Leer antes. Márgara Noemí Averbach
sus libros, sobre todo los últimos tres, son una cruza entre el policial o la literatura detectivesca y la novela histórica?
Es verdad que el pasado está jugando una parte esencial en mis novelas. En la última, que todavía no está traducida al castellano, el pasado es la clave para entender todo. En parte, eso tiene que ver con el hecho de que, inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, Grecia pasó por una guerra civil. El trauma de esa guerra está muy presente en Grecia, sobre todo para las generaciones de mayor edad. Mi punto de vista es el siguiente: lo que le está pasando hoy a Grecia tiene raíces en el período posterior a la guerra civil, es decir, en la década de 1950.
En ese mismo sentido, ¿usted cree, como alguna vez dijo Sartre, que los crímenes reflejan el estado de una sociedad? Los crímenes de la serie, ¿están relacionados con crímenes que se dieron en su país? ¿Usted los relaciona con Grecia en particular?
Bueno, piense en los asesinatos que se dan en las novelas escandinavas del género; después piense en los de las novelas mediterráneas y compare. La diferencia se nota inmediatamente y esa diferencia existe porque los hechos suceden en sociedades completamente distintas.
¿Usted escribe con la intención de producir algún tipo de efecto fuera de la literatura? ¿Aceptaría la idea de que sus libros son “literatura política”?
Bueno, como dije antes, uso el género policial para hablar sobre la realidad social y política de mi país. No estoy interesado en escribir novelas de esas que se dedican solamente a responder a la pregunta “¿quién lo hizo?”
Leer sus últimos libros desde Argentina es una experiencia especial porque hay parecidos impresionantes entre la Grecia de los últimos años y la Argentina de 2001-2002. ¿Sabía usted eso? Lo que pasó en mi país, ¿lo influenció en alguna forma?
Conozco el colapso de la economía argentina en 2001 y 2002, sí. Lo conocía cuando escribí las novelas. Pero no los detalles. Y lo cierto es que una crisis económica produce los mismos efectos en todas partes. Tiene sentido que haya semejanzas entre la crisis argentina y la griega. También los hay entre la de España y la de Grecia.
Hábleme un poco de la elección de la primera persona singular como narradora en las novelas de Jaritos.
El narrador de las novelas es Jaritos, nunca el autor. Jaritos cuenta la historia en primera persona y en tiempo presente. El lector tiene la sensación de que pasa por los hechos al mismo tiempo que él, con él. Cada vez que empiezo un nuevo capítulo, me pregunto: ¿Qué va a hacer Jaritos ahora? En ningún momento durante el proceso de escritura, sé más que Jaritos sobre la historia. El resultado de esa manera de plantear las cosas es que, en mis novelas, la narración tiene un carácter más oral que escrito. Eso siempre es un problema para la traducción pero yo tuve la buena suerte de tener buenos traductores. Y la calidad esencial de esa oralidad es el presente. Jaritos habla sobre las personas y las cosas que ve y conoce mientras las ve, mientras las conoce. Lo que da es su primera impresión. Siempre. Y la lengua no es escrita sino oral.
Sus libros hablan de lo injusto del sistema de “Justicia”. En las primeras novelas de Jaritos, por ejemplo Noticias de la noche, hay una visión muy negativa de la Justicia. En las últimas, al contrario, hay alguna esperanza, por lo menos cuando se piensa en ciertas reacciones individuales (por ejemplo, los actos y decisiones de la hija de Jaritos). ¿Hay alguna razón para este cambio?
Sí, especialmente en las novelas sobre la crisis. El cambio tiene que ver con la reacción de los jóvenes. Cuando llegó la crisis, los jóvenes griegos estaban totalmente perdidos. Había por lo menos dos generaciones de griegos jóvenes que crecieron en la creencia absoluta de que “la madre Europa” solucionaría todos sus problemas. Cuando se dieron cuenta de que eso era una ilusión, la situación los devastó. La reacción más común fue abandonar el país y buscar trabajo en otros lugares del mundo. Pero después de los primeros dos años, hubo algún tipo de reacción. Actualmente hay una parte de las generaciones jóvenes que decidió quedarse y pelear. Katerina, la hija de Jaritos y su amiga, Mania, son buenos ejemplos.
