Growth Mindset. Eber Dosil Gil
una verdadera pena).
«Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes».
WOODY ALLEN
«La vida es lo que te pasa mientras haces planes».
JOHN LENNON 1
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1 Como puedes imaginar, si te dijera que estas dos siguientes frases las ha pronunciado tu vecino del quinto o la persona con la que no puedes cruzar ni dos palabras en el despacho, quizás te impactarían algo, posiblemente de manera negativa, pero el resto de la humanidad que no conoce a tu vecino se quedaría igual que antes, así que Lennon y Woody molan mucho más.
Para comenzar con nuestro aprendizaje Growth Mindset (GM), vamos a arrancar con el primer concepto chulo, a ver qué es eso del «locus de control».
El psicólogo Julian B. Rotter acuñó el término «locus de control» allá por los años cincuenta. En su estudio analizó el nivel de control que las personas creen tener sobre los acontecimientos de su vida. Según sus conclusiones, las personas pueden tener un «locus de control interno», conforme al cual creen que están en control total sobre su vida. Sus resultados son fruto de sus esfuerzos, elecciones y decisiones. El otro grupo de personas que apareció en sus resultados tenía un «locus de control externo», pues creían que la vida está dominada por fuerzas misteriosas y extrañas sobre las que nadie puede influir, y por tanto hay que resignarse a lo que a uno le pasa porque «está escrito» o «es el destino».
Como podrás imaginar, potenciar el locus de control interno tiene muchas ventajas. Si pensamos que todo cuanto hacemos empieza por estar en nuestra mano, no nos arrepentimos, no buscamos culpables fuera y no pensamos en lo «que hubiera pasado si…». Somos conscientes de nuestras fortalezas y debilidades y actuamos para que pasen cosas, esforzándonos y «agarrando el toro por los cuernos».
En el libro The Locus of Control: Five Reminders That You are the Boss, David J. Jensen identifica cinco áreas para conseguir poner en el centro de tu vida el locus de control interno y olvidarte del externo. No creo que haya que olvidarse del locus externo porque siempre hay factores que escapan a nuestro control, pero no debemos basarnos en ellos para justificar lo que nos sucede. Tenemos que encontrar un equilibrio donde el locus interno tenga más peso que el externo.
EQUILIBRIO
El equilibrio es un término al que no le damos suficiente importancia y creo que es clave en la vida y en la mentalidad de crecimiento.
Para poder sacarle rendimiento a este concepto necesito que te posiciones en alguno de los dos escenarios: locus interno o locus externo. Tú decides el rumbo de tu vida o lo hace la mano negra que mueve los hilos sin que tú puedas hacer nada para cambiarlo… ¿Ya lo tienes? Bien hecho. No me digas cuál has elegido.
Enhorabuena por elegir potenciar el locus interno. Si no lo has hecho, vuelve a la casilla de salida del libro y empieza de nuevo. Como siempre en la vida, debemos tener una palanca para hacer fuerza, y la palanca se mueve haciendo todo lo que esté en nuestra mano para que las cosas sucedan. Como el famoso eslogan Make it happen (Haz que suceda). Una vez que hemos puesto todo lo que teníamos al empujar la palanca centrándonos en hacer que pase, únicamente deberemos esperar con paciencia a que pase, o no. Con la palanca del locus interno tenemos muchas más probabilidades de que lo que queremos suceda; habremos comprado muchos más boletos para esa lotería, aunque siempre, siempre, habrá cosas que no controlemos. Así que si no ocurre analiza por qué. La mayoría de las veces no habremos aplicado suficiente fuerza a la palanca para que las cosas sucedan. Lo siento, pero es así. No nos habremos esforzado lo suficiente, no estaremos lo suficientemente comprometidos.
MODELO DE LAS 5CS
Jensen, como todo experto que se precie en materia de management, utiliza un acrónimo fácil de recordar pero que puede ser aplicado para cualquier cosa, innovación, locus, negociación o la receta del pollo asado. Su modelo lo componen las 5Cs y son:
1. Clock
2. Contactos
3. Comunicación
4. Compromisos
5. Causas
* Sobre todo lo que quiero es que pases un rato divertido, que la vida ahí fuera ya es demasiado seria como para que nos pongamos en modo serious-working hasta para leer libros que se supone que nos hablan de cómo vivir mejor y ser más felices. No te des tanta importancia, y si crees que vas a sobrevivir durante generaciones con un legado espectacular me gustaría que me dijeras cómo se llama tu bisabuelo o en qué trabajaba tu abuelo. Cosas tan simples como esas han quedado en el olvido para la mayoría de nosotros. Nosotros correremos el mismo camino cuando las últimas personas que nos hayan conocido mueran, salvo que la huella profunda y duradera que hayamos dejado en ellas sea fuerte y dé un ejemplo como para que otros nos tomen como referencia en sus vidas.
Como ves, este libro te va a contar muchas cosas que sabes, y espero que alguna otra que no. Muchas son muy conocidas y otras no tanto. Algunos conceptos son muy potentes y otros te parecerán simple sentido común. Muchos no los querrás aplicar y lo dejarás todo para adoptar otros. Como la vida misma. La diferencia de este el libro con otro que acabas de dejar en la estantería hace un minuto es que, aparte de hacerte aprender algo, reflexionar bastante, pensar un poco, ejercitar tu mente, criticarlo todo y dudar mucho, te aseguro que te reirás con la mayoría de las cosas que escribo. Porque esto del Growth Mindset va también de reírse*. Quítate importancia, por favor. Deja de una vez esa voz engolada de sabio trasnochado para cuando estés solo y nadie pueda escucharte. Es ridículo. Ríete por favor. Porque la vida es mucho más risa que llanto, más ligereza que pesadumbre, más Hermanos Marx o ese chiste malo que te acaban de contar que Schopenhauer o Milan Kundera, pese a que La insoportable levedad del ser estuviera entre mis libros favoritos de adolescencia, por mucho que le cueste creerlo a mi mujer. (Y, no era ninguna técnica para conseguir que saliera conmigo).
Piensa en las casualidades que se han dado para que estés aquí sentado hoy. Primero piensa en las cosas que tuvieron que pasar para que tus padres se conocieran, y que sus padres se conocieran, sus abuelos, etc., una casualidad increíble llena de decisiones, errores, aciertos, esfuerzos completos y pasotismo máximo. No solo tú eres responsable de tus fracasos aunque tampoco lo eres del 100% de tus éxitos, y eso es algo que le pasa a todo el mundo. Empatizar con esa idea alivia bastante y te permite centrarte en lo único que puedes manejar al 100%: lo que depende de ti y solo de ti. Así que esfuérzate, da lo mejor de ti, sé honesto, disciplinado y constante, y piensa que en el último momento la moneda caerá en la cara o la cruz. Lo único importante es levantarse a recoger la moneda y seguir lanzándola hasta que salga lo que tú quieras.
Levántate siempre y no dejes de lanzar la moneda las veces que haga falta.
ESTO NO TIENE NINGÚN SENTIDO
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