Masaje de los tejidos profundos. Art Riggs

Masaje de los tejidos profundos - Art  Riggs


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target="_blank" rel="nofollow" href="#fb3_img_img_91bb77b7-dca9-547a-8bf9-caa773c89247.jpg" alt=""/> Las técnicas y distintos intereses de los métodos para el masaje de los tejidos profundos tal vez supongan una profunda reorientación de la forma en que trabajas. Quizá descubras que hacer hincapié en una paciente elongación de los tejidos te permitirá lograr objetivos inconcebibles en tiempos pasados.

      La mitigación del dolor, la adopción de mejores posturas, el aumento de la flexibilidad y la fluidez de movimientos son objetivos que pueden conseguirse con el trabajo de los tejidos profundos. Sea cual fuere el interés, lo preferible es que las técnicas aprendidas en este manual sean útiles para muy distintos terapeutas si adaptan estos conocimientos a su propia definición de masaje.

      ¿Por qué tomarse la molestia de aumentar los conocimientos sobre los tejidos profundos? Repasa los requisitos que se exigen para optar a puestos de trabajo en la mayoría de los balnearios y centros médicos, como en consultas de quiroprácticos o clínicas de fisioterapia. La mayoría de ellos exigen un título de masajista de los tejidos profundos. Los masajes ya no se consideran un capricho que aprecian unas pocas personas a quienes sobra el tiempo o el di-nero. Ahora que la comunidad médica ha empezado a reconocer los beneficios del masaje para tratar muchas dolencias, las técnicas del masaje de los tejidos profundos son un requisito básico para conseguir trabajo. Las compañías de seguros distinguen entre el masaje genérico y la «liberación miofascial» o «movilización de los tejidos blandos» (el término que las aseguradoras emplean para el masaje de los tejidos profundos), y pagar más por estos servicios. A medida que los clientes privados se sofistican, también exigen este tipo de servicio en la práctica privada.

      Durante los años que he enseñado masaje de los tejidos profundos, los terapeutas han encontrado muchas razones para acudir a estos cursos. Un gran número asiste porque están lesionados: han trabajado demasiado duro; han trabajado demasiado rápido; han adoptado posturas y una biomecánica incorrectas. Han tratado de forzar y controlar los tejidos de los clientes con horarios en conflicto con la naturaleza de la fisiología humana. Tal vez hayan dado preferencia a las necesidades de los clientes sobre las propias. Con frecuencia, a medida que aumentan los conocimientos sobre el cuerpo humano y las destrezas se vuelven más sofisticadas, los terapeutas se dan cuenta de lo mucho que queda por saber sobre el trabajo corporal, y desean ser más eficaces y mejores en lo que hacen. El propósito de este libro es favorecer este aumento de sus conocimientos y destrezas.

      SIEMPRE ME ALEGRO CUANDO LOS ALUMNOS PECAN DE PRECAVIDOS frente a los tratamientos excesivamente agresivos. El mejor consejo es nunca practicar un movimiento o procedimiento a menos que sepamos que es totalmente seguro y tengamos suficiente confianza en lo que hacemos. No obstante, al igual que el ideograma chino para «peligro» también significa oportunidad, las zonas en las que el masaje de los tejidos profundos puede influir negativamente en los nervios o la circulación también son áreas en las que el masaje puede liberar adherencias o compresiones y ofrecer mejoras significativas. Pecar indiscriminadamente de precavidos puede traducirse en un mal servicio, aunque bien intencionado, a los clientes, problema que se resuelve adquiriendo seguridad en los conocimientos de las áreas potenciales de peligro.

      Al comenzar las clases de masaje resulta imposible enseñar a trabajar cuidadosamente con ciertas estructuras hasta haber adquirido cierto nivel de destreza. Las advertencias de no trabajar en la porción anterior del cuello, el abdomen y el triángulo inguinal, y en torno a ciertas arterias, venas y nervios superficiales son más que aconsejables para los alumnos que empiezan. Sin embargo, existe una gran diferencia entre no trabajar o trabajar sólo superficialmente con un área y aprender en clases de nivel más avanzado a trabajar con seguridad con esa misma área.

