El presupuesto participativo. Alberto León Gutiérrez Tamayo
de este mecanismo ha sido en materia de formación ciudadana, en el aumento de los niveles de confianza en la ciudadanía y de la participación con calidad en los diferentes escenarios de deliberación, concertación y decisión.
También se ha examinado la relación entre la participación ciudadana y el desarrollo local, y en ese sentido, el artículo de Valencia, Aguirre y Flórez (2008) tiene como objetivo analizar la relación entre capital social, desarrollo y políticas públicas. Los autores argumentan que el PP constituye un espacio de participación donde los ciudadanos generan acuerdos sobre proyectos de desarrollo local (p. 70). En este punto, resaltan que la transparencia y la democratización de las decisiones en el PP contribuyen a generar capital social y desarrollo tanto económico como social. Adicionalmente, argumentan que dichos elementos permiten incrementar la confianza en la administración municipal.
Por último, Cano (2016) indaga si la participación ciudadana y la organización comunitaria han impactado el desarrollo local. El autor toma como caso de estudio la Comuna 6 (Doce de Octubre) y concluye que el incremento de recursos sociales, técnicos y económicos sí ha propiciado efectos organizacionales positivos. Además, menciona que la gestión del desarrollo local es el principal incentivo de la participación ciudadana en dicha comuna, lo cual ha fortalecido la identidad territorial y la capacidad de coalición y movilización. Contrario a esto, como falencia, indica que dichas cualidades se activan solo en la negociación y diseño de programas y proyectos para la localidad, y su efecto disminuye en la implementación y evaluación de lo ejecutado.
Según lo anterior, respecto al papel de la participación ciudadana en la gestión pública en el marco del PP se ha insistido en la importancia de que sea transversal en la gestión pública (Posada, 2007); en que se articule con otros mecanismos de planeación como el Sistema Nacional de Planeación y los consejos municipales de planeación (Velásquez y González, 2012); en la necesidad de fortalecer la corresponsabilidad ciudadana (Restrepo, 2007), mejorar las relaciones ciudadanía-Estado para democratizar la gestión pública local (Aguirre, 2010) y en que la incidencia de la participación ciudadana en la gobernabilidad permite el fortalecimiento ciudadano (Celis, 2008). Además, se reconoce que el PP ha ayudado a mejorar el desarrollo económico y social a nivel local (Valencia, Aguirre y Flórez, 2008) y ha fortalecido los procesos identitarios y organizativos de las comunidades locales (Cano, 2016).
Por su parte, los documentos referentes a planeación participativa son los artículos “El presupuesto participativo entre democracia, pobreza y desarrollo” de Gómez (2007); “Hacia la renovación de concepciones y prácticas de la planeación y el desarrollo” de Giraldo, Hincapié, Zapata y Sánchez (2010); “La planeación participativa: una revisión de los enfoques sobre la planeación participativa producidos en la ciudad de Medellín en el marco del Sistema Municipal de Planeación (SMP-1996)” de Ayala (2014); “Construyendo ciudadanía: la experiencia del presupuesto participativo en las comunas de Medellín” de Molina (2013); y “Programa de planeación local y presupuesto participativo en Medellín, Colombia: estrategia participativa para planear el desarrollo y democratizar la gestión pública” de Gutiérrez (2014). El capítulo del libro Construyendo democracias y metodologías participativas desde el Sur: “Metodologías participativas para gestar democracia. Potencialidades del programa de planeación local y Presupuesto Participativo en Medellín-Colombia” de Gutiérrez y Sánchez (2012). Y los libros: Planeación para el desarrollo: utopía realizable. Estudio de caso Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo, 2004-2007, Comuna 1 Popular, municipio de Medellín de Sánchez (2011); y Planeación participativa. Realidades y retos de Gómez et al. (2012).
El texto de Gómez (2007) se ocupa de los alcances del PP en materia de aportes a la gobernabilidad democrática en la ciudad y los procesos locales de planeación, indagando por transformaciones en el poder local, el tejido social y la superación de la pobreza en Medellín. La autora hizo un balance de la gobernabilidad democrática y la participación, la planeación y el desarrollo local, y la gestión pública, resaltando problemas como el difícil acceso a la información por parte de las comunidades debido a su lenguaje técnico y la falta de indicadores para hacerle seguimiento al PP, entre otros.
Giraldo, Hincapié, Zapata y Sánchez (2010) reflexionan sobre el PP en el periodo 2004-2007, en la Comuna 1 (Popular) e identifican tensiones y fortalezas del proceso. Para ello, entienden el desarrollo como construcción sociocultural múltiple, histórica y territorialmente determinada y la planeación como un proceso social, político, territorial y estratégico. Los autores concluyen que el PP contribuyó a dinamizar el desarrollo en la Comuna 1 y al empoderamiento de la ciudadanía en la gestión de lo público al crear escenarios de encuentro, concertación y deliberación.
Por otro lado, el libro de Sánchez (2011) articula en su análisis tres elementos: la experiencia propia del PP, la investigación formativa y científica, y los fundamentos teóricos del desarrollo y la planeación. En ese sentido, plantea que la proyección metodológica de la teoría, aplicada al estudio del PP, implica que la investigación sobre la planeación para el desarrollo sea también un proceso de intervención social.
Gutiérrez (2014) indaga por las posibilidades que ofrecen los PP para el cambio o mantenimiento de un régimen político democrático sustentado en derechos, y que coexiste con un modelo económico que atenta, a su vez, contra los mismos derechos. El autor sostiene que la experiencia del PP puede contrarrestar el modelo económico debido a que es un escenario propicio para la construcción de democracia participativa por tratarse de un proceso político incluyente, pluralista y justo, el cual es protagonizado por diversos actores en escenarios de encuentro y debate permanente, lo cual incide en el desarrollo local y potencia las capacidades de movilización e incidencia social y política de estos sujetos.
Por su parte, Gutiérrez y Sánchez (2012) consideran que para construir, consolidar y fortalecer la democracia también se requieren diferentes metodologías participativas dirigidas a robustecerla. Por ello, comparan las metodologías en la implementación del PP con la “metodología integral de planeación participativa” (MIP). Los autores plantean que el PP tiene nexos con la MIP debido a que ambas comparten finalidades orientadas a promover y consolidar procesos democráticos desde la planeación participativa dirigida hacia el desarrollo; vinculan diversos actores que interactúan y constituyen redes de aprendizaje; y potencian la participación desde la planeación, el control, seguimiento y evaluación de