La Tierra está en nuestras manos. Leonardo Boff
por Dios llamado «Gentileza»
3 Un evangelio sin poder: las comadronas de un pueblo indígena
4 Perderse para encontrarse: el monje, el gato y la luna
5 Toda arrogancia será castigada, ayer, hoy y siempre
6 ¿Por qué los grandes no cuidan de los pequeños?
7 Una parábola siempre actual: el payaso de Kierkegaard
8 Un desafío permanente: casar el Cielo con la Tierra
9 El hombre que siempre esperaba la venida de Dios
La verdadera génesis no se encuentra al comienzo, sino al final
PREÁMBULO
La situación mundial se caracteriza por una serie de crisis de todo tipo y por graves perturbaciones que ponen en peligro la continuidad de nuestra civilización e incluso la subsistencia de la vida en el pla- neta. Por eso, son muchos los que se preguntan angustiados: ¿adónde vamos?; ¿cuándo cesarán los niveles de erosión de la biodiversidad, dado que dependemos de ella para garantizar nuestro futuro?
Nadie, ni siquiera sabio alguno perteneciente a los grandes centros que se ocupan sistemáticamente del estado de la Tierra, se atreve a pro- nunciarse con absoluta certeza. Nos hallamos en una especie de vuelo sin visibilidad, con la esperanza de no acabar estrellándonos contra alguna montaña. El 18 de junio de 2015, el papa Francisco publicó su encíclica Laudato si’, sobre el cuidado de la Casa Común. Allí encontramos