La comunicación en la construcción del mundo social. Fredy Eduardo Vásquez

La comunicación en la construcción del mundo social - Fredy Eduardo Vásquez


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adecuación del lote se basa en la creación de suelos para la siembra. Actividades como el compostaje son centrales a esta puesta en práctica de la huerta que se ha extendido a los vecinos. Ellos aportan la materia orgánica para el compostaje y en tal intercambio se asoman a conocimientos y sensibilidades nuevas que los involucran. Es un proceso de intercambio de conocimientos que empieza en el suelo y pasa por experiencias como la gastronómica y la artística, asentadas en la posición política de la gestora de esta experiencia que está articulada al discurso ambiental de la diversidad desde una visión ecosistémica, a la soberanía alimentaria y a la autonomía de las personas.

      Emerge pues otra sensibilidad que impulsa un cambio en las maneras de apreciarnos a nosotros mismos y en las maneras de relacionarnos con los otros. Lo ético y estético hacen presencia en las actividades de la Milpa mediante talleres sobre alimentación, música, pintura, entre otros. La alimentación sana, el cuerpo saludable y no manipulado, según esta hortelana, son el resultado de vivir conscientemente las sujeciones que impone el sistema de vida actual y de tomar distancia crítica frente a ellas.

      El Encuentro de Ruralidades Urbanas es una iniciativa de colectivos estudiantiles de la Universidad del Valle, quienes se se unen para crear un espacio de intercambio de experiencias entre agentes involucrados en prácticas de transformación social en relación con la agricultura urbana. La idea del encuentro es la de crear una red de apoyo e intervención de manera transdisciplinaria10, con el fin de consolidar alianzas con otros sectores y realizar colectivamente un diagnóstico de experiencias de agricultura urbana en la ciudad de Cali. En el encuentro se realizan, además, intervenciones orientadas a la reflexión y el reconocimiento del otro, de sus manifestaciones culturales y conocimientos heredados, que se articulan con reflexiones sobre la autonomía y las alternativas de construcción de la idea del “buen vivir”11. En este sentido la categoría de soberanía alimentaria es relevante.

      Los colectivos de Semillas de Libertad y Sembrando Ando, organizadores del encuentro, son grupos interdisciplinarios, interesados en la recuperación de semillas nativas; así mismo en promover prácticas y saberes ancestrales campesinos enfocados en el tema de la agroecología en la ciudad de Cali. Su discurso gira en torno a la soberanía alimentaria, los contextos y políticas que inciden en su concepción, la memoria y prácticas campesinas, concepto en el que reconocen una herramienta colectiva, de praxis social y pedagógica para mejorar el estilo de vida de la comunidad. Estos colectivos han impulsado dos huertas urbanas dentro la Universidad del Valle, sede Meléndez, en las cuales se engloba la actividad de producción, circulación y consumo de productos orgánicos. Llevan a cabo jornadas formativas y de exploración con el entorno. Es un laboratorio abierto fundamentado en la participación activa. Sus miembros conciben las huertas como un espacio de solidaridad, de aprendizaje y sentidos compartidos en relación con la agricultura urbana.

      Su discurso reivindica la comunión con el entorno y una noción de ciudad que le apuesta a la relación estrecha entre lo rural y lo urbano. Valores como la solidaridad y el respeto, hacen parte de su repertorio. Las actividades diseñadas son participativas y experimentales. Se caracterizan por propiciar una amplia circulación de diferentes conocimientos y enfatizar el reconocimiento de lo propio, en pocas palabras, fomentan relaciones interculturales mediante una mezcla de conocimientos y vivencias. Se trata pues de un escenario abierto donde cada agente habla de su experiencia y su trayectoria sin desligarse de su contexto biográfico.

      Los colectivos utilizan sus propias huertas para algunas de las actividades realizadas, como, por ejemplo, la observación participativa de la naturaleza, la práctica de la siembra y las historias contadas por los gestores, que generan debate y evocación de memorias ancestrales. Así mismo la experimentación culinaria permite crear sabores, texturas y colores exóticos en relación con la producción y consumo de productos orgánicos a través de técnicas tradicionales campesinas.

