Hispanotropía y el efecto Von Bismarck. José María Moya

Hispanotropía y el efecto Von Bismarck - José María Moya


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confianza es la gasolina que mueve la sociedad». I. Sáenz de Miera (sociólogo)

       Incrementa la noción de respeto, que supone la base esencial para el desarrollo social y económico

       Aumenta la empatía en las relaciones sociales

      Y un dato importante para convencer a las instituciones públicas de la importancia de construir nuestra autoestima como españoles es que tiene un efecto positivo en el ingreso de impuestos.

      EL VALOR DE TU PAÍS TE EMPUJA EN TU VIDA

      La palabra patria procede del latín patria, ‘país del padre’, ‘tierra natal’, derivado de pater, patris, de la familia etimológica de padre.

      Para los romanos, la expresión terra patria hacía referencia al lugar de procedencia de los padres de alguien, a la tierra paterna. La patria es el lugar donde nacemos, pero también donde nacieron nuestros padres, nuestros abuelos. Nuestro patrimonio es, por tanto, el legado que hemos heredado de ellos.

      Si honramos a nuestros padres y a nuestros abuelos, ¿no deberíamos honrar también a su tierra, a nuestra patria?

      De la misma forma, ¿no nos merecemos contar a nuestros hijos una historia, un relato de país, de la que estar orgullosos? Ese es un importante patrimonio que vamos a dejarles. Solo falta que recuperemos nuestro relato, que aportemos el valor real que merece.

      Es fundamental recuperar la autoestima como clave de progreso, creernos y asumir que somos un país de primera, cambiar nuestra actitud, poner en valor nuestro legado y asumir nuestra responsabilidad. España somos todos y cada uno de nosotros y lo que hagamos afecta al desempeño del equipo. Juguemos con la confianza de pertenecer a un gran club.

      Queremos agradecer de corazón a todos los autores invitados su participación y entusiasmo en hacer realidad esta obra que esperamos sirva como tratamiento para curar la hispanotropía, para desterrar el efecto Von Bismarck y para impulsar la autoestima de ser español hasta los niveles de excelencia que merece. Porque el valor de tu país te impulsa en tu vida. Si conseguimos integrarlo, sin autocomplacencia y asumiendo la responsabilidad que ello conlleva, progresaremos más y mejor, viviremos en paz y seremos más felices.

      José María Moya

      Director del Proyecto 1785

      [email protected]

      [1] Fuentes:

      CEOworld.biz. Ranked best countries for cultural influence 2020.

      USnews.com. Best countries/influence-rankings.

      1.1.

      LA ESPAÑA DE HOY, RELEVANTE EN EL MUNDO

      EDUARDO SERRA

      Escribo estas líneas para un proyecto editorial que cuenta con una contribución coral de algunos españoles convencidos de la importancia y trascendencia que nuestro país ha tenido para la humanidad. Uno de tantos convencidos, Alfonso Guerra, escribió hace un par de años un libro titulado La España en la que creo, donde dice cosas que yo no había oído nunca. Me dejó gratamente sorprendido que se lamentara del trabajo que le cuesta a la izquierda aceptar la historia de España, así como sus símbolos. En ese libro descubrí afirmaciones asombrosas que desconocía, como, por ejemplo: «En lo ético, España se encuentra a la cabeza de la actual humanidad europea. El español es cultura ética hecha carne». Es un libro que se lee muy rápido, con alusiones a filósofos alemanes que hacen referencias sobre España desde posiciones muy reconocidas en la cultura moderna y que nunca hubiéramos soñado escuchar desde una perspectiva de «izquierdas». Me parece curioso porque dicho por Guerra no es lo mismo que expresado por otros.

      Elvira Roca es una persona que ha conseguido pronunciarse contra el estatus, contra la doctrina y la historiografía oficiales, con una tesis valiente y arriesgada, donde dice lo que piensa. Nuestros historiadores han estudiado con los maestros ingleses y alemanes, defienden sus teorías y cuando ven algo nuevo las refutan o las desprecian, dicen que no tiene calidad y que no acude a las fuentes… una postura defensiva que pretende denigrar a quien se ha atrevido a decir algo en contra de la teoría oficial.

