Hechizo De Amor. Kristen Strassel
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La historia de la abuela debería haberme alejado de Tyson, pero como sucedió con ese hechizo de amor, el tiro le salió por la culata. La electricidad no había dejado de fluir por mis venas desde la gran revelación. Yo tenía una cita con un dragón. Maldita sea. ¿Cómo sería salir con una criatura sobrenatural? Le eché la culpa a mi imaginación hiperactiva y a la cantidad de tiempo que pasé investigando los diez mejores juguetes sexuales para mujeres con compañeros de habitación porque lo primero que hice fue imaginarme algunos escenarios calientes.
Tal vez mi próximo blog se llame ‘los diez mejores juguetes sexuales para usar con tu dragón’.
El universo ciertamente trabaja en formas misteriosas, pero siempre confío en que me respaldará. Y nunca necesité que lo hiciera más que en esta noche.
Era hora de reunirse con Tyson. Nosotros habíamos acordado encontrarnos en el restaurante, porque no había forma de que me arriesgara a que él y la abuela se encontraran. Yo llevaba mi vestido bordado favorito que se deslizaba por mi cuerpo, con unos leggins Capri y sandalias de tiras.
La abuela no me había enseñado cómo lanzar un hechizo de amor, todavía, pero no había nada malo en inclinar las probabilidades a mi favor. Al principio pensé en ponerme mi cuarzo rosa, pero en su lugar fui por el pequeño broche de dragón que encontré en la venta de garaje. Quedó perfecto.
El broche se calentó contra mi pecho cuando él llegó. Su rostro se iluminó cuando me vio, y su mirada recorrió mi cuerpo como una llamarada de fuego.
Yo podría haber dudado de la abuela, pero este hombre definitivamente era todo un dragón.
Capítulo Cuatro
Tyson
“Tengo otra pregunta para ti.” Sophie caminaba por la acera como sexo andante. Me recordó a una chica de poster de uno de los viejos calendarios que solíamos colgar en la parte trasera de la joyería. Ella era muy parecida a su abuela a esa edad.
Era peligrosa.
Nora podría haber lanzado un hechizo para volverse joven de nuevo, es algo que no me extrañaría si lo hubiera hecho. Pero el calor y todo ese poder sin explotar que irradiaba la mujer parada frente a mí, yo estaba más que dispuesto a arriesgarme.
“Si tu pregunta es si la mujer más hermosa de Summerland está cenando conmigo esta noche, entonces la respuesta es sí.”
Ella empujó mi brazo y nos detuvimos ante la combinación de nuestro poder que irradió solo en ese toque. La chispa de electricidad que estalló en mi piel y los labios rosados de Sophie formaron una O.
Por un segundo me pregunté si ella también lo había sentido.
“Eso no era.” Ella retiró la mano lentamente, mirándola como si dudara de lo que acababa de pasar. “Sin embargo, creo que ya encontré la respuesta a mi pregunta.”
“Ahora me dio curiosidad.” Yo espero que llegue el día en que no tenga que guardar secretos de esta mujer, que ella pudiera aceptarme por completo. Quiero que tenga la oportunidad de conocer a mi dragón, que los dos podamos volar juntos sobre las montañas y proteger este pequeño pueblo de la forma en que estábamos destinados a hacerlo.
“Si te parece que es una locura, no me juzgues. Es solo que mi abuela me dio la impresión.” Ella se mordió el labio y me miró fijamente. “¿Eres un... dragón?”
Maldita sea Nora por compartir nuestro secreto, sin embargo, no pude permanecer enojado por mucho tiempo. Pensándolo bien, probablemente es mejor que Sophie supiera la verdad de alguien en quien confiaba. El problema era que no confiaba en que Nora le hubiera contado toda la historia, en la que ella no salía bien parada. Decidí mantener a raya mi animosidad. “¿Qué otra impresión te dio?”
