Fases y procesos en artes gráficas. ARGP0110. Álvaro Torres Rojas

Fases y procesos en artes gráficas. ARGP0110 - Álvaro Torres Rojas


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uno de ellos de diferentes países entre sí, y conocedores de los funcionamientos, reglas y normas de sus países de origen al respecto. Las organizaciones oficiales más conocidas son, por este orden, las normas ISO, ITU, ANSI, IEEE, IETF, IEC, y W3C, siendo una de las más relevantes para el estudio de las normas de estandarización de las artes gráficas las conocidas como normas ISO.

      Por otro lado, los consorcios de fabricantes están integrados por compañías fabricantes, tanto en lo referente a fabricación de equipos de comunicaciones como los propios desarrolladores de software. Representantes de ambos sectores deciden trabajar de manera conjunta y establecen los estándares oficiales en sus productos, tales como la Gigabit Ethernet Alliance, ATM Forum o Frame Relay Forum, entre otros. Casi todas estas normas están referidas, dentro de las comunicaciones, a los sectores de redes informáticas o telecomunicaciones, aunque también existen consorcios de fabricantes en materia de soportes para la impresión, tales como la europea FEFR o la española, en materia de soportes para rotulación, Aserluz, que aseguran las calidades y prestaciones de los mismos, así como de las tintas o elementos visualizantes como es el Consorcio Internacional del Color (denominados perfiles CIE y perfiles ICC).

imageImportante

      Estos perfiles ICC definen los estándares de color más usuales en los programas de Ripeo para garantizar impresiones de gran fiabilidad colorimétrica.

      Se ha dado el caso de que los consorcios de fabricantes han ayudado a definir los estándares adecuados a las propias organizaciones oficiales, dado que el amplio conocimiento del mercado, que estos primeros tienen por su experiencia profesional, ha logrado limar errores en normas establecidas por las organizaciones oficiales, que no habían comprobado sus resultados. Tal es así que muchas de las normas ISO que ahora rigen los estándares dentro del sector de las artes gráficas han sido revisadas gracias a las constantes quejas y reclamaciones de los propios consorcios de fabricantes, que han detectado errores graves en la redacción de las mismas.

      Podemos por tanto considerar como estándares a los diferentes acuerdos entre organismos oficiales o consorcios de fabricantes que establecen las especificaciones técnicas para que éstas sean usadas y tomadas como reglas, o directrices a seguir y que de esa manera garanticen y aseguren que aquellos productos, soportes, maquinaria, software y hardware específicos dentro del sector de las artes gráficas garanticen unos criterios de calidad, y una línea similar de trabajo entre empresas del sector.

      Este conjunto de normas y recomendaciones técnicas no solo logra una mínima regulación en cuanto a transmisión entre los sistemas de comunicaciones, sino que permite que no encontremos incompatibilidades entre empresas del mismo sector.

      Imaginemos, por ejemplo, que no se hubiesen regulado nunca las diferentes herramientas necesarias en la producción gráfica, tales como programas informáticos de diseño o maquetación, y que cada empresa del mundo usase sus propias herramientas o software libre con sus consiguientes extensiones de archivo, y que además, éstas no fuesen compatibles entre sí.

      De esta manera, si un empresario necesitase de la ayuda o complejidad para terminar un trabajo de otra empresa ajena que realiza unos servicios que él no puede prestar, no podría compartir sus archivos con la nueva empresa, y probablemente no sería posible completar el trabajo.

      Una de las estandarizaciones logradas en el transcurso de los años ochenta y noventa fue establecer compatibilidades entre todos los tipos de archivo de mapa de bits y vectoriales en diseño gráfico, así como los de animación y audio y video para los multimedia, para compartir su uso, estando las herramientas de uso más común (Photoshop, Corel Draw, Illustrator, In Desing, Quark Xpress, Premiere o Affter effects, entre otros) preparadas para poder abrir archivos nativos de su propia extensión, pero también otros ajenos a su sistema.

imageNota

      Por ello, es común que archivos de tipo pdf o eps (encapsulated postscript) sean compatibles con todos los programas antes mencionados para poder estandarizar tareas de trabajo.

      En lo referente a los distintos estándares, podríamos hablar de tres tipos esenciales:

      image Los estándares de facto.

      image Los de jure.

      image Los propietarios.

      Conocemos como estándares de facto a aquellos que, aunque gozan de una alta penetración y aceptación en el mercado al que están dirigidos, no son recogidos por ninguna estandarización de normas y, por tanto, podemos considerarlos estándares no oficiales.

      Por otro lado, serán estándares de jure aquellos que sí que han sido recogidos por las diferentes organizaciones oficiales o consorcios antes mencionados.

      Los estándares propietarios, o selectos, son aquellos que, pese a tener normas de estandarización similares a las antes mencionadas, pertenecen a una entidad privada no muy extendida y, por tanto, con un uso reducido en la sociedad o mercado al que está dirigido. Este tipo de estándar propietario es muy típico en marcas selectas que pretenden obligar al cliente a mantener su “fidelidad”, mediante un uso obligado de sus consumibles, recambios y productos, y es un caso muy habitual en empresas de gran penetración tales como HP (Hewlett-Packard) o IBM.

      Claro está que estos estándares propietarios, en la medida que van insertándose en el mercado, por la propia estandarización de los diferentes competidores que aceptan sus productos para poder competir o al menos compatibilizarse con ellos, acaban por convertirse con el tiempo en estándares de facto o incluso de jure al acabar por adoptarse su sistema o tipo de soporte por un organismo oficial.

      La diferencia primordial entre los distintos estándares, será según cómo estén generados o gracias a su propia concepción. Así, los estándares de jure, como hemos comprobado, suelen ser establecidos gracias a grupos técnicos de personas de diferentes áreas del conocimiento con clara búsqueda y estudio para la mejora de un estándar específico, mientras que los estándares de facto y propietarios suelen ser promulgados por entidades con claro ánimo de lucro que quieren sacar al mercado un producto o servicio con el único fin de obtener ganancias propias y, con suerte, lograr que alguna organización oficial acabe por acatarlo e incluirlo en el estándar y lo defina como estándar de jure.

      4.2. Flujo de trabajo

      Conocemos como flujo de trabajo al perfecto funcionamiento de las diferentes actividades empresariales y la compenetración entre las distintas secciones de la misma, desde que un trabajo ha sido encargado por un cliente hasta su finalización.

      Una vez confirmado el pedido por el departamento de administración, el encargado o el jefe de producción se dirigirá al departamento de creatividad,o, en su defecto, directamente al de diseño o preimpresión, para comenzar a concebir el trabajo final.

imageNota

      Es en este departamento desde donde se recibe por parte del cliente, o se concibe, el archivo original que habrá que adaptar al periférico encargado de su acabado final.

      Este encargado, que accede a un listado completo de los pedidos y trabajos confirmados, ya sea mediante el uso de un programa informático que agilice el proceso o a través de archivos impresos en papel y convenientemente renovados y actualizados a cada instante, será quien, gracias a este listado, organizará la actividad empresarial, lo que conocemos como flujo de trabajo.

      Este empleado accede a cada una de las órdenes de trabajo y, según orden de prioridad, determina ciertos criterios


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