De La Higuera a Chile, el rescate. Adys Cupull
en varias universidades de Cuba. Creadores de la Galería 14 de Junio, y miembros del Movimiento de Coordinadores de la UNEAC. Han impartido conferencias en universidades, centros culturales e instituciones de más de 30 países de Europa, África, América Latina y Asia.
Pertenecen a la Sociedad Cultural “José Martí”, a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), la Unión de Periodistas (UPEC), el Instituto de Historia, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, entre otras importantes instituciones.
Son asesores históricos del Museo de la Revolución y miembros investigadores del Archivo Nacional de Cuba y del Archivo General de la Nación de México; del Instituto de Cooperación E. Sviluppo y de la Asociación Nacional de Partisanos, ambos de Italia. Son miembros de honor de la Academia de la Lengua Quechua del Cusco.
Su trabajo como diplomáticos en México (1974-1980) les permitió investigar acerca de la presencia de José Martí y Julio Antonio Mella en ese país.
De 1983 a 1987 cumplieron misión diplomática en Bolivia, que les permitió recorrer las selvas por donde Ernesto Che Guevara y sus hombres sembraron la semilla guerrillera. Esa labor les fue muy útil para en 1987 preparar la edición ilustrada del Diario del Che en Bolivia, ampliada con fotos, documentos, notas explicativas, traducción de vocablos originarios (quechua, aymara y guaraní), las 13 páginas que faltaban a la primera edición y material gráfico.
En 1989 publicaron De Ñacahuasú a La Higuera, considerado por el Instituto de Verbología Hispana como uno de los diez libros imprescindibles para el estudio de la lengua castellana en esa región de nuestra América; fue llevado, a una versión radial, para un serial homónimo, en Cuba; y con algunos de sus capítulos se realizó una versión para teatro en la República Popular China. El libro constituyó una fuente imprescindible para el documental seriado de Mundo Latino, “Hombres de la Guerrilla”, y el cineasta suizo Richard Dindo, lo situó entre las fuentes útiles para su documental “Ernesto Che Guevara. El diario de Bolivia”, realizado para la televisión Suiza.
El libros La CIA contra el Che (1992), recibió el Premio de la Crítica por la Academia de Ciencias de Cuba; Creciente Agonía, fue seleccionado por el Centro del Libro de Zaragoza, España, entre las especiales de Biografía genealógica; Julio Antonio Mella y Tina Modotti contra el Fascismo, fue seleccionado en Italia para conmemorar el 60º aniversario de la derrota del Fascismo. Se presentó en 23 ciudades de Italia y en varias de España y uno de sus capítulos fue llevado a un documental. El libro aparece en los catálogos de importantes bibliotecas de universidades de varios países.
Entre sus obras sobre el Che publicadas en Bolivia, Argentina y Ecuador se encuentran Cálida Presencia, Con la mirada al sur, La CIA contra el Che, Amor Revolucionario, Recuerdos Profundos, Sin olvido, crímenes en La Higuera, Recuerdos de familia y De Ñacahuasú a La Higuera, con una notable edición boliviana en el año 2007 y presentada en La Higuera y Vallegrande.
Con dos de sus tres hijos, Leandro y Liván González Cupull, han producido y asesorados documentales que abordan aspectos para el rescate de la memoria histórica, entre ellos una serie televisiva de 21 capítulos sobre los bolivianos que acompañaron al Che, titulada “Semillas del Ñacahuasú”.
En sus trabajos investigativos recorrieron las ruinas precolombinas, especialmente aztecas, mayas e incas, las de los jesuitas en Argentina y las poblaciones ribereñas del río Paraná desde Buenos Aires hasta las Cataratas de Iguazú. Cruzaron los Andes por el Paso de los Libertadores.
En Cuba, han escalado las principales elevaciones y visitado los sitios de interés arqueológico e histórico, entre ellos las ruinas de esclavos y precolombinos como El Chorro de Maíta, las comandancias del Che en Caballete de Casa, en El Escambray; y en la loma del Taburete, en Pinar del Río. Han escalado el Pico Turquino y el Pico Mella en la Sierra Maestra.
De igual forma, han conocido las ciudades más altas de América Latina, sus principales volcanes y los más importantes museos e instituciones arqueológicas de casi todos los países de América Latina.
