Desarrollo de bocetos de proyectos gráficos. ARGG0110. Álvaro Torres Rojas
a la comunicación y la corrección de errores entre las partes (empresa encargada del diseño y cliente), va a pasar a la fase final del proceso.
Así que dicho archivo o documento debe ser entregado al departamento de producción o impresión del mismo modo, ya sea porque dicho departamento se encuentre en la propia empresa o porque se hace a través de subcontratación de servicios.
Cuando se habla de documento gráfico previo a la impresión, en la actualidad se hace referencia al archivo informático que contiene la información de diseño del producto.
Consejo
Se considera adecuado que la revisión del arte final se haga a través de varias personas. Como se suele decir: “cuatro ojos ven más que dos”; o lo que es lo mismo; lo que el diseñador puede haber pasado por alto lo puede ver otro compañero.
Existen muchos tipos de archivos y formatos, pero existe una serie de archivos y extensiones informáticas comunes que suelen estar estandarizados y por tanto son reconocidos como universales en este tipo de empresas.
Cuando un trabajo ha finalizado y va a ser enviado a producción o impresión, se puede entregar dicho documento en el formato nativo del programa en el que fue creado, pero siempre es aconsejable el uso de los conocidos en el sector de la informática como metaarchivos.
Los metaarchivos son documentos que permiten combinar todas las opciones del diseño gráfico: tipografías, imágenes, vectores, fotografías, etc., al igual que lo permiten los documentos vectoriales o de maquetación, pero con la diferencia de que se han constituido como extensiones universales.
Mientras que los formatos vectoriales o de maquetación suelen ser nativos de los propios programas en los que han sido creados, como se verá en el próximo apartado, los metaarchivos más comunes (EPS y PDF) son formatos estándares que son reconocidos y por tanto pueden ser abiertos y de nuevo editados con programas de todo tipo del sector de la edición y del diseño, ya sean vectoriales, de retoque fotográfico o maquetación.
5.3.Fase de preimpresión, impresión y acabado
Se aconseja por tanto que, cuando se haga una entrega de documentos finales al departamento de producción o impresión, o a la empresa subcontratada, se haga en ambos formatos: nativo y metaarchivo.
De este modo se facilitará el trabajo de producción o impresión siempre teniendo alternativas ante la imposibilidad de abrir, editar o reconocer archivos.
La fase de producción de hecho se divide en otras tres nuevas etapas: preimpresión, impresión y acabado. Y de este modo se facilita en gran parte la tarea o trabajo final.
La fase de preimpresión es cuando una vez recibidos los documentos gráficos son revisados y preparados para ser impresos por las imprentas o las máquinas de impresión de gran formato, y se valora positivamente que los documentos sean entregados con la mayor posibilidad de edición posible. Muchas máquinas impresoras requieren de una serie de complicados procesos, como la división de colores en primarios o básicos (CMYK); por tanto, cuanto más se facilite la edición del archivo, más rápido podrá trabajar el preimpresor sobre dicho documento.
Tras la etapa de impresión se completa el proceso con la fase de acabado, que es cuando los documentos finales pasan a ser revisados, saneados por sus marcas de corte, paginados, encolados o grapados si es necesario o incluso envasados al vacío en plásticos gracias al uso de retractiladoras. El control de calidad en este proceso será el que dé por concluida la ejecución completa del proyecto.
Ya solo bastará la entrega de los ejemplares de documentos finales impresos al cliente para acabar con el proceso productivo y poder cobrar por los servicios prestados.
Aplicación práctica
En plena fase de ejecución del proyecto, y dado que no se pueden prestar los servicios de impresión en las instalaciones, la agencia de publicidad Megapubli decide subcontratar los servicios de imprenta. El departamento de diseño, que trabaja con software de maquetación, no cae en la cuenta y envía los artes finales a la empresa subcontratada en su extensión o formato nativo. ¿Qué cree que puede ocurrir?
SOLUCIÓN
Generalmente, y ante este tipo de situaciones, suele ser habitual que pasado un tiempo la empresa subcontratada acabe por comunicar a la primera que le reenvíe de nuevo el archivo en otro formato; a ser posible metaarchivo.
Suele ocurrir que las empresas dedicadas a la impresión de documentos, para evitar este tipo de problemas, sí que tengan instalados en sus equipos todas las versiones de software existentes en el mercado, pero evidentemente no siempre es el caso. Además, estas empresas trabajan sobre otro tipo de software específico que transforma esos artes finales en lenguaje reconocible por las máquinas de impresión y, por tanto, que pueden no reconocer los archivos nativos. En el caso del ejemplo, ha ocurrido que la empresa subcontratada trabaja con software de otro fabricante o con versiones antiguas, por lo que cuando ha podido comprobar el archivo mandado por la primera ya ha pasado un tiempo precioso, y cuando la empresa contratante creía que el trabajo estaba puesto en marcha no solo no ha sido así, sino que se le notifica que no han podido siquiera comenzar con la producción. Para evitar este tipo de problemas siempre se aconseja mandar el documento en varios formatos, y que uno de ellos sea al menos de tipo metaarchivo, dado que estos son reconocidos por todo tipo de software dedicados a todas las acepciones del diseño gráfico.
5.4.Originales en diferentes formatos
Como se ha comentado en el apartado anterior, se aconseja que los documentos gráficos originales sean almacenados en memoria para una posible posterior recuperación o modificación de los mismos en diferentes formatos digitales.
En la actualidad, los proyectos gráficos suelen realizarse casi por completo en formato digital o informático. Hay que recordar que ya muchas empresas utilizan el recurso del formato digital hasta para la creación de los primeros esbozos y bocetos, dejando el trabajo artesanal o manual relegado a un segundo plano y aprovechando las ventajas de los avances tecnológicos.
Los denominados tipos de originales digitales suelen estar definidos por el programa o software específico del que provienen. Por tanto, existen extensiones propias comunes en programas de maquetación y procesadores de textos como Adobe In Desing, Quark Xpress, o Microsoft Word, entre otros, así como de programas vectoriales como Adobe Illustrator, Corel Draw, AutoCAD o el extinto Freehand.
En el caso de los documentos propios de los programas de mapa de bits, también conocidos como rasterizados, se pueden encontrar extensiones propias del software Adobe Photoshop, Gimp, etc.
Dichas extensiones de los documentos vendrán determinadas por el software específico, pero también, y a elección del usuario o diseñador, se podrá elegir la extensión gracias a las posibilidades que ofrecen los distintos programas de diseño en función a las características que se desea que tenga el documento gráfico.
Además, hay que recordar que se conocen como metaarchivos a los documentos gráficos que son compuestos de imagen vectorial, textos y mapa de bits al mismo tiempo, y que tienen como extensiones más comunes EPS y, la más extendida, el formato PDF.
A continuación, se ofrece un listado con los formatos o las extensiones más conocidos o estandarizados en el sector del diseño y producción gráfica:
Formatos más extendidos en software de maquetación: