Las batallas de Concón y Placilla. Andrés Avendaño Rojas

Las batallas de Concón y Placilla - Andrés Avendaño Rojas


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solo dos brigadas, mientras la 3ª debía avanzar en dirección a la localidad de Limache con la misión de cortar la línea férrea y el telégrafo, aterrar el túnel San Pedro y evitar el flanqueo por parte de la I División gobiernista, al mismo tiempo que amenazar la capital, impidiendo con ello la posible concentración en el puerto de las fuerzas gobiernistas. Sin embargo, nada de lo anterior se cumplió debido a la oposición del Comandante en Jefe, quien modificó la planificación de Körner ya que estimaba que separar demasiado las brigadas unas de otras no era conveniente, debido a que en caso de un ataque no se podrían brindar apoyo mutuo, todo ello pensando en que 3.000 soldados congresistas no podían intentar detener a 9.000 gobiernistas sin exponerse a un probable fracaso71. Ejerciendo un liderazgo irrefutable, nuevamente Del Canto modificaba lo propuesto por Körner. En los próximos días volvería, otra vez, a hacerlo.

      El Comandante en Jefe resolvió que desde Quintero las brigadas marchasen hacia el sur. La 1ª por la orilla de la costa, la 2ª y la 3ª por el camino que conduce a Colmo, apoyándose de esta manera mutuamente y guardando entre sí las convenientes distancias. Decisión bastante más realista y práctica que la anterior, máxime cuando se carecía de información exacta sobre el enemigo por lo que la incertidumbre era un elemento central, y aún más, por ser inferior en fuerzas fácilmente podrían haber sido batidos en detalle.

      Con todo, el avance de la 2ª Brigada congresista no fue todo lo rápido que deseaba su comandante, coronel Salvador Vergara. El retraso de cuatro horas sufrido respecto de lo previsto en el plan de desembarco, más otros inconvenientes, como la falta de guías, contribuyeron a impedir un rápido avance, de manera que solo siendo las 21:00 horas, y luego de haber recorrido unos 18 km, la vanguardia de la 2ª Brigada ocupaba la localidad de Dumuño, punto donde reposaron para continuar al día siguiente la marcha, llegando a las 07:30 horas del día 21 de agosto a la margen norte del río Aconcagua, en el sector de Colmo.

      Por su parte, la 1ª Brigada, a las órdenes del teniente coronel José Aníbal Frías, solo concluyó su desembarque a las 14:00 horas, iniciando inmediatamente la marcha hacia el sur por la orilla de la costa, siendo protegida por la Escuadra; su objetivo era intentar pasar el río Aconcagua por el vado de Concón Bajo, cerca de su desembocadura al mar. Integró su vanguardia el Regimiento Constitución Nº 1 de Infantería, siendo seguido posteriormente por los Escuadrones de Caballería Libertad Nº 1 y Carabineros del Norte Nº 372. El resto de la Brigada inició la marcha escalonadamente, de hora en hora.

      El camino aunque corto, menos de 18 km, presentaba, según Eloi Caviedez, una serie de dificultades: “…estrecho y ondulado, atraviesa pantanos y terrenos vegosos que demoran forzosamente la marcha de la tropa, y en parte cruza por largos y molestos médanos que fatigan al soldado”73. A los inconvenientes señalados se sumó la falta de cananas74, ya que estas unidades eran las peor equipadas del Ejército congresista, por lo cual debieron llevar municiones y víveres en el morral; peso que a los soldados les gravitaba en una sola parte del cuerpo dificultándoles el caminar. Por ello muchos de ellos decidieron deshacerse de las provisiones de víveres que transportaban como raciones de emergencia, sin meditar en las futuras consecuencias que dicha acción podía producirles.75 De esta manera, solo a las 20:00 horas el grueso de las fuerzas de la 1ª Brigada alcanzó la margen norte del río Aconcagua en su desembocadura. A esas alturas ya se habían perdido las esperanzas de cruzar el río ese día 20. (Ver gráfico Nº 1).

       GRÁFICO Nº 1Avanzada del Ejército Congresista. Situación al anochecer del 20 agosto de 1891.

