Pensar en escuelas de pensamiento. Libardo Enrique Pérez Díaz
Ecodiversidad, bioética e investigación científica
Más que la denominación, lo fundamental en cada uno de estos ámbitos de conocimiento y de acción es su implicación como campo de indagación y de praxis, como campo de pensamiento que interpela la realidad desde un conjunto de problematizaciones formales y crea posibilidades para desarrollar alternativas de soluciones pertinentes. Nos encontramos ante una experiencia que se coordina con diversos escenarios institucionales, con los grupos de investigación, con programas de maestría, con espacios académicos del Departamento de Formación Lasallista y, en general, con todas las unidades académicas desde los integrantes de los equipos interdisciplinares. Es una diáspora de interacciones complejas entre el pensar, la gestión curricular, la investigación, la educación, la formación y ¡la vida!
Hno. Carlos Enrique Carvajal Costa, Fsc
Vicerrector Académico
Presentación
El texto que usted tiene en sus manos es la segunda publicación formal que se deriva del trabajo realizado por los ocho colectivos interdisciplinares que constituyen el proyecto Pensar en escuelas de pensamiento. En él encontrará un conjunto de reflexiones, apuestas, interpelaciones, pero, sobre todo, evidencias de una red de sueños que se imbrican a partir de múltiples niveles y lógicas de interconexiones complejas. Esta producción colaborativa se estructura a partir de un capítulo inicial, titulado “Escuelas de pensamiento: creadora de creadores”, en el que Fabio Humberto Coronado, precursor de esta empresa del pensar, se plantea un interrogante fundamental sobre el papel de la universidad colombiana en la generación de escuelas de pensamiento. Coronado se pregunta: ¿por qué la universidad colombiana, con más de quinientos años de historia en el ejercicio de la educación superior, no ha generado prácticamente ninguna escuela de pensamiento de clase mundial?
El autor aclara oportunamente que su escrito no tiene el propósito de responder tal pregunta, sino reflexionar, a modo de un viajero que aprovecha el paisaje que se ha construido en la Universidad de La Salle durante cincuenta años, para meditar ante lo inesperado. En tal sentido, se plantea otra pregunta: ¿qué hay que hacer en nuestro aquí y ahora para que dentro de cincuenta años contemos en nuestro haber con escuelas de pensamiento? De este modo, el lector contará con la oportunidad de acompañar a Coronado en un segmento de su travesía reflexiva.
A continuación de este aparte el lector se encontrará con el capítulo: “Colectivos interdisciplinares: escuelas del pensar”, en el que se arriesgan algunas precisiones sobre la naturaleza del proyecto Pensar en escuelas de pensamiento, su devenir, su lógica compleja y las implicaciones que le son propias en cuanto agencia del pensar que se materializa desde lo colectivo y en perspectiva interdisciplinar.
Asimismo, en este segmento se plantea una reflexión sobre el sentido de construir en equipo y su relación con una agencia cultural de esta naturaleza, sobre la importancia de potenciar la interdependencia sin atentar contra los roles y cualidades singulares. Se aborda la razón de ser de la afectividad en la construcción de redes solidarias y vinculantes que se configuran a modo de tejidos conversacionales, y finalmente, se analiza la diversidad propia de los colectivos interdisciplinares como potencialidad enriquecedora del proceso de crecimiento de cada equipo, de la concreción de sus propósitos y de las interacciones existentes entre ellos.
Luego de estos dos escenarios, que podríamos caracterizar como introductorios, el lector tendrá la oportunidad de disfrutar las ocho disertaciones que a múltiples manos, y con un gran esfuerzo de congruencia, presentan sendos equipos que conforman la estructura de este proyecto del pensar. El primero de ellos trata un tema que tiene un altísimo nivel de actualidad y pertinencia en el contexto colombiano actual y, además, involucra a la universidad como institución al servicio del desarrollo social. Así, este equipo presenta el capítulo: “Las facultades de la universidad: iniciativas de experimentación en tiempos de terror y dolor”.
