Las griegas. Sergio Olguin
la ropa de Gonzalo, ropa que quedaba mojada e impregnada del olor del pis de Marina. Pantalón, cinturón, remera y zapatos que quedaban como despojos inutilizables, sucios, desolados, muertos. Un pis caliente que no se terminaba nunca porque nada terminaba del todo.
Marina se limpió con la bombacha, que quedó impregnada de orina y flujo. Buscó en el vestuario una nueva. Arrojó la otra por el inodoro. Pasó por arriba de la ropa tirada y empapada de Gonzalo. Se acomodó la remera frente al espejo y se volvió a poner las bermudas. Fue hacia el estudio. Los adolescentes se habían sentado a un costado. Un asistente controlaba la luz. Vicky hablaba con la productora. Gonzalo ya estaba sentado en el escenario armado para las fotos. Vicky se acomodó frente a la cámara y ajustó el objetivo hacia donde estaba Gonzalo. Hacia ahí fue caminando Marina. La productora le sonrió y ella le respondió con otra sonrisa mientras se acercaba. Se sacó la remera y el corpiño. Esperó la orden de Vicky para abrazarlo.
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