Repensar la antropología mexicana del siglo XXI. Pablo Castro Domingo

Repensar la antropología mexicana del siglo XXI - Pablo Castro Domingo


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44.6 42.6 12.8 100.0

      FUENTE: elaboración propia a partir de la Encuesta sobre la práctica profesional y las condiciones de trabajo de los antropólogos en México (CIEPA-CEAS, 2016).

      Entre los antropólogos menores de 40 años se observan tendencias contrapuestas en lo que se refiere a ingresos por género. Por un lado, es mayor la proporción de mujeres que tiene ingresos bajos, de hasta tres salarios mínimos: 44.6% de las mujeres se encuentran en esa situación frente a sólo 38.7% de los hombres. Se trata aquí de un sector muy vulnerable, el de las antropólogas jóvenes con bajos ingresos. Sin embargo, la tendencia es distinta en la franja que tiene ingresos su periores a los diez salarios mínimos, porque sólo 8.4% de los hombres obtienen este ingreso frente a 12.8% de las mujeres. Dicho de otra manera, en la generación de 23 a 39 años las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de alcanzar los ingresos más altos. Parece ser que en la generación más joven las mujeres están en desventaja frente a los hombres en el sector de bajos ingresos, pero están en mejor situación en el pequeño sector de ingresos altos. Es probable que esta última ventaja se deba a una combinación de factores que incluyen también el origen social y el nivel de estudios alcanzado, como se verá más adelante.

      El cuadro 11 muestra la incidencia del origen social (medido por la escolaridad del padre) sobre los ingresos de los antropólogos jóvenes.

      CUADRO 11

      INGRESOS MENSUALES DE LOS ANTROPÓLOGOS MENORES DE 40 AÑOS SEGÚN ESCOLARIDAD DEL PADRE (PORCENTAJES)

Escolaridad del padre Hasta 3 salarios mínimos De 3 a 10 salarios mínimos Más de 10 salarios mínimos Total
Hasta secundaria 54.3 38.3 7.4 100.0
Mayor a secundaria 37.4 50.0 12.6 100.0

      FUENTE: elaboración propia a partir de la Encuesta sobre la práctica profesional y las condiciones de trabajo de los antropólogos en México (CIEPA-CEAS, 2016).

      En este caso la intersección de los factores es mucho más clara y unidireccional. Los hijos de padres que estudiaron más allá de la secundaria tienen mayores probabilidades de obtener ingresos más altos que el resto. Si se observa la franja de ingresos bajos (quienes ganan hasta tres salarios mínimos) se verá que es más frecuente que se encuentren en este sector los hijos de padres con menor escolaridad: más de la mitad (54.3%) de quienes tienen menos de 40 años y son hijos de padres que estudiaron secundaria o menos ganan tres salarios mínimos o menos. Esto sugiere que hay una fuerte tendencia a la reproduc ción intergeneracional de la clase social, que la mayoría de los antropólogos jóvenes con orígenes sociales modestos perciben salarios muy bajos. La situación laboral de los antropólogos jóvenes en México es difícil, pero la vulnerabilidad y la precariedad son mayores para quienes provienen de familias con menor capital educativo.

      El nivel de estudios que alcanzan los antropólogos tiene una incidencia muy fuerte sobre sus ingresos, como muestra el cuadro 12.

      CUADRO 12

      INGRESOS MENSUALES DE LOS ANTROPÓLOGOS MENORES DE 40 AÑOS SEGÚN NIVEL DE ESTUDIOS (PORCENTAJES)

Máximo nivel de estudios Hasta 3 salarios mínimos De 3 a 10 salarios mínimos Más de 10 salarios mínimos Total
Licenciatura o maestría 47.1 44.6 8.3 100.0
Doctorado 27.0 52.7 20.2 100.0

      FUENTE: elaboración propia a partir de la Encuesta sobre la práctica profesional y las condiciones de trabajo de los antropólogos en México (CIEPA-CEAS, 2016).

      La intersección entre edad y nivel de estudios es clara e incluso más decisiva que el origen social. El nivel de estudios es un determinante crucial de los ingresos, ya que quienes estudiaron doctorado tienen probabilidades mucho mayores de tener ingresos más altos que quienes sólo estudiaron licenciatura o maestría. Entre los antropólogos menores de 40 años casi la mitad (47.1%) de los que sólo estudiaron licenciatura o maestría gana hasta tres salarios mínimos, mientras que sólo 27% de quienes estudiaron doctorado están en esa situación. Con el doctorado es más probable tener mayores: 20.2% de quienes alcanzaron ese nivel de estudios ganan más de diez salarios mínimos, mientras que sólo 8.3% de quienes no estudiaron doctorado obtienen esos ingresos.

      La intersección de la edad con el nivel de estudios resalta si se compara a los antropólogos mayores de 60 años con doctorado con los antropólogos menores de 40 años que sólo han estudiado hasta licenciatura. En el primer grupo, el de los doctores de 60 años y más, 83.3% gana más de diez salarios mínimos y sólo 2.8% gana hasta tres salarios mínimos. Se trata de un grupo bastante homogéneo, en el que la inmensa mayoría tiene ingresos dignos. En contraste, en el grupo de menores de 40 años que sólo ha estudiado hasta licenciatura la inmensa mayoría (93.1%) gana menos de diez salarios mínimos y sólo 6.9% gana más de diez salarios mínimos. Un antropólogo de 60 años o más con doctorado tiene 12 veces más posibilidades de ganar más de diez salarios mínimos que un antropólogo menor de 40 años que sólo estudió licenciatura (83.3% frente a 6.9%). Visto desde el sector de bajos ingresos, un antropólogo menor de 40 años con licenciatura tiene 19 veces más probabilidades de ganar tres salarios mínimos o menos que uno de 60 años o más con doctorado (53.4% frente a 2.8%). La intersección de edad con nivel de estudios es la que genera mayores desigualdades en el ingreso entre los antropólogos. Hay que recordar que el nivel de estudios también está relacionado con la clase social.

      Puede concluirse que la intersección de distintos factores produce una acumulación de ventajas y desventajas, la combinación del género, el origen social, el nivel de estudios y la edad dan lugar a asimetrías significativas. La edad es el factor que mayores diferencias produce, porque en las últimas décadas ha habido profundas transformaciones en el mercado de trabajo de la antropología, que han provocado que los antropólogos más jóvenes enfrenten incertidumbre, inseguridad y precariedad laboral en todas las fases de sus trayectorias laborales. La ge neración más joven de antropólogos es muy heterogénea en cuanto a su origen social y eso incide en la disparidad de sus ingresos. Provenir de una familia con baja escolaridad es una desventaja que incide en los ingresos que se obtienen. Tener estudios de doctorado aumenta las probabilidades de ganar más de diez salarios mínimos en todos los grupos de edad. Ser mujer o ser hijo de padre con poca escolaridad son desventajas que se llegan a neutralizar o incluso a revertir en algunos grupos de edad, pero tener un doctorado parece ser una ventaja en todas las generaciones. Sin embargo, la probabilidad de tener un ingreso mayor gracias al doctorado es más elevada entre los menores de 40 años (2.43%) que entre quienes tienen de 40 a 59 años (2.06%) o entre los de 60 años y


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