Hechizo De Amor. Kristen Strassel

Hechizo De Amor - Kristen Strassel


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mientras le entregaba el dinero. Se dio la vuelta y movió la cabeza indicándome que la siguiera. En lo que a mi abuela concernía, esta venta de garaje había terminado.

      Yo no tenía idea de que acababa de pasar y seguí a la abuela de vuelta al carro, pasamos a lado del hermoso hombre al que ella se refirió como un reptil y quien aún se encontraba atónito parado junto a la mesa de joyería.

      La abuela quemó los neumáticos al salir del parqueadero.

      “¿Quieres explicarme que fue todo eso?” le pregunté.

      Ella carraspeó. “Yo quería esa caja. No iba a dejar que el aliento de lagarto regateara por ella.”

      “Dudo mucho que ese tipo tenga aliento de lagarto. Él era…” ¿Cómo podría decir absolutamente hermoso sin hacer que mi abuela se molestará, ya que era obvio que a ella no le agradaba? “Él parecía como que olía realmente bien.”

      No hay ninguna duda del porqué aún me encontraba soltera.

      Ella soltó un largo suspiro. “Sí, es muy bien parecido, pero necesitas olvidarte de él.”

      ¿Olvidarme de él? ¿De esos ojos? ¿De esa voz? Eso no iba a pasar pronto. Yo tenía una caja llena de juguetes sexuales esperando a que los pruebe y estaba tan necesitada de ese tipo de inspiración.

      “Es obvio que ustedes ya se han conocido.” Le di a la abuela la oportunidad para llenar los enormes agujeros en blanco en esta historia, pero ella solo apretó los labios. “Sería mucho más fácil mantener este resentimiento contigo si tuviera alguna explicación de cómo te hizo daño.”

      “Mientras más tiempo pases en Summerland te darás cuenta de que no todo es lo que parece.” La abuela piso repentinamente el freno de nuevo porque un carro salió de un parqueo como si fuéramos invisibles. “Eso estuvo cerca.”

      “Ellos ni siquiera miraron.” Mi corazón latía desbocadamente. “Si es algo relacionado con la magia, me encantaría que me lo explicaras. Estoy aquí para aprender. Mi mamá no responde a ninguna de mis preguntas sobre el tema.”

      “Es verdad que tu madre no me puso las cosas fáciles.” Nosotras no hablábamos regularmente acerca de mi mamá por esta razón. Ella era lo opuesto a la abuela; donde a mi abuela le encanta lo extraordinario, mi mamá se refugia en lo ordinario. “Yo te puedo enseñar todo lo que necesitas saber en un solo día.”

      “Estas hablándome en clave.” Yo rezongué gimiendo. “Si no me dices, asumiré que tuviste una tórrida aventura con ese hombre y la razón por la que quieres que me aleje de él es porque él era malo en la cama.”

      La abuela se rio. “Piensa lo que tú quieras, Sophie. Yo accedí a enseñarte magia, pero lo haré en mis propios términos. La magia necesita el tipo de energía apropiada para prosperar. El odio y la intimidación la sofocarán como una vela apagada.”

      “Lo siento.” Le dije. Su reticencia por contarme sobre este tipo solo hizo que mi curiosidad aumentara.

      Ella estacionó en el camino de entrada de la casa, apagó el motor y puso su mano encima de la mía. Ella no parecía tener setenta y cinco años. Yo había heredado eso de ella y es que cuando a mis amigas les llamaban señoras, a mí aún me pedían mi documento de identidad cuando compraba licor. “No quise insinuar que estas siendo irrespetuosa. Considera lo que sucedió como la lección de hoy y olvídate de ese hombre.”

      “Está bien acerca de lo primero.” Me acerqué y le di un beso en la mejilla. “¿Pero acerca de lo segundo? Eso será imposible.”

      Capítulo Dos

       Tyson

      Nora Whynot es la peor hechicera del mundo que aún sigue trabajando por ser la única hechicera en Summerland que provee servicios profesionales. Su magia tiene más cortocircuitos que una tarjeta de memoria quemada y debí haberme ido cuando la vi recorriendo las mesas en la venta de garaje.

