Zen cotidiano. José Santos Nalda
de la rutina, el aburrimiento y la monotonía que pueda existir en tu vida.
– Adoptar una actitud serena y positiva en todas las situaciones.
– Romper las ataduras de los prejuicios, las fobias y las manías.
– Superar temores, miedos, preocupaciones y quimeras.
– Rendir al máximo sin caer en la trampa del estrés.
– Conocerte mejor y vivir en armonía contigo mismo (sosiego, equilibro, serenidad).
– Mejorar la autoconfianza, el autocontrol y la autoestima.
– Recuperar tu conciencia objetiva, lo que te permitirá ver las cosas como realmente son.
– Hacerte más útil para ayudar a los demás.
– Disfrutar más de todo, sin sentirte atado a nada, rompiendo las cadenas del utilitarismo.
En resumen, vivir una vida más natural, más satisfactoria y más en armonía contigo mismo y con todo lo que te rodea.
Tal vez te resulte difícil admitir que el Zen pueda proporcionarte tantos cambios positivos, pero los expertos aseguran que todos esosbeneficios se producen a condición de que tú te sientes en Zazen y adoptes las actitudes Zen sin intención de obtenerlos directamente.
Pero como ya ha quedado dicho más atrás, el Zen constituye ante todo una experiencia vital, y del mismo modo que no se puede aprender a nadar o a tocar la guitarra simplemente leyendo un libro, será imposible que descubras las pistas de este camino si no te decides a reconocerlo por ti mismo en tu vida ordinaria.
«Cuando camines, limítate acaminar. Cuando te sientes,limítate a sentarte y sobretodo no titubees» Maestro Ummon DO. (Kanji japonés que significa: Camino, Vía, Modo o Manera)
EJERCICIOS DEL CAPíTULO 1
El primer paso
¿Estás decidido a recorrer el camino? ¿Sí? Pues determina:
– Lugar dónde practicarás Zazen.
– Qué días de la semana (al menos tres) te será más fácil disponer de media hora.
– Hora del ejercicio.
Primer ejercicio
Siéntate en una silla, mantén la espalda y la cabeza en la misma vertical, apoya los pies en el suelo y las manos sobre los muslos.
Cierra los ojos y trata de percibir todos los músculos o zonas de tu cuerpo en los que haya tensión. Intenta aflojar todos los puntos que estén contraídos hasta que consigas una relajación de todo tu esquema corporal, sin abandonar la postura de verticalidad (duración: 5 minutos).
Segundo ejercicio
Una vez establecida la relajación del ejercicio nº 1 y conservando la misma postura, respira tranquilamente.
Hazlo por la nariz, lenta y profundamente, enviando el aire hacia el abdomen hasta llenar los pulmones.
Espira por la nariz de forma natural.
Repite el ciclo durante 5 minutos.
Capítulo 2 BREVE HISTORIA DEL ZEN
«Todas las aflicciones se originan enla mente. ¿Por qué buscar en otraparte liberarse de ellas?»
Enseñanza Rinzai Zen
…ASÍ COMIENZA LA HISTORIA
El Zen tiene su origen en el budismo fundado por Siddharta Gautama, personaje mítico, de cuya existencia no hay referencias históricas fiables, puesto que no se escribió nada sobre él hasta casi mil años después de su muerte.
La leyenda y la tradición afirman que Siddharta nació el año 624 antes de Cristo, en los jardines de Lumbini, del reino de Kapilavastu, en la región del Nepal (India).
Su padre fue el rey Suddhodana y su madre la reina Maha Maya, que murió a los pocos días de dar a luz a este niño.
El príncipe Siddharta se casó, cuando tenía dieciséis años, con su prima la princesa Yasodhara, de la que tuvo un hijo, al que llamaron Rahula.
El rey Suddhodana quería que Siddharta viviera feliz y durante muchos años hizo todo lo que pudo para ocultarle las miserias y realidades de la vida.
¿Qué podría haber más allá del placentero recinto en el que ya había celebrado su 29 cumpleaños?
Intrigado por esta cuestión, Siddharta decidió salir de su palacio protector, y cruzar por primera vez las murallas que lo separaban del mundo exterior para contemplar la vida real de los otros seres.
Durante su corto paseo pronto descubrió, con asombro y tristeza, la impresionante realidad que ignoró tantos años, encarnada en otras personas, víctimas de la miseria, la enfermedad, la vejez y la muerte.
Este descubrimiento le causó una impresión tan profunda, que durante muchos días quedó absorto en la misma reflexión acerca del sentido de la vida.
Obsesionado por hallar una respuesta a cuestiones tan vitales, abandonó palacio y familia, y empezó una existencia de asceta, siempre en busca de la causa del sufrimiento humano.
Tras muchos años de ayunos, meditaciones, sacrificios, pruebas y una determinación firme de llegar hasta el final, alcanzó el despertar (la iluminación), que le permitió ver con toda claridad el origen de todos los males que afligen a las personas, y el modo de liberarse de ellos.
A partir de este acontecimiento, que su espíritu compasivo le impulsó a comunicar a sus semejantes, Siddharta fue conocido como BUDDHA, palabra sánscrita que significa: «El hombre que sabe», y también «El hombre que ha despertado», el iluminado…
DIFUSIÓN DEL BUDISMO
Las enseñanzas de Buda (Buddha), escritas por sus discípulos cientos de años después de su muerte, se extendieron siglos más tarde por Asia Central.
En el siglo I después de Cristo, y de la mano de los peregrinos o mercaderes que venían de la India por el Camino de la Seda, el budismo llegó a China.
Según la tradición, el Zen nació cuando el monje hindú Bodhidharma (vigésimo patriarca descendiente de Buda) llegó a China el año 520 después de Cristo, y tras entrar en contacto con los portadores de las ideas taoístas, pasó nueve años en una gruta meditando de cara a la pared.
El asceta que había venido a propagar la doctrina de Buda no pudo librarse de la influencia del taoísmo, y estableció las primeras formas de meditar conocidas bajo el nombre de Ch’an. La enseñanza y la experiencia vital