Anatomía & Yoga (Color). Joana Sánchez
existen decenas de yogas, estos se podrían resumir en cinco ramas importantes: Karma Yoga (camino de la acción), Jñaña Yoga (camino del discernimiento), Bhakti Yoga (camino del amor y la devoción), Hatha Yoga (camino de la fuerza vital y mental) y Raja Yoga (camino de la introspección)
KARMA YOGA
Es el yoga de la acción desinteresada, aunque no siempre fue así. En la antigua literatura védica, la acción era entendida como acción ritual en los sacrificios, que se caracterizaba por su precisión y exactitud en el momento de ejecutar el ritual, era una acción externa. La India, poco a poco, se fue emancipando de este ritualismo védico, de manera que esa acción externa se transformó y se interiorizó hasta convertirse en un acto desinteresado a través de las obras.
El ser humano se hace, pues, responsable de cada pensamiento y acción que genera y ello va a comportar una consecuencia en la ley del karma, que es la ley moral de la causa y efecto. Por tanto, en el yoga de la acción la actitud ante la vida se caracteriza por realizar cualquier trabajo o servicio de manera desinteresada. El practicante de Karma Yoga deja de ser el protagonista de la acción para convertirse en un instrumento de la misma. Dicha acción, servicio o trabajo se realiza desde la implicación y la entrega desinteresada.
JÑAÑA YOGA
Es el camino del conocimiento, del discernimiento. Jñaña no se refiere a un conocimiento intelectual, sino a la sabiduría suprema, que se adquiere a través de la reflexión y la meditación. Consta de dos etapas básicas. La primera etapa es la reflexiva, donde utilizamos la mente racional para analizar aquello que queremos conocer, por ejemplo a través de preguntas. Una de las preguntas más utilizadas es: ¿Quién soy yo?
Una segunda etapa es la meditativa, donde se abandona la mente racional y aparece un discernimiento amplio que surge de la experiencia personal. A través de esta práctica continuada se destruyen los prejuicios, las obsesiones, las ideas preconcebidas, y se adquiere un conocimiento experimental que nos permite descubrir la realidad última de las cosas. Tal como menciona la Bhagavad Gita, en el capítulo cuarto, se elimina el mal y las dudas y se obtiene finalmente la suprema paz.
BHAKTI YOGA
Conocido como el yoga de la devoción, del amor puro. El practicante es un devoto hacia aquello que es motivo de su devoción, pudiendo ser la Divinidad, el Absoluto, aunque también cualquier otro fin devocional. De la misma manera que en el Karma Yoga, el amor del devoto es incondicional, no espera nada a cambio. Es una actitud de entrega y de abandono total a la voluntad divina.
El practicante o bhakta ha de ser una persona que no esté muy apegada a los deseos de los sentidos y que además presente un alto valor moral. Este sendero de yoga puede combinarse muy bien con otras prácticas yóguicas y con la vida cotidiana.
HATHA YOGA
Es el camino de la fuerza vital y mental. Su significado procede del mismo nombre, Ha significa “luna” y Tha significa “sol”, que representan estas fuerzas, la vital y la mental. Cuando las fuerzas se unen aparece la Kundalini, fuerza espiritual. El Hatha Yoga es uno de los yogas más practicados en Occidente, precisamente es así ya que su práctica inicial se centra en el cuerpo físico: en las asanas (posturas), los shatkarmas (ejercicios de purificación), el pranayama (control y regulación de la respiración). Estas prácticas proporcionan un equilibrio físico y un control del cuerpo, permiten que la energía fluya por él, purificándolo y regulando su actividad fisiológica. Además, en el Hatha Yoga se realizan mudras (gestos psíquicos) y bandhas (llaves energéticas) que inducen a la concentración y la meditación.
RAJA YOGA
Es el Yoga Real, aunque se le conoce como Yoga Mental. Es la senda de la introspección, de la retracción de los sentidos, donde se dirige la atención hacia el interior pudiendo transcender el plano físico hasta llegar a un nivel profundo de meditación. El practicante llega a un estado de consciencia (supraconciencia) donde descubre lo Real y la verdadera naturaleza del ser.
La senda del Raja Yoga abarca a otras ramas del yoga, como el Patanjala-Yoga (basado en los Yoga-sûtra de Patanjali), el Kundalini Yoga, el Kriya Yoga, el Mantra Yoga y el Dhyana Yoga.
Diversas sendas en la práctica del yoga conducen a la unión. Camino en Fatehpur, Rajasthan, India.
Patanjali y los Yoga-sûtra
Los Yoga-sûtra son considerados uno de los textos más importantes del yoga clásico. Esta obra representa el primer método sistemático que describe, de manera concreta, las reglas de la práctica del yoga. Se desconoce la época exacta de su aparición, se cree que pudo producirse hacia el año 200 a.C., aunque algunos autores lo datan en épocas posteriores.
Pranava mantra. La sílaba sagrada “OM”, pronunciada como “AUM”, que representa la tríada sagrada de Brahma (el Creador), Visnu (el Preservador) y Shiva (el Disolutor). «La repetición y el pensamiento del significado de Pranava conducen al Samadhi.» Sutrn, 28
El texto se compone de 195 sutras o aforismos, escritos en sánscrito, y se encuentra dividido en cuatro capítulos: “Concentración” (Samadhi Pada), “Práctica” (Sadhana Pada), “Experiencias” (Vibhuti Pada) y “Libertad absoluta” (Kaivalya Pada).
Sûtra significa “hilvanar”, “urdir”. Los sutras sintetizan una gran cantidad de significado en unas pocas palabras.
CALMAR LA MENTE
Patanjali, al principio de su declaración, nos desvela qué es el yoga: ”Yoga es el control de los estados de la mente”, o dicho de otra manera, “el cese de las fluctuaciones de la mente”.
Si observamos unos instantes nuestra mente veremos que no se detiene, estamos constantemente pensando, de manera continua, saltamos de un pensamiento a otro sin cesar. Ello nos conduce a actuar muchas veces de forma desordenada, a no poder concentrarnos en el momento presente, viviendo así alejados del “aquí y ahora”. Según Patanjali, los patrones de pensamiento se pueden dominar a través de la práctica persistente y constante de la concentración, sin interrupciones, y del desapego de los bienes materiales. Esta es la manera de calmar la mente y de lograr una percepción adecuada del mundo real, transformándose para obtener la felicidad y paz absolutas.
OBSTÁCULOS PARA LA PAZ INTERIOR
Según los Yoga-sûtra, existen cinco causas principales que nos impiden alcanzar la tranquilidad y la paz interior. Estos cinco obstáculos, que son la causa primaria del ego y el sufrimiento, se denominan kleshas.
Avidya. Ignorancia o falso entendimiento respecto a la verdadera naturaleza de las cosas.
Asmita. Egoísmo o apreciación falsa de la propia persona.
Raga. Apego o necesidad hacia las impresiones mentales o hacia los objetos.
Dvesha. Aversión a los patrones de pensamiento, conectado a experiencias pasadas dolorosas.
Abhinivesha. Apego instintivo a la vida y el miedo a la muerte.
Para ir superando progresivamente los kleshas, tenemos que hacernos conscientes de aquello que nos perturba. Permanecer en estado de alerta, y cuando nos sintamos mal debemos detenernos un momento y reflexionar sobre ello. Una vez que logremos un conocimiento claro y discriminativo de lo que sentimos, nos liberaremos del sufrimiento.
ASHTANGA YOGA, LOS OCHO MIEMBROS DEL YOGA
Patanjali, en el segundo capítulo de su obra los Yoga-sûtra,