Los ojos de Sophie se agrandaron. “Ella dijo que un hechizo salió mal y que tú... pudiste haberla echado una maldición.”
En realidad, ella había sido bastante honesta. “Si digo que sí, ¿todavía quieres cenar conmigo esta noche?”
“No sé si me he vuelto loca, pero sí.”
Summerland sólo tenía un puñado de restaurantes apropiados para una cita y yo ha he hecho una reservación. Había pasado mucho tiempo desde que tuve una cita adecuada con una mujer y era demasiado frustrante no sentir ninguna conexión. Sin embargo, esa descarga de electricidad entre nosotros momentos antes prometía que esta noche sería diferente.
No era algo que ocurriera cada noche cuando uno de los dragones Drake era visto en público con cualquier miembro de la familia Whynot. Nuestra enemistad era bien conocida y los pueblos pequeños como este se alimentaban de chismes. La anfitriona del restaurante nos dio una sonrisa incómoda cuando nos sentó en una mesa de la esquina.
Sophie agarró su menú pero no lo abrió. “¿Cómo es?”
“¿Ser un dragón?”
Ella asintió.
“Ha pasado mucho tiempo desde que estuve en mi forma de dragón.” Yo pasé la mayor parte de los años cincuenta cabreado y atrapado en mi forma humana, pero Sophie derribó todas mis defensas, incluido mi rencor. Y por eso, ella era incluso más peligrosa que Nora.
“Si te hace sentir mejor, mi abuela odia el que las cosas hayan salido mal. Probablemente no sea de mucho consuelo, pero ella no es la única que está decepcionada.”
¿Decepcionada? Eso era lindo. “¿Te dijo qué tipo de hechizo era?”
Ella asintió. “Un hechizo de amor.”
Y aun así ella vino a la cita. Interesante. De alguna manera esto igualaba el campo de juego, pero haría que fuera mucho más difícil conseguir la caja. A mi clan le importaba una mierda la conexión amorosa, ellos solo querían cambiar.
“El día que lanzó ese hechizo, Nora dijo que si salía correctamente, nuestras parejas se sentirían atraídas por nosotros. Y que en el momento en que uno de nosotros tocara a nuestra pareja destinada sabríamos que ella era la indicada.”
“Oh.”
“Nosotros nos emparejamos para siempre, Sophie. Por lo que, cuando se supone que eres un ser inmortal, eso es mucho tiempo. Hemos estado protegiendo estas montañas desde mucho antes de que existiera Summerland, antes de que existiera Tennessee e incluso antes de que existiera América oficialmente. Y si tenemos suerte, estaremos aquí mucho después de eso también.”
Esos hermosos ojos azules eran redondos y sin pestañear. “Yo no soy inmortal. Estoy aprendiendo sobre la magia dentro de mí. La chispa de electricidad podría haber sido eso.”
“A mí no me importaría si es para siempre” aclaré yo. “Cuando te dije que no podía dejar de pensar en ti, no fue solo para coquetear. Era la verdad, cada vez que cierro los ojos, tú estás ahí.”
“Dime que es lo que ves.” Energía vibraba en la superficie de su piel, pero no tenía miedo. “Porque yo he soñado contigo y en ellos, ambos estamos volando.”
Mierda. Yo había tenido ese sueño muchas veces, pero siempre creí que era una broma cruel del destino el que esa mujer compartiera el rostro de Nora.
La camarera vino y nos trajo agua. Nunca estuve tan sediento en mi vida.
“¿Sabes lo que quieres pedir para comer?” Yo le pregunté.
El reunirse en público fue un movimiento inteligente para una primera cita. Ambos teníamos magia no probada y sentimientos peligrosos. Sin embargo, las interrupciones, las intrusiones, y los rumores que se derivarían de esta cita, eran detalles molestos que tendríamos que soportar si íbamos a estar juntos. Sophie y yo éramos algo que no debía ser.
“Pediré ravioles de calabaza.” Sophie le entregó a la camarera su menú.