NOTA AL LECTOR
El libro De La Higuera a Chile. El Rescate, recoge los testimonios de los sobrevivientes de la guerrilla del Che y de los que participaron en su salvamento. Después de 7 combates los guerrilleros habían llegado a un intrincado paraje en la región de San Isidro, en el departamento de Santa Cruz de la Sierra, a 140 kilómetros de La Higuera, donde el 9 de octubre de 1967 fueron asesinados el Che, el peruano Juan Pablo Chang-Navarro y los bolivianos Willy Cuba y Aniceto Reynaga.
A través de sus narraciones se puede conocer cómo llegaron a ese remoto lugar, la salida de Inti y Urbano hasta Santa Cruz de la Sierra, la organización de un comando para trasladarlos hasta la ciudad de Cochabamba, distante unos 250 kilómetros en peligrosa travesía, controlada por policías y militares en diferentes puntos de la ruta; de la protección en esa ciudad, el recorrido hasta La Paz, unos 450 kilómetros, para continuar el viaje secreto por 203 kilómetros hasta Oruro, nuevo punto de partida, y recorrer 180 kilómetros por las frías y desoladas pampas del altiplano boliviano -con alturas superiores a los 4000 metros sobre el nivel del mar, frío intenso, en esos días con lluvias torrenciales y ríos desbordados- hasta la frontera con Chile.
En el año 2008 visitamos la ciudad de La Paz, invitados a la Feria Internacional del Libro. Otra generación de bolivianos nos recibía, la nuestra preguntaba de las nuevas investigaciones y sugerían que abordáramos el tema sobre el rescate de los sobrevivientes de la guerrilla.
Habían pasado veinte años desde la publicación de nuestro libro De Ñacahuasú a La Higuera, reeditado en Bolivia en el 2007 y presentado en La Higuera y Vallegrande el 8 de octubre de ese año, en ocasión del 40º aniversario del asesinato del Che.
En nuestros archivos conservamos los testimonios recogidos en el año 1984, cuando entrevistamos a los principales miembros del comando que rescató a los sobrevivientes, con quienes visitamos la zona de San Isidro, donde permanecieron ocultos éstos, después del combate de la Quebrada del Yuro.
En el encuentro consideramos necesario divulgar la capacidad organizativa de Inti Peredo, quien dirigió el operativo para llevar al grupo hasta la ciudad de Cochabamba, luego a La Paz, Oruro y a la frontera con Chile. El apoyo de los chilenos, especialmente del entonces presidente del Senado Salvador Allende y su hija Beatriz. A Inti lo definimos como un Comandante vencedor en aquella atrevida y riesgosa operación.
Coincidimos que era necesario dar a conocer los testimonios de los militantes del Partido Comunista de Bolivia (PCB) o del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que habían participado en el operativo. Ya algunos habían fallecido, otros estaban enfermos y casi todos habían cumplido los setenta años de edad. Estas circunstancias nos impulsaban a trabajar, porque de no hacerlo, se podrían perder valiosos testimonios.
Guardamos con especial cariño el libro del escritor boliviano Jesús Lara, Sueños: su narración marcó a una generación. Lara habla del regreso de Inti, detallado con tan dolida prosa, que cala en lo más profundo del corazón. Tenemos los relatos de Antonio y Oswaldo Peredo, el libro de Inti Mi campaña con el Che, y las largas conversaciones con Matilde Lara (su viuda) y las publicaciones y declaraciones de los sobrevivientes.
Inti escribió en su libro: “Deliberadamente, nunca hemos explicado nuestra salida del monte, porque ella ponía en peligro la vida de varios campesinos y sus familiares, que se jugaron entero por nosotros, así como honestos revolucionarios de la ciudad. Ellos comprendieron el sentido de nuestra lucha y arriesgando lo poco que tienen crearon las condiciones para que pudiéramos iniciar la etapa de la reconstrucción del ELN. Algún día no lejano habrá que hacerles justicia…”
En la década del 80 era imposible publicar el libro, la mayoría de los miembros del comando mantenían su participación en secreto y la situación política de Bolivia era muy inestable.
De la guerrilla en Bolivia aún guardamos informaciones que no queremos ni debemos llevarnos a la tumba, y como dos de nuestros tres hijos se especializaron