1968: Historia de un acontecimiento. Álvaro Acevedo
país y en el continente, pensado a mediano plazo, debe elaborarse a partir de la definición de su agenda. De acuerdo con el balance presentado, se proponen las siguientes líneas para suscitar la discusión, la reflexión y, ojalá, nuevos trabajos que fortalezcan este ámbito de trabajo:
1. Uno de los próximos problemas historiográficos por explorar sobre el movimiento estudiantil es la experiencia vivida por varias generaciones que conforman la vida universitaria en el país. Más allá de su participación o no en las protestas, es imprescindible conocer cómo experimentan los jóvenes del siglo XX su permanencia en los claustros universitarios.
2. Con el ánimo de trascender la tipología de los grupos de izquierda con presencia en la universidad, es interesante construir una historia “desde adentro” de aquellos grupos políticos. Algunos temas por trabajar son sus diferencias discursivas e ideológicas, sus relaciones políticas y personales, el flujo de militantes entre este tipo de organizaciones o los lazos que estas tejen en ciertos momentos para adelantar protestas y acciones colectivas. Esta propuesta también debe cobijar a los estudiantes y los grupos que militan en la derecha política y quienes hacen parte de las filas de los partidos o movimientos políticos reconocidos por el sistema político.
3. Acercarse a los marcos culturales de la experiencia universitaria es una tarea imprescindible para comprender su dinámica, su identidad y sus diferencias. Estudiar los espacios de sociabilidad de los estudiantes como las reuniones en bares, tabernas, encuentros de colonias, reinados, centros de estudio y, en general, todos aquellos lugares que se recrean para compartir experiencias, crear solidaridades y lazos de confianza.
4. Se considera muy importante desarrollar investigaciones sobre las dimensiones culturales de la protesta y la movilización estudiantiles. Realizar una exploración rigurosa de los consumos culturales de los estudiantes [lecturas, música, cine, radio, teatro, etc.] debe llevar a una apuesta histórica por pensar a los estudiantes como sujetos encargados de impulsar cierto tipo de modernización sociocultural.
5. La renovación investigativa también puede estar dada por la ampliación de las fuentes por utilizar en los procesos de investigación. Es pertinente registrar y analizar la iconología y la iconografía de la movilización y la protesta estudiantil. La recopilación sistemática de imágenes en la prensa regional y nacional, además de las contenidas en las publicaciones elaboradas por estudiantes, son una nueva veta para explorar nuevas interpretaciones del movimiento estudiantil.
6. Especialmente para las generaciones de la segunda mitad del siglo XX, la memoria se convierte en una fuente de gran valor para renovar los estudios sobre el movimiento estudiantil. Rescatar las experiencias de los protagonistas de la vida universitaria, incluyendo estudiantes, profesores, directivos, trabajadores y personas vinculadas al sector educativo, se convierte en una apuesta interesante para ampliar las voces con las que se construye la historia de la protesta y organización estudiantil. Se debe recurrir a los grandes líderes de los acontecimientos y a todos los testigos que deseen evocar su experiencia universitaria.
7. Los recientes trabajos sobre la juventud y las tesis relacionadas con la existencia exclusiva del movimiento estudiantil en Colombia durante los años del Frente Nacional deben llevar a la exploración de las expresiones políticas universitarias después de la segunda mitad de la década del setenta del siglo XX. Más allá de la existencia o no de una organización nacional con la fuerza de la FUN de los años sesenta, es necesario acometer una pesquisa sobre la participación política del estudiantado en periodos diferentes a los acostumbrados años sesenta y setenta. El mismo siglo XIX, la primera mitad del siglo XX o las dos últimas décadas del siglo pasado son posibilidades temporales por desarrollar en las nuevas investigaciones.
8. En los nuevos posibles horizontes temáticos se puede recurrir a las narraciones de los docentes universitarios, poco exploradas por la historia de la educación y por la historia de los movimientos sociales. Es necesario también estudiar las luchas de los trabajadores vinculados a las universidades, actores importantes en la configuración de la vida universitaria. Unos y otros tienen expresiones gremiales y sindicales, al tiempo que establecen relaciones con los movimientos estudiantiles. Las universidades privadas también alcanzan cierto grado de visibilidad en momentos cumbre de la protesta universitaria; de allí la pertinencia de iniciar trabajos al respecto que recurran a estos nuevos horizontes temáticos.
