Los estudios organizacionales en Colombia. Mauricio Sanabria
al análisis crítico. De ahí que resulten pertinentes las iniciativas tendientes a reflexionar sobre el fenómeno de la organización, incluyendo las manifestaciones con la disciplina administrativa, sus conexiones (y desconexiones) con los estudios organizacionales, su racionalidad imperante y las aproximaciones crítico-comprensivas desde bases epistemológicas y ontológicas. La primera parte del libro pretende ser un avance en ese propósito.
En el primer capítulo, denominado “Estudio de las organizaciones en Colombia. Trayectoria, controversias y proyección”, los profesores, Carmen Alejandra Ocampo-Salazar, Olga Lucía Anzola-Morales y Diego René Gonzales-Miranda realizan un análisis de la investigación desarrollada en Colombia, tomando como objeto de estudio a las organizaciones. En ella, identifican algunos hitos históricos de su surgimiento y desarrollo, así como los diferentes medios de difusión de sus resultados. Pero, especialmente, provocan el debate en relación con las controversias derivadas de los enfoques funcionalistas que estudian a las organizaciones y someten a la discusión la diferenciación existente entre los estudios de la organización y los estudios organizacionales. Lo anterior, para instar en el ámbito nacional el desafío de construir lo que se entiende por estudios organizacionales y la necesidad de cimentar un carácter identitario acerca de los mismos.
En el segundo capítulo, titulado “Los estudios organizacionales, su locus y su relación con la administración: un aporte a la conversación desde el contexto colombiano y latinoamericano”, el profesor Mauricio Sanabria destaca el contexto histórico y teórico de desarrollo de los estudios organizacionales en Colombia. En su argumentación, expone la necesidad de considerar el locus en la conformación y desarrollo de este campo y la discusión existente respecto a la aparente separación entre la administración y los estudios organizacionales, la cual se alimenta, entre otros aspectos, al considerar su objeto de estudio.
En el tercer capítulo, nombrado “Sobre el concepto de racionalidad en administración: ¿racionalidad administrativa?”, con fundamento en diferentes argumentos, el profesor Pedro Emilio Sanabria Rangel hace una crítica acerca de la consideración de la racionalidad en la administración, únicamente en el plano económico e instrumental. Según su mirada, esta circunstancia deriva en una visión determinista, unidimensional, acrítica y deshumanizada de “lo organizacional” en el desempeño del hombre administrativo. Considerando esto, propone una reelaboración de la noción de racionalidad administrativa.
En el cuarto capítulo, denominado “La ontología subjetiva de las organizaciones”, los profesores José Gabriel Carvajal Orozco y Diego Armando Marín-Idárraga crean un marco de análisis en el cual se reconoce que los estudios organizacionales asumen, en oposición a una ontología objetiva catalogada como ingenua, una ontología subjetiva de las organizaciones. En su discusión, vinculan los aportes de John Searle sobre la ontología subjetiva de la realidad social para sustentar los argumentos acerca de que las organizaciones existen debido a que constituyen hechos sociales institucionales producidos por la intencionalidad colectiva, la cual atribuye cooperativamente funciones de estatus a las diversas situaciones de la realidad organizacional.
Segunda parte: temáticas y puentes de aplicación al campo de los estudios organizacionales
Dos de las principales características del campo de los estudios organizacionales son su espíritu comprensivo y su carácter inter y multidisciplinar. Se trata de rasgos que tienen su principal antecedente en la tradición interpretativa y crítica en la que este se ha fundamentado. Estas características se manifiestan, entre otros aspectos, en que los estudios organizacionales conciben a las organizaciones no solamente como unidades económicas, como dispositivos para la búsqueda de la ganancia, la productividad, la eficiencia y la competitividad, sino, de manera más general, como espacios en los cuales transcurre parte importante de la vida humana. Su agenda investigativa gira entonces alrededor de una serie de temas que han sido tradicionalmente objeto de estudio en otros campos y disciplinas, pero cuyas manifestaciones, desafíos e implicaciones pueden entenderse mejor al ser analizados desde el contexto organizacional.
Como consecuencia de lo anterior, los estudios organizacionales han permitido una apertura en tres sentidos. En primer lugar, han abordado temas que no solían ser importantes para el campo de la administración, tales como el discurso, las prácticas sociales, la estética, las emociones, las implicaciones políticas de las prácticas contables y del management, las relaciones de género, la complejidad organizacional, entre otros. En segundo lugar, han abordado temas tradicionales del campo, pero con una mirada diferente, interdisciplinar y comprensiva. En el caso del poder, por ejemplo, han mostrado que, además de la perspectiva estratégica tradicional, que lo concibe como un medio de individuos específicos para satisfacer sus intereses y lograr sus objetivos, es posible verlo también como una fuerza que permea las relaciones sociales, que tiene consecuencias sobre la vida cotidiana y la subjetividad y cuyos efectos constitutivos deben ser tenidos en cuenta. Finalmente, el tercer sentido de esta apertura tiene que ver con incentivar el diálogo entre disciplinas, integrando reflexiones y marcos que provienen de campos como la filosofía, la historia, la sociología, la antropología, la lingüística, los estudios culturales, entre otros, para comprender fenómenos propios de la vida organizacional. Estos han sido dejados de lado por la investigación tradicional o han sido estudiados desde una perspectiva marcadamente instrumental.
La segunda parte del libro se dedica a explorar la apertura temática y disciplinar del campo. Los trabajos que la componen, analizan, con una perspectiva interdisciplinar, temas como la cultura, la sociobiología, la tecnología, las relaciones laborales, el rol social y organizacional de la contabilidad, la complejidad organizacional y el vínculo con la teoría de sistemas de tercera generación. El espíritu que anima estos trabajos es el mismo del campo: ampliar la mirada para construir una más amplia y profunda comprensión, mejorando así la capacidad de intervención organizacional.
El capítulo del profesor Mariano Gentilin, titulado “Perspectivas de cultura organizacional en Colombia. Una revisión de las publicaciones”, realiza un análisis de las diversas perspectivas de estudio de la cultura organizacional en Colombia, a partir de la consideración de las publicaciones en revistas científicas. Para ello, el autor realizó una investigación sistemática de la literatura a partir del índice Publindex y de las bases de datos Google Scholar y Ebsco, de las cuales seleccionó setenta y cuatro artículos correspondientes a los últimos veinte años. Los resultados de este trabajo permitieron discriminar las cuatro categorías emergentes que constituyen las principales perspectivas de estudio (funcional, descriptiva, comprensiva y crítica) y discutir las implicaciones que cada una de estas tiene para el estudio de la cultura organizacional en Colombia, en donde las problemáticas y los aspectos culturales se caracterizan por las particularidades del contexto local.
Los profesores Iván Alonso Montoya-Restrepo y Luz Alexandra Montoya-Restrepo, en el capítulo denominado “Aplicación de la metáfora biológica en la creación de nuevos conglomerados organizacionales”, proponen que la cooperación permite a las organizaciones, en especial cuando son pequeñas, conservar su individualidad y a la vez desarrollar competencias para mantenerse en el mercado y subsistir, especialmente durante sus inicios, un período en el cual se ha demostrado la existencia de altas tasas de fracaso, razón por la cual es conocido como el “valle de la muerte”. Gracias a la aplicación de algunas de estas metáforas es posible proponer nuevas formas organizacionales derivadas de modelos biológicos exitosos, las cuales se convierten en alternativas que incorporan competencias gerenciales. Finalmente, se revisan algunos modelos aplicables a la realidad colombiana.
El profesor Mauricio Gómez-Villegas, en el capítulo nombrado “Una aproximación