El lector encontrará aquí un conjunto de iniciativas reflexivas y atrevidas que no solo invitan a pensar en la historia, el presente y el futuro de nuestra sociedad, sino que, de manera creativa y un tanto sugestiva, proponen interpelaciones orientadas hacia el ámbito personal y la estructura social en general. Se cuestionan asuntos como el ser colectivo, la solidaridad, la convivencia, la rivalidad, el odio, la crueldad, pero también se plantean escenarios de esperanza, de armonía, ¡de paz!
En el contexto de la diversidad, condición de singularidad y potencia creativa que le da forma a un proyecto del pensar libre como este, aparece una muestra interesante de reflexividad, pasión, sensibilidad, creatividad y arrojo, expresada en el capítulo titulado: “Formación, estética y desarrollo”. Se encontrará ahora con una estructura textual poco ortodoxa, con una apuesta que combina la posibilidad de desnudar la experiencia vivida en uno de los colectivos interdisciplinares, con una parte de lo que han sido sus elaboraciones creativas. “Formación, estética y desarrollo” se estructura como una especie de bitácora heurística que revela en forma descriptiva parte de la memoria de un proceso y a su vez da cuenta de profundas reflexiones y acertadas expresiones de una perspectiva de la estética que, incluso, llega a convertirse en una especie de interpelación apropiada que cuestiona y pone en suspenso a la realidad misma.
El texto que sigue se denomina: “La entropía como horizonte epistemológico: nueva ruralidad, seguridad alimentaria y políticas públicas”. Aquí los autores presentan una especie de conjetura que llaman hipótesis de trabajo y que se refiere a la posibilidad de usar el concepto de entropía para acometer un análisis, y ojalá unas nuevas apuestas sobre el desarrollo que amplifiquen la importancia de la interacción entre cultura y medio ambiente, y permita ubicar en su justa medida las tensiones que se evidencian en aquello que se comprende como lo rural.
El recorrido discursivo y analítico de este equipo pasa por la contextualización del concepto de entropía, plantea la perspectiva física de este fenómeno y muestra algunas “contradicciones y paradojas” que según los autores tienen que ver con la concepción de la teoría económica ortodoxa. Todo esto lo hilvanan a modo de síntesis con algunos referentes teóricos que generan tensiones, y con un interesante análisis de los fenómenos económicos, el contexto natural y los aspectos sociales que interactúan en el territorio.
A continuación, el lector se encontrará con un texto en el que se tratan asuntos fundamentales sobre “Inequidad, pobreza y desarrollo”. En el marco del proyecto Pensar en escuelas de pensamiento, el escrito tiene una peculiaridad interesante dado que se configura a partir de una experiencia en la que este colectivo crea un espacio académico, constituido como un curso electivo, denominado Pobreza, Inequidad y Desarrollo, con el propósito de generar un escenario de conversación con estudiantes en aras de enriquecer la reflexión y las proyecciones relacionadas con estos conceptos. En correspondencia con lo expresado en este capítulo, se evidencia una reflexión sobre diferentes escuelas y enfoques del desarrollo, utilizando como pretextos de discusión algunos enfoques teóricos sobre la economía, la sociología, la ciencia política y la antropología.
El libro continúa su recorrido con el capítulo “Ecodiversidad: una perspectiva para pensar la vida y la ciencia”, en el que se presenta inicialmente una perspectiva sobre biodiversidad que integra aspectos fundamentales de la biología, la ecología como fenómeno sistémico, la cultura en cuanto asunto identitario de la especie humana y, finalmente, del territorio como escenario vital.
El texto muestra un conjunto de posturas en las que se aprovecha el concurso de las disciplinas representadas en los integrantes del equipo y se arriesga una búsqueda que, al partir de lo disciplinar, se lanza explícitamente hacia la construcción de algunos nodos pertinentes para leer y comprender interdisciplinarmente cada una de las categorías mencionadas.
A continuación, aparece una disertación sobre “El desarrollo y la sustentabilidad desde un contexto interdisciplinar e histórico”. En este acápite se pone en suspenso la noción moderna de desarrollo y se propone una discusión sobre variables no convencionales que tienen que ver con este fenómeno y con su influencia en el devenir histórico de la humanidad.
Asimismo, se estructuran unas apuestas con pretensiones interdisciplinares que interpelan la tradición en la economía