vale la pena hacerlo con ingresos activos. Esos ingresos son los más frágiles y no podemos depender de ellos porque lo más probable es que si esa persona pierde su “trabajo estable”, y no consigue en el corto plazo un ingreso, se va a ver obligada a vender todas esas chingaderas que compró por no haber sabido postergar el gasto, tirando a la basura todos sus años de trabajo.
Para dejar de hacer compras impulsivas e innecesarias es fundamental llevar un registro de tu presupuesto. Esa es la base para comenzar a sanear tu economía y escapar de la cárcel. Administrar tus finanzas personales como si fueran un negocio, registrando todos tus ingresos y egresos te permitirá sin duda tener un panorama más claro para planificar a futuro. En mi experiencia, siempre que leía este consejo en los libros de finanzas personales, lo pasaba por alto. Me parecía muy engorroso tener que sacar mi celular con mi hoja de cálculo cada vez que gastaba o recibía plata, mi cerebro reptil de cierto modo rechazaba eso. Perdí mucho tiempo sin hacerlo, hasta que por fin hice mi primer mes completo de registro y comprendí su importancia. Cómo gozaba de buenos ingresos de mis negocios, no media realmente mis gastos y no imaginarán la cantidad de plata que malgastaba en comidas, taxi, salidas y entretenimiento. Cuando una persona sin inteligencia emocional posee dinero, seguramente va a gastar todos sus ingresos buscando llenar su vacío interno y hasta terminará más endeudado, esto pasa a menudo por no saber dominar nuestro ego. Voy a poner un ejemplo cotidiano para darnos cuenta de cómo actúa nuestro ego en el cerebro cada vez que hacemos una compra. Imaginemos que vamos a comprar una cerveza y elegimos la misma de siempre, una cerveza rubia de calidad intermedia y sumamente accesible a un valor de ARS 100. Al mes siguiente nuestro jefe nos informa que tenemos un 20% de aumento en nuestro salario, entonces nos ponemos contentos, nuestro ego nos empieza a decir que están subiendo nuestros ingresos y por ende nuestro estatus, por lo que seguramente la próxima vez que vayamos a comprar una cerveza, no sigamos comprando la misma de siempre, sino que ahora seleccionemos una mejor y más rica que vale ARS 130 porque el cerebro nos va a estar diciendo que son solo ARS 30 de diferencia y como ya subimos de estatus, pues claro que vamos a terminar comprando una cerveza mejor. En un simple producto se gastó un 30% más de lo que se acostumbraba y esto seguramente se va a repetir en todas nuestras compras. Esto se repite siempre y por eso es que vivimos endeudados y sin llegar a fin de mes, porque gastamos de más constantemente y así nunca vamos a poder ver progreso.
Hay dos trampas psicológicas que siempre te hacen gastar de más:
1. El falso mérito: el hecho de decir “trabajo muy duro todos los días, merezco eso” es quizás el pensamiento que más te condena a estar atrapado en la cárcel de la carrera de la rata. Tú no mereces nada más que tu libertad financiera y esa debe ser tu forma de pensar. Si crees que mereces algo por simplemente andar ocupado todo el día con muchísimos quehaceres, te invito a abrir los ojos y reflexionar sobre todas las personas que conoces. ABSOLUTAMENTE TODAS viven ocupadas todo el día y con mil cosas en la cabeza. Vivir de esa manera no te hace merecedor de nada.
2. Una falsa idea del amor: muchas veces gastamos muchísimo