9. Los interesados en fortalecer este campo de investigación deben recordar que todas estas opciones requieren fuentes disponibles. En tal propósito, es imprescindible la recolección, la edición y la difusión de documentos relacionados con el movimiento estudiantil. Digitalización de noticias relacionadas con el tema de estudio existentes en la prensa, acopio y difusión de publicaciones estudiantiles, rescate de archivos de grupos y de organizaciones políticas juveniles, además de la recopilación y la distribución de fuentes orales e icónicas, se convierten en posibilidades heurísticas para los movimientos estudiantiles y en alternativas de contrastación historiográfica para una visibilización y estudio crítico de estos actores sociales.
61 LE BOT, Yvon. El movimiento estudiantil durante el Frente Nacional: 1958-1974. En: Educación e ideología en Colombia. Medellín: La Carreta, 1984, pp. 71-112.
62 LEAL BUITRAGO, Francisco. La participación política de la juventud universitaria como expresión de clase. En: CÁRDENAS, Martha y DÍAZ URIBE, Alberto [eds.] Juventud y política en Colombia. Bogotá: Fescol, 1984, pp. 155-203. Este texto recoge dos textos anteriores del autor publicados en la revista Desarrollo y Sociedad y en la Universidad de los Andes. Estos textos pertenecen al año 1981 y 1982 respectivamente.
63 CAYCEDO TURRIAGO, Jaime. Conceptos metodológicos para la historia del movimiento estudiantil colombiano. En: Revista Estudios Marxistas. 1984, n.° 27, pp. 48-60.
64 El trabajo de la profesora Dora Piñeres se analiza con mayor detalle en el apartado dedicado a los estudios de caso del movimiento estudiantil en Colombia.
65 VARGAS, Olmedo. Movimiento universitario, programas curriculares y universidad en Colombia durante 1921. En: Revista Historia de la Educación Latinoamericana. 2000, n.° 2, pp. 85-109. Del mismo autor: VARGAS, Olmedo. Dinámica del movimiento universitario en Colombia: 1920-1930. En: VARGAS HERNÁNDEZ, Olmedo [Comp.]. Archivos y documentos para la historia de la educación colombiana. Tunja: Rudecolombia, 2000, pp. 125-135.
66 RUÍZ MONTEALEGRE, Manuel. Sueños y realidades: procesos de organización estudiantil 1954-1966. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2002.
67 SÁNCHEZ, Ricardo. Sobre el movimiento universitario 1968-1972: una evocación generacional. En: Revista UIS Humanidades. Julio-diciembre, 1988, vol. 17, n.° 2, pp. 73-78. Evocando aquella generación, Amilkar Acosta –en su momento, líder estudiantil– también relata este testimonio. Ver: ACOSTA MEDINA, Amilkar. Entre estandartes y pancartas. En: VARGAS HERNÁNDEZ, Olmedo [Ed.] Movimientos universitarios: América Latina siglo XX. Tunja: Rudecolombia, 2005, pp. 221-231. Igualmente existen dos textos relacionados con este enfoque de estudio, los cuales se limitan a describir algunos de los acontecimientos más destacados de las protestas universitarias entre las décadas de los sesenta y ochenta. Ver: HENAO DELGADO, Hernán. Política, academia y universidad pública: pinceladas sobre los últimos cinco lustros. En: V Congreso Nacional de Sociología: Poder Político y Estructura Social en Colombia. Memorias del V Congreso Nacional de Sociología: Poder Político y Estructura Social en Colombia. Medellín: Icfes, 1985, pp. 287-303; MARROQUÍN, Álvaro. La lucha por la consolidación del movimiento estudiantil colombiano. En: Revista Documentos Políticos. 1964, núms. 36-37.
68 PARDO, Miguel Ángel y URREGO, Miguel Ángel. El movimiento estudiantil de