¿Cuál es su opinión sobre la capacidad de un individuo para hacer alguna diferencia en una situación crítica como la que sufre Grecia hoy o la que sufrió Argentina en 2001-2?
Luchar es la única opción, pero no es una opción fácil. Depende mucho de la generación. Mi generación creció en la lucha. Perdimos muchas batallas pero seguimos peleando. Por otro lado, éramos muy políticos. Al contrario, muchos hoy en día, sobre todo los jóvenes, desprecian la política. Y ese es su punto débil porque, no importa lo que pensemos de los políticos, la política está íntimamente conectada con nuestra vida cotidiana y nuestra lucha por la supervivencia. No hay resistencia sin una opción política.
CULTURA, LITERATURA, CINE, TELEVISIÓN
Prólogo
Como se dijo en el prólogo general, las notas principales que se piden a los críticos u otros periodistas suelen tener que ver con efemérides, autores que se ponen de moda por alguna razón, escritores que visitan el país o llegan en versiones audiovisuales a la televisión o al cine (las notas sobre Patricia Highsmith, Talima Nasrim, José Saramago y Robbe Grillet que se leen en esta sección son de ese tipo). En otros momentos, es el o la crítica quien ofrece una nota sin ese tipo de anclaje en el día a día: porque le interesa el tema o porque lee una nota de otra persona en el suplemento y quiere iniciar un debate.
Esta sección del libro ofrece algunas notas principales que publiqué en los últimos años. Estas notas centrales suelen ser panorámicas, pensadas como introducción o resumen de ciertos temas u obras, excepto en el caso de los debates. Por ejemplo: la primera nota de este segmento es una introducción a mi visión de la novela estadounidense del siglo XX. La nota es una toma de posición respecto de ideas definitorias sobre la literatura y el canon literario, que en el caso de los Estados Unidos se dedica a autores blancos, anglosajones y protestantes “WASP”, generalmente hombres (no mujeres). La segunda nota, “Literatura estadounidense: lo que hay detrás de una lista de nombres”, es sobre el mismo tema pero forma parte de un debate a raíz de una nota escrita en los Estados Unidos y traducida para el suplemento. La calidad de “debate” se nota en el tono. En el artículo que leí y al que respondo, se describía la literatura contemporánea de ese país sin hacer alusión a ningún nombre no WASP y a ninguna mujer y se afirmaba que se estaba describiendo “la literatura estadounidense”. La tercera nota también discute la idea de “canon”. Soy consciente de que estoy incluyendo en esta selección no una sino tres notas sobre canon pero eso tiene sentido si se toma en cuenta que los suplementos literarios de los diarios principales no dan importancia a ese concepto, lo invisibilizan, cuando en realidad son formadores del canon. Lo cierto es que, aunque no se discuta, el canon siempre está presente en un suplemento literario: la Academia, el mercado de las editoriales y los suplementos construyen el canon, deciden de quién se habla y de quién no; a quién se vende y a quién no. Mis notas, mi insistencia, son un intento de hacer visible lo invisible, y al mismo tiempo, de mostrar lo que el poder deja fuera.
Eso fue lo que me llevó a acercar al suplemento varias notas sobre los autores amerindios de los Estados Unidos que son mi tema de investigación a nivel académico: “Todos nuestros parientes” y “Voces diferentes” son dos artículos sobre el tema. No es fácil publicar esas notas. Justamente porque tratan temas no canónicos, carecen del atractivo de lo conocido que se busca en una publicación de divulgación literaria. Lo mismo sucede con las autoras femeninas de ciencia ficción y fantasía, sobre las que escribí varias veces. En cambio, las notas sobre géneros populares o cine encuentran espacio más fácilmente porque el cine y la literatura popular resuenan en el público (las notas sobre la película de Tarantino Django y sobre la serie de televisión y de novelas Juego de tronos son de este último tipo) y se publican en momentos en que la película o la serie están en el candelero.
Las primeras dos notas de esta sección, una sobre los dos modelos de país en los Estados Unidos y la otra sobre