Detente, ¿cómo va tu vida?. Érika Pavón
ARGENTINA
MÉXICO
INTRODUCCIÓN
Sé que pueden haber días en los que despiertas sin saber exactamente por qué te sientes triste, sin ánimos y con un vacío. Y si, por el contrario, crees saber la razón, no sabes muy bien cómo solucionarlo.
Muchas veces es más fácil continuar creyendo que todo pasará y que puedes con eso. Y seguro en ocasiones has caminado por la vida sin resolver a fondo tus conflictos. Lo que a veces no notamos es que todo se acumula y, de repente, la mochila de situaciones complicadas ya está llena y nos pesa mucho.
Por eso quiero preguntarte: ¿hasta dónde vas a permitir que la situación avance? ¿Realmente te has detenido a pensar cómo va tu vida? No para vivir por vivir, sino para darle el sentido que merece y transformar esas emociones de tristeza, miedo, ira o disgustos que suelen aparecer y no te dejan fluir.
Si todos escondemos mil cosas, no solo de los demás, sino de nosotros mismos, es porque nos hemos educado en una sociedad llena de inhibiciones, represiones y tabúes. Donde resulta más seguro mantener distancias y defensas para que no se aprovechen de nuestros momentos de debilidad o vulnerabilidad. Sin embargo, lo que nadie nos ha dicho es que no está mal ser vulnerables y hay que aprender a dejar fluir todas esas emociones que muchas veces negamos.
No importa la situación en la que te encuentres, la edad o el sexo, este libro está creado para que realices una introspección profunda con la que podrás generar cambios concretos y, de esa forma, llegar a una mejor versión de ti mismo.
Detente, ¿cómo va tu vida? es un viaje práctico en el que aprenderás a identificar los apegos emocionales, el autosabotaje, la baja autoestima, las autocríticas destructivas, la baja tolerancia y todos esos temas que suelen presentarse en la vida diaria y que pueden llegar a perjudicarte, explicados de una forma interesante y sin pretensiones.
A través de anécdotas cotidianas y ejercicios prácticos y sencillos, comenzarás a desarrollar herramientas para resolver las preguntas que te aquejan: ¿qué necesito trabajar en mi vida?, ¿cómo puedo resolver mis conflictos pendientes?, ¿cómo puedo canalizar mis emociones y desarrollar mis talentos sin temerle al fracaso?
En cada capítulo te invitaré a cuestionarte aspectos de tu vida y a establecer estrategias para sobrellevar tus adversidades. Así podrás combatir tus miedos con técnicas que te fortalecerán para alcanzar tu éxito y llevar la vida que siempre has querido.
Este libro pretende ser un acompañante que te ayude a descubrir tu mejor versión y a crear motivaciones diarias con las que puedas disfrutar de una autorrealización sin barreras, en tu aquí y ahora.
Aquí te darás la oportunidad no solo de conocerte más a fondo, sino de admitir que eres una persona inigualable y dispuesta a ver sus virtudes. Aprenderás a aceptar tus emociones y dejarlas fluir. Conocerás cómo vivir a conciencia en tu presente. Te darás cuenta, sin prejuicios ni subestimaciones, de las áreas de tu vida en las que necesitas trabajar para estar bien.
No es casualidad que estés sosteniendo este libro en tus manos. Es un mensaje de vida maravilloso, de corazón a corazón, para que comiences a volcarte hacia el desarrollo personal que hoy necesitas.
Detente, respira profundo y pregúntate: ¿cómo va tu vida? Te invito a descubrir tus fortalezas, virtudes y talentos para que te liberes de las barreras de tu vida y saques a relucir tu mejor versión. Nos enfocaremos en tu presente y en lo que deseas cambiar en él.
Prepárate, porque vamos a liberar juntos a ese gigante interno que quiere ser visto.
El amor perfecto es
aceptar y amar nuestra
imperfección.
UN MOMENTO
DE VICTORIA
Te voy a contar una historia. De pequeña era una niña muy tímida. Siempre intentaba ser buena y amable, pero todos pensaban que me comportaba así por ingenua o tonta. Lo peor era que yo siempre creía lo que decían. Tenía miedos e inseguridades que incrementaban por las opiniones de mis compañeros y compañeras de la escuela.
Cuando iba en la primaria, la maestra de español nos pidió que nos aprendiéramos un poema para participar en un concurso de declamación: el mejor representaría a todo el grupo frente a la escuela entera. Me llevé una gran sorpresa cuando la maestra dio los resultados: ¡yo había sido la mejor del salón! Aunque por dentro estaba llena de miedos por declamar frente a todos, que la maestra creyera en mí me impulsaba a que yo también lo hiciera.
Me asesoré con una tía que era muy buena en la materia, fue ella la que me compartió el poema con el que gané. Gracias a ella dejé de dudar si podía aprenderme de memoria todos los versos y perdí el miedo a que los demás se burlaran de mí, entre muchas otras inseguridades que una niña de diez años puede tener.
El día de la competencia, mientras esperaba mi turno, podía ver a niñas y niños equivocarse al pasar al frente o llorar desde el principio por el pánico escénico. Aunque yo también temblaba, traté de mantener la calma porque estaba casi segura de que mi poema era muy bueno y que yo lo hacía muy bien.
Por eso me concentré, creí en mí y traté de declamar de la forma más perfecta posible: desde el corazón. Me desconecté de todo y solo me sumergí en la poesía como si estuviera viviendo cada palabra en mi interior. Cerré los ojos y cuando los abrí pude ver que todos estaban de pie y aplaudían muy, muy fuerte. Y a pesar de que me había escuchado muchas veces practicando, vi a mi maestra con lágrimas en los ojos. Ese momento mágico la hizo conectar. Además, también vi a mi madre llena de alegría, mandándome besos y diciéndome que lo había hecho maravilloso.
Cuando llegó la hora de la premiación, ¿qué lugar crees que gané? Pues el primero. No podía creerlo, sentía que había hecho algo perfecto por primera vez en mi vida. Al salir de la premiación fui a mi salón y todos mis compañeros me recibieron con abrazos y felicitaciones