      

Es importante distinguir entre maniobras o movimientos conscientes y cautos, y los intentos por aplicar un estilo de masaje con el que estemos poco familiarizados.

      Durante años he sido testigo de la emoción de los nuevos alumnos de masaje de los tejidos profundos mientras exploraban los límites de seguridad y confianza. Si bien resulta alentador ver su preocupación por el bienestar de los clientes, he llegado a la conclusión de que gran parte de sus precauciones no son en realidad sino aprensión por la falta de conocimientos sobre las estructuras anatómicas que requieren prudencia. A menos que conozcas las estructuras que deben preocuparte o en cuyas cercanías has de trabajar con cuidado, el cuerpo puede convertirse en un nebuloso campo de minas ante tus dudas y miedos.

      

Imagina que caminas por el salón de tu casa en total oscuridad. Si sabes dónde están el sofá, la mesa, la televisión, las lámparas y el resto de los muebles, tendrás suficiente confianza para moverte por la habitación. Ahora imagina que andas por una habitación que no conoces y también a oscuras y llena de muebles. Tus intentos por cruzar la habitación probablemente se reduzcan a temerosas tentativas. Practicar un masaje de los tejidos profundos sin conocer las áreas anatómicas de riesgo potencial es comparable a caminar por una habitación desconocida y a oscuras.

      Es importante distinguir entre los términos advertencia y contraindicación. Advertencia implica precaución, pero no prohibición. Aprender a trabajar con las estructuras anatómicas que se exponen a continuación te dará confianza y eficacia en tu trabajo.

      Arterias y venas. La mayor preocupación al trabajar con vasos sanguíneos es el peligro de que se desprendan placas de ateroma o coágulos que viajen por el torrente circulatorio y provoquen accidentes cerebrovasculares. El área primaria de interés es el área cervical, si bien cualquier vena dañada puede almacenar depósitos que viajen por las grandes venas hasta el corazón, en donde son bombeados hasta arterias cada vez menores donde terminan obstruyendo el riego. Esto no significa que nunca debas trabajar cerca de grandes venas o arterias. Aunque en muchos cursos se dice a los alumnos que nunca trabajen en áreas en las que se palpe el pulso, esta precaución parece excesiva, excepto cuando se trabaje con clientes ancianos o gravemente enfermos. El pulso fuerte puede proceder de las arterias axilar, femoral y carótida, y la aorta descendente se palpa a varios centímetros del vaso, por lo que la presencia de un pulso difuso no debe causar alarma.

      Cuando trabajes en un área donde notes el pulso, debes saber por tus conocimientos anatómicos la localización exacta de la arteria. A medida que trabajes, vete acercando al pulso hasta que resulte más pronunciado para luego alejarte un poco y seguir trabajando con precaución.

      Conocer tu anatomía también ayuda cuando el pulso está ausente en áreas importantes de riego arterial como la aorta descendente. Aunque poco frecuentes, los aneurismas son dilataciones en arterias en la que la pared ha quedado destruida. El masaje sobre un área dañada podría causar la rotura de la arteria y poner en peligro la vida del cliente. Practica la palpación del riego arterial con clientes jóvenes y sanos o compañeros masoterapeutas para hacerte una idea de las sensaciones de un pulso normal y de su localización.

      Siempre resulta más seguro evitar las varices, aunque muchos terapeutas evitan por completo el tejido debajo de estas venas. Es muy fácil acercarse al tejido profundo de las varices a 2,5-5 centímetros de distancia por ambos lados de la variz para aliviar los músculos de la pierna. Sé consciente de que muchos clientes mostrarán cautela o miedo a que se trabaje cerca de las varices. Es importante preguntarles si quieren recibir masaje en el área y explicarles que éste no afectará las venas.

      Nervios. Aprende el recorrido de los nervios principales y, cuando masajees, no bajes la guardia ante signos de una compresión, como son un entumecimiento o un hormigueo. Se derivan grandes beneficios del trabajo en áreas como el estrecho superior del tórax donde los nervios sufren restricciones. Explica al cliente que estás trabajando cerca


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