       Gráfico de elaboración propia a base de (1) Plano de Concón batalla del 21 de agosto de 1891, Estado Mayor General. 3ra. Sección Técnica levantado y dibujado por el Capitán Ernesto Pearson. Rectificado por Francisco J. Díaz Valderrama. Lámina Nº4 (2) Croquis demostrativo de las operaciones del Ejército constitucional en la campaña del 20 al 28 de agosto de 1891, Estado Mayor General del Ejército Constitucional. En Revista Militar de Chile Nº55 Stgo. 1 de marzo de 1892 pág.248. (3)Díaz Valderrama Francisco Javier. “La Guerra Civil de 1891. Relación Histórica Militar”. Instituto Geográfico Militar. Stgo.1944. Tomo II pág. 49 – 73. (4)Ultimas Operaciones del Ejército Constitucional “Partes Oficiales de las Batallas de Concón y Placilla. Imprenta Nacional. Calle de la Moneda Nº112. Santiago, 1892. (5)Bañados Espinoza Julio. “Balmaceda su gobierno y la revolución de 1891”. Librería de Garnier Hermanos. París 1894. Tomo II, pág. 468 -569

      Mientras tanto, la 3ª Brigada, que solo pudo concluir su desembarque a las 22:00 horas, emprendía su marcha dos horas más tarde, en medio de una densa neblina, siguiendo idéntico camino que la 2ª Brigada, o sea, el que lleva a las casas de la hacienda Quintero y hacia Dumuño. Marchaba a la vanguardia el Regimiento Pisagua Nº 3, siguiéndole de cerca el Regimiento Esmeralda Nº 7, Batallones Nº 1 y 3 de artillería, Regimiento Taltal Nº 4 y Batallón Tarapacá Nº 9. El Escuadrón Granaderos había sido mandado con anterioridad hacia Puchuncaví, con la finalidad de salir al encuentro de la caballería balmacedista que se suponía se encontraba por el camino de la Calera observando los movimientos del ejército expedicionario.

      La neblina y la ya mencionada falta de guías dificultaron el avance de la 3ª Brigada, de tal modo que solo pudo llegar a las casas de la hacienda de Quintero alrededor de las tres de la madrugada del día 21 de agosto. Después de un corto descanso, reinició la marcha en dirección al río Aconcagua alcanzando la localidad de Dumuño alrededor de las 11:00 horas, a unos cinco kilómetros de la orilla del río. Durante la marcha nocturna que efectuó la 3ª Brigada se le extraviaron dos unidades: el Regimiento Taltal Nº 4 y el Tarapacá Nº 9, los cuales tomaron el camino de la playa y se reunieron con la 1ª Brigada al amanecer del día 21.

      Como se ve, pocas cosas estaban resultando como se las había previsto. Sin embargo, esta equivocación traería insospechadas consecuencias, ya que como más adelante se detallará el inesperado aporte de los Regimientos Taltal y Tarapacá, con sus 1.486 soldados, fueron carta de triunfo para los congresistas, ya que su fortuita incorporación a la 1ª Brigada fortalecería el ala derecha de su ataque, asegurando su victoria al marcar un claro y potente centro de gravedad. La aplicación del principio de la guerra de “Economía de las fuerzas y reunión de los medios” fue una consecuencia no buscada, que se produjo en forma providencial por parte de las fuerzas congresistas76.

      A modo de resumen: al amanecer del 21 de agosto las fuerzas congresistas se encontraban en la margen norte del río Aconcagua; la 1ª Brigada en Concón Bajo, próxima a la costa, la 2ª Brigada frente a Colmo, en Concón Alto, mientras la 3ª Brigada pernoctaba en Dumuño.

      En el intertanto, las tropas del gobierno habían ocupado posiciones al sur del río Aconcagua. En efecto, a las 09:00 horas del 20 de agosto la 2ª Brigada de la II División Valparaíso, que se encontraba en Viña del Mar, había iniciado su avance hacia la orilla sur del río instalando, alrededor de las 17:00 horas, su campamento cerca del sector de Concón Alto. El resto de la II División, un tanto retrasada, solo se hizo presente al amanecer del 21, junto con las tropas de la I División Santiago.

      La batalla de Concón estaba a punto de comenzar. Había llegado la hora de la verdad.

      El comienzo del fin estaba por desencadenarse.

       Batallón Antofagasta Nº 8, del Ejército congresista.

       Fuente: Museo Histórico Nacional.

      CAPÍTULO II

       Para entender las Batallas

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