Gran líder gran maestro. Gary Bredfeldt

Gran líder gran maestro - Gary Bredfeldt


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tradición judía, a Esdras se le considera el segundo Moisés. Moisés guió al pueblo fuera de la esclavitud y le dio al pueblo la ley del Señor. Esdras guió al pueblo fuera de la esclavitud y preservó la ley de Dios durante un tiempo de persecución y dispersión. Esdras fue un hombre de Dios, un sacerdote, usado por Dios en el regreso de los hijos de Israel a Jerusalén del cautiverio de Babilonia. Esdras fue llamado por Dios a dirigir al pueblo de Dios en la reconstrucción del templo y el reestablecimiento de la adoración en el templo en el año 458 antes de Cristo.

      Una de las cosas más admirables de Esdras era que Dios bendijo su liderazgo debido a sus prioridades. Se nos dice tres veces, “la mano del Señor su Dios estaba sobre él.” Leemos esto acerca del profeta de Dios en el libro de Esdras.

      6Éste Esdras subió de Babilonia. Era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo lo que pidió, porque la mano de Jehová su Dios estaba sobre Esdras. 9Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios. 27Bendito Jehová Dios de nuestros padres, que puso tal cosa en el corazón del rey, para honrar la casa de Jehová que está en Jerusalén, 28e inclinó hacia mí su misericordia delante del rey y de sus consejeros, y de todos los príncipes poderosos del rey. Y yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí, reuní a los principales de Israel para que subiesen conmigo. Esdras 7:6, 9, 27-28 (énfasis agregado).

      La mano de Dios sobre Esdras era hecha manifiesta por las maravillosas cosas que eran hechas a través de él, cosas que solamente Dios podría hacer. Póngase a pensar —Dios había movido el corazón de un rey pagano quien le permitió a Esdras viajar a Jerusalén a reestablecer la adoración en el templo, y traer de regreso a Jerusalén la riqueza que se le había quitado al templo. Esdras estaba seguro que era la mano de Dios la que estaba en todos estos eventos. Dios se estaba mostrando así mismo a través del ministerio de Esdras, porque no solamente su viaje fue autorizado por el rey Artajerjes sino que también este lo financió. Lo que nadie hubiera podido predecir, ¡Dios lo hizo! Esdras reconocía que Dios estaba en medio de todo esto y que Dios lo hizo a través de él.

      ¿No cree usted que sería una maravilla que usted pudiera estar seguro que la mano de Dios estará sobre su ministerio? ¿No sería emocionante ver a Dios trabajando a través de usted, haciendo una obra que solamente Dios podría hacer? Imagínese que usted, así como Esdras, pudiera decir con certeza que “la mano de mi Dios estaba sobre mí.” Pero esto saca una pregunta a relucir. ¿Qué hizo Esdras que provocó que la mano de Dios estuviera sobre él? ¿Qué fue lo que Dios honró en la vida de Esdras y su ministerio que hizo que Dios lo bendijera tanto? Esdras nos lo dice en los versículos nueve y diez.

      9Porque el día primero del primer mes fue el principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó a Jerusalén, estando con él la buena mano de Dios. 10Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos. (7:9-10, énfasis añadido).

      ¿Por qué la mano de Dios estaba sobre Esdras? La buena mano de su Dios estaba sobre Esdras porque “había preparado su corazón” en la ley del Señor, la Palabra de Dios. La palabra “preparar” significa también “dedicarse o consagrarse a uno mismo a algo.” Tiene la idea de “fijar el curso” en el mar o escoger una meta o camino. Significa “calibrar” o “recalibrar” o “afinar” un instrumento. Note tres aspectos de este compromiso de corazón.

      ESDRAS PROPUSO EN SU CORAZÓN ESTUDIAR LA PALABRA DE DIOS. Como estudiante de las Escrituras, él había propuesto en su corazón ganar por medio del conocimiento de la Palabra de Dios. A pesar de que vivió en una cultura opuesta al Dios de las Escrituras, Esdras fue reconocido como un estudioso de las Escrituras. Esdras reconocía que la Palabra de Dios es como un mapa para la vida. Traza un curso para nosotros que ordena la vida y guía el ministerio. Esdras entendió que las Escrituras proveen la sabiduría que necesitamos para el diario vivir y el fundamento teológico que requerimos para pensar claramente sobre asuntos de la vida, ideas, y afirmaciones verdaderas. La Biblia es nuestro mapa. Nuestra guía, nuestra norma para todo asunto de fe y práctica. Los reformistas usaron la frase Sola Scriptura – solamente las Escrituras – para describir este papel de la Biblia. Es nuestra medida, nuestra luz, y nuestro estándar en esta oscuridad presente. Es nuestro criterio seguro por el cual podemos juzgar las afirmaciones verdaderas y contribuciones verdaderas de las otras fuentes. La Biblia no es la única fuente de donde se puede sacar la verdad, pero es la única fuente pura en contra de donde las afirmaciones de la verdad pueden ser juzgadas.

      Entonces, ¿por qué, si la Biblia puede dar una dirección y una guía tan clara, fallamos al no estudiarla? Muchos cristianos – me aventuro a decir la mayor parte de los cristianos – rara vez estudia la Biblia. La Biblia tiene el poder de iluminarnos hasta conformar nuestra mente y voluntad a la de Dios. También tiene el poder de iluminarnos a seguir esa verdad. Pero a menudo fallamos leerla y rara vez nos comprometemos de corazón estudiarla. ¿Por qué? El problema, como yo lo veo, es que la Biblia hace más que iluminarnos a la voluntad de Dios y de equiparnos a hacer la voluntad de Dios al concedernos sabiduría y guía. También expone el pecado en nuestra vida, y ese hecho puede alejarnos de la Palabra de Dios. Pero no Esdras. Esdras propuso en su corazón estudiar la segura Palabra de Dios.

      ESDRAS PROPUSO EN SU CORAZÓN PRACTICAR LA PALABRA DE DIOS. Esdras determinó que él sería un hacedor de la Palabra, no simplemente un oidor. Diferente a los escribas y fariseos del tiempo de Jesús, Esdras estaba preocupado por vivir en realidad lo que él había estudiado en las Escrituras. Esdras entendió que el estudio de la Palabra de Dios tiende a revelar las necesidades de nuestra vida y la oscuridad de nuestro corazón. Estos son tiempos donde la luz de la Palabra debe alumbrar en los rincones de nuestra vida y llamarnos al cambio. Esdras estaba dispuesto a hacer los cambios que la Palabra de Dios requería.

      Como pastor joven en una iglesia localizada en las montañas de Colorado, me di cuenta que parte de mis responsabilidades como pastor incluía el cuidado de la casa pastoral que la iglesia proveía. La casa era una casa de montaña pequeña que requería bastante mantenimiento frecuente. El problema más recurrente era el sistema de agua que no era nada confiable. La casa fue construida sobre una vieja mina. El agua era bombeada desde la mina a un tanque de captación localizado bajo una puerta en el piso del closet que estaba en la sala. En más de una ocasión, mi tarea era bajar a un “sótano”, un lugar sucio y que sólo se podía andar arrastrado o a gatas, para poder reparar la bomba. Cada vez que ocurría ese desperfecto, me aventuraba en ese oscuro y reducido espacio con una linterna y herramientas. Nunca disfruté esa tarea. Más allá que el hecho de la bomba descompuesta era una molestia, yo tenía una fobia a las arañas y el sótano era el lugar ideal para encontrarse con esos animalejos.

      Un día cuando la bomba se descompuso talvez por la sexta vez desde que nos mudamos, finalmente tuve una idea brillante. Decidí que sería sabio poner una bombilla eléctrica en el sótano para hacer la reparación y que fuera un poco más fácil, ya que si tenía que hacer esa reparación cada dos semanas, mejor sería tener luz para hacer el trabajo. Así que tome la linterna, apunté la luz a varios lados del sótano en busca de un lugar apropiado para colgar la bombilla eléctrica. Mientras movía la linterna, algo me llamó la atención. Era una bola de telarañas. Algo colgaba del techo, casi totalmente cubierto por las telarañas. Despacio quité las telarañas y descubrí lo que estaba escondido – ¡una bombilla eléctrica! Aparentemente mi predecesor tuvo la misma idea. Halé el cordón y todo el lugar se iluminó. Estaba turbado al darme cuenta que estaba rodeado de arañas. Cientos de ellas. Bueno, hice lo que cualquier persona sabia haría en tal situación: Apagué la luz, terminé de reparar la bomba, y salí rápidamente del sótano.

      Así como la luz iluminó el sótano de nuestra casa de montaña, descubriendo las telarañas y arañas, también así lo hacen las Escrituras, cuando se estudia fielmente, ilumina el sótano de nuestras vidas. Y muy a menudo, simplemente escogemos apagar la luz en vez de limpiar el sótano. Una de las funciones de la Biblia es sacar a la luz el pecado que hay en nuestras vidas. Al ser expuesto el pecado surge la clara necesidad de cambiar. Esdras propuso en su corazón poner en práctica


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