      En serio debí irme, pero fuerzas superiores a la vieja bruja me mantuvieron ahí y me distrajeron de mi objetivo. Ahora tengo que decirle al resto de mi clan que Nora Whynot nos venció una vez más.

      “¿Dónde está la caja?” me preguntó Chance, mi hermano. Técnicamente él es el mayor y según Chance es algo importante, pero para mí no son más que tonterías. En nuestra forma humana, los cinco últimos miembros de mi clan tomaron la forma de hombre en sus treintas; la edad perfecta donde podemos ser confiados en el ámbito profesional, sin embargo, la gente se empieza a preguntar porque no tenemos pareja.

      Ha pasado tanto desde que ninguno de nosotros ha cambiado a su forma de dragón que apenas si puedo recordar cómo nos veíamos y Nora Whynot es la causa por la que hemos estado atascados como humanos los últimos cincuenta años.

      Ahora ella tiene la reliquia que podía haber terminado el hechizo o maldición, como la hemos llamado en las últimas décadas.

      “Maldita sea, espero que con solo tocar a ese hijo de puta sea suficiente para hacerte cambiar de forma” Mi primo, Jax, sacudió su cabeza. “Estoy esperando poder ver una pequeña tormenta de fuego sobre Summerland esta noche.”

      “¿Se parece en algo a las fotos en los álbumes?” Tanner es nuestro historiador, el que se aferra a las tradiciones y quien posee más magia que el resto de nosotros, pero no la suficiente como para hacerlo cambiar de forma. “¿Mi visión era correcta? Si lo era, no puedo creer que hubiera sido Jerry, entre todos, quien tuviera un objeto tan sagrado en su sótano. Solo un humano puede tener lo que necesitábamos debajo de nuestras narices. ¿Qué más está escondiendo ese tipo?”

      Ni siquiera Rafe, quien ve el lado negativo de todo, pudo decir nada. Él ya se había levantado a abrir el armario de cristal donde guardábamos nuestros libros de hechizos más antiguos. Ellos nunca consideraron que volvería sin la reliquia.

      “Hay una caja y se ve exactamente como en las fotos de nuestros álbumes.” Ácido quemó mi lengua de solo pensar en lo que diría a continuación. “Pero ahora se encuentra en la posesión de Nora Whynot.”

      “Demonios.” Rafe azotó la puerta del armario tan fuerte que se tambaleó con todo y sus invaluables contenidos. “¿Cómo es posible que esa maldita bruja arruinara las cosas esta vez?”

      “Ella estaba con su nieta”

      “Si, lo sabemos, ella es hermosa.” Jax se quejó. El clan mantenía una mirada cautelosa en Nora, por si acaso se le ocurría lanzar más hechizos fallidos. Así que, cuando ella consiguió una compañera de casa, que se parecía tanto a ella cuando realizó el hechizo hace tantos años, nosotros lo notamos. “Ella tiene el tipo de curvas más peligrosas, aquellas que te hacen pensar que no tienes que bajar la velocidad, pero si no prestas atención te estrellarán contra un muro de ladrillos. Exactamente como lo hizo hoy contigo, ¿y si ella está trabajando con Nora para mantenernos alejados de esa caja?”

      “Ella tiene poderes.” Ni siquiera sé su nombre, pero anhelo la forma en que hizo que la electricidad danzara por mi piel. “La cuestión es que no creo que ella tenga conciencia de eso aún.”

      “Bien, entonces ella puede contrarrestar la maldición y finalmente podremos cambiar” sonrió Tanner. “Si no conseguiste la caja dime ¿pudiste conseguir su modelo al menos?”

      “Aún no.” Pero planeo hacerlo.

      “Así que fuiste distraído por la pequeña bruja. Repíteme de nuevo ¿cómo es que Nora tiene la caja y tú no?” me preguntó Rafe.

      No me queda más que decirles. “Porque creo que Nora me lanzó otro hechizo.” Y no me decepcionaron cuando empezaron a quejarse.

      Hace cincuenta años, cuando el clan del Trueno de las Montañas Rocosas perdió a sus últimos dragones nosotros nos convertimos en el último clan en toda Norteamérica con solo cinco miembros. Nosotros nacimos con el único propósito de proteger a las montañas,


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