      Los estilos de comunicación son dialogales, con sentido colectivo, abunda la comunicación directa. Es un espacio fugaz donde se aprovecha la ocasión para hacer visible el poder de la sociedad civil, sin crear vínculos permanentes y sin figuras de liderazgo. Estos colectivos hacen uso de las redes sociales para comunicarse de manera informal entre ellos. El correo electrónico, los grupos en WhatsApp o grupos cerrados en Facebook, son algunas de sus formas, pero se destaca la comunicación directa, cara a cara.

      Rincón Verde, es otra de las experiencias observadas. Es una organización que surge de la necesidad de buscar alternativas para mejorar las condiciones ambientales de la ciudad. Promueve proyectos educativos amigables con el entorno, entre ellos, un proyecto de servicio, en unión con la Institución Educativa Manuel María Buenaventura de Siloé, cuyo propósito es acercar a la comunidad a prácticas de agricultura urbana.

      El proyecto con Siloé busca generar un acercamiento entre lo rural y lo urbano a través de talleres de huertas caseras con la comunidad educativa y padres de familia. Promueve la educación en cuanto medio de liberación y desarrollo humano e incentiva valores, como: responsabilidad, solidaridad y unión. Este espacio facilita el encuentro e interacción entre los agentes a los que se dirige conformados por el triángulo escuela, hogar y comunidad.

      Las discusiones que se promueven en estos espacios, giran en torno a lo que han vivido los actores en relación con la naturaleza, producto de su propia historia, su experiencia corporal y legado cultural. La memoria sensorial y la relación intercultural con la ciudad, son dos componentes muy centrales en las conversaciones los cuales permiten reconocer el origen de sus tradiciones campesinas. Así, el tema de la huerta se vuelve una experiencia personal que, a su vez, genera tejido social, es decir, crea lazos sociales en la familia y comunidad, pues todos trabajan alrededor de las mismas.

      El estilo de comunicación entre Rincón Verde y la comunidad de Siloé es participativo, una relación de enseñanza/aprendizaje. Hacen uso del correo electrónico y redes sociales, como Instagram y Facebook para difundir y compartir la información sobre talleres, tips para cuidado de plantas, recopilan los datos personales de sus participantes para mandar anuncios y hacer seguimiento a los procesos.

      En el ámbito rural se ubica la historia de “café con sombra”, que es la historia de vida de Fabiola Vega, una campesina que invita a reflexionar y dialogar acerca de los conocimientos campesinos enfocados en el cultivo de café12. Una historia de vida marcada por el hacer campesino que además de contribuir a mejorar ambientalmente la finca, evidencia una práctica de soberanía alimentaria. Hace parte del legado generacional que deja huella en Fabiola y la impulsa actualmente a resistir al modelo de desarrollo capitalista.

      Fabiola logra crear un proyecto familiar de cultivo y de producción de café artesanal agroecológico “El Café La Cabaña” con el apoyo de la Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria - CIPAV13, Una relación de intercambio de conocimiento, confianza mutua y trabajo constante. Así, transformó su espacio, un territorio que nutre y cobija a todos los seres que la habitan, la familia, los animales y los cultivos que conviven en los diferentes ritmos del hacer cotidiano.

      Esta práctica es un ejemplo de intercambio entre conocimientos científicos y campesinos que hace parte del modo de vida de una familia campesina. Una agente transformadora, Fabiola, abre nuevos caminos para visibilizar y rescatar prácticas olvidadas en relación con la tierra, el diálogo y la construcción participativa. Se involucran los tres eslabones de la cadena: producción, distribución y consumo de café de sombra que exige la reconversión de su finca en un proyecto agroecológico. La producción de alimentos es concebida no como una mercancía, sino como una forma de garantizar el bienestar colectivo y el autoconsumo, a partir de experiencias comunitarias y cooperativas. El estilo de comunicación es participativo.

      El ejercicio realizado nos enseña que en el universo de la soberanía alimentaria existe una gran diversidad de agentes promoviendo prácticas y estrategias políticas de ruptura con el modelo hegemónico de la agroindustria. Dicha diversidad estimula unas


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