Nuestroshistoriadores hanestudiado con losmaestros inglesesy alemanes,defienden susteorías y cuandoven algo nuevolas refutan o lasdesprecian.

      Volviendo a lo principal: la visión de una España moderna y valorada en el mundo. Empezaré por recordar mi sorpresa cuando dimos pasos para incorporarnos a la Unión Europea y a la OTAN, ante la enorme importancia que nos daban los extranjeros, tanto europeos como americanos. Ello se puede reflejar en dos anécdotas: en 1986, cuando se celebra el referéndum para corroborar la entrada de España en la Alianza Atlántica, aprendimos que todos los países serios tienen un ranking de embajadores que utilizan para sus nombramientos según la condición e importancia del destino. Por ejemplo, la Unión Soviética tenía dos embajadores en cabeza, el número uno era Andrew Gromyco, y el número dos, Yuri Dubinin; Gromyco era ministro de Exteriores y a Dubinin… lo destinaron a Madrid. ¿Cómo en plena guerra fría están destinando a Madrid al número dos del Kremlin? No se trataba de una purga, pues luego Dubinin fue representante de la URSS en Naciones Unidas y después en Washington, es decir, era el número dos en una jerarquía que no se hace pública, pero que tiene importancia. De 1982 a 1986, España fue un punto neurálgico en el mundo; la guerra fría era un tablero de ajedrez en el que todos estaban posicionados a un lado u otro, todos menos España. Que se situara en Occidente o en Oriente era capital. Los esfuerzos de todo tipo, también económicos, para que España no entrara definitivamente en la OTAN fueron enormes. Hasta que, al final, España fue miembro definitivo de la Alianza. Dubinin había perdido esa baza a pesar de ser un muy buen embajador. Eso me hizo reflexionar sobre lo más importante que tiene España, y en lo que no piensa casi nadie, que es su posición estratégica. El dominio en el mundo se decide por el control de los océanos; esa ha sido la teoría de la Royal Navy y también de la Navy americana hasta ahora y, en concreto, el control de los estrechos, entre los que se halla Gibraltar, uno de los cinco críticos, ya que se trata de la puerta de entrada a África desde Europa, como se ha comprobado en la historia y como se subraya ahora.

      En la OTAN, el mando terrestre europeo estaba en Alemania, y el mando de la flota en Nápoles, la base más importante del Mediterráneo, situada a medio camino entre Gibraltar y Oriente Próximo, que ahora ha ido disminuyendo su importancia frente a Rota. Mientras pierde importancia estratégica Oriente Próximo, la gana África; ya no es tan importante estar en el centro del Mediterráneo, es más importante la cercanía a África. Somos los que unimos el Mediterráneo y el Atlántico, somos el puente entre Europa y África y también con América; visto en un mapa, el punto de Europa más cercano a América está en la península ibérica, no está en Gran Bretaña.

      La otra anécdota, de distinto calibre, es que recuerdo una ocasión en la que presidiendo una empresa italiana, la filial española de una empresa de telecomunicaciones, su primer ejecutivo, italiano, me dijo que los Pirineos forman una cordillera norte-sur; yo le decía que era una cordillera este-oeste, pero no, él insistía en lo de norte-sur. Resultaba que como en los mapas escolares de Italia su península se presenta en posición vertical, los Pirineos y España aparecen al oeste, con la cordillera girada. Pero los mapas no cambian la realidad, como he dicho antes, somos el punto de unión entre Europa y América y entre Europa y África, la geografía ha determinado nuestra historia. En 1434, en el Concilio de Basilea, se discute sobre quién debe tener preeminencia: Inglaterra o Castilla; todavía antes de los Reyes Católicos, siendo el representante de Castilla un judío converso llamado Fray Alonso de Cartagena, quien expuso allí sus razones. Fueron las de Inglaterra que tenían muchos tipos de tejidos, de tintes, de armas… a las que Alfonso de Cartagena, en una exposición magistral, planteó:

      Si ustedes tienen tantos tejidos, nosotros tenemos más; si ustedes tienen tantos tintes, nosotros, más; pero yo pensé que veníamos a hablar aquí de cuestiones espirituales y no materiales y, en cuestiones espirituales, los únicos que


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