Rumbo: maestr@. José Miguel Pareja Salinas
que te han asignado para hacer tus prácticas como maestro, como maestra, y…
Según cómo te reciban, definiremos tres estilos de acogida que te harán actuar de maneras diferentes, obligado por las circunstancias de cada caso.
En el momento crítico en el que la institución seleccionada o asignada te va a recibir como miembro del profesorado puede ocurrir:
—Que tengas que buscarte la vida por tu cuenta porque nadie te oriente ni guíe sobre lo que tienes que hacer. Es la situación del primer escenario, que rechazamos totalmente, y a la que le dedicamos el Capítulo 1 de este libro. Queremos enseñarte a «bailar» en este tipo de teatro, queremos darte pistas para que, de manera autónoma y sin apoyo de nadie, consigas formar parte del centro que te ha tocado en suerte.
—Que el centro de prácticas asuma y aborde la acogida del alumnado que llega, pero sin coordinación con la universidad. Por un lado, en tus clases de la universidad te han pedido una serie de tareas como trabajo de Prácticas y, por otro, en la escuela te esperan para asignarte a un tutor y un grupo, y te pedirán que colabores en muchas de las cosas que han previsto. Pero no se han puesto de acuerdo. Por lo que, en este segundo contexto, que aun así consideramos imprescindible para que funcione el sistema de prácticas en la escuela, te toca gestionar tu propio aprendizaje: si te encuentras en este caso, busca recursos personales y materiales que te ayuden y orienten en ese camino. Lo desarrollaremos en el Capítulo 2.
—Que la facultad de educación haya preparado y trabajado el acceso a las prácticas. Esto es lo deseable, nuestro marco ideal, el objetivo que hay que perseguir para conseguir profesionalizar todo el proceso. Esta situación incluiría la participación activa del alumnado en la selección de su centro de prácticas, y la coordinación fluida y eficaz entre la universidad y cada colegio en el que se va a formar a los futuros maestros.
Si no queremos que las prácticas en los centros educativos sean un «trámite» que no aporte nada al alumnado; si de verdad estamos dispuestos a mejorar la formación básica del profesorado, debemos desarrollar, juntos y entre todos, las acciones necesarias con las que logremos que el proceso formativo de prácticas docentes en los centros educativos esté profesionalizado.
El modelo que proponemos de Proyecto de Acogida Completo y la Propuesta de Profesionalización de las Prácticas se pueden consultar en el Anexo.
No te esperaban...
¡BÚSCATE la VIDA!
1. Primera misión:
Mira los papeles de la Universidad
2. Segunda misión:
Investiga el Centro de prácticas.
3. Tercera misión:
Búscate cómplices e «informadores»
En más ocasiones de las que desearíamos, al preguntar al alumnado desde la universidad cómo se ha realizado la acogida en el centro de prácticas al que ha acudido, se encuentran respuestas para todos los gustos, pero las más desagradables son las de aquellos a quienes, incluso, no les han permitido acceder al centro... ¡porque no les había llegado ninguna notificación oficial de que allí tuviera que asistir alumnado de prácticas! ¡Buena entrada! ¡Buen primer día! ¡Buen primer contacto! Podríamos entender que hasta se te quitaran las ganas de seguir en esta profesión, si te sucede algo similar.
Sin tener que llegar a este extremo, es cierto que en algunos casos puede suceder que, por alguna razón, las dos instituciones que deben tutorizar tus prácticas no estén a la altura de lo que se les pide a la hora de acogerte. En ese momento tendrás una sensación profunda de soledad y de indecisión, de «solo ante el peligro».
Aun así, si realmente quieres que las prácticas sean útiles para tu formación como docente, no te queda otra que organizar un plan de trabajo que te facilite el acceso a ellas con la mayor información posible y sin perder la motivación, que es lo último que te debe ocurrir.
Siempre debes ver el lado positivo de las cosas, y te aseguro que lo tienen: estás matriculada o matriculado en la asignatura de las prácticas de tu carrera docente; tienes un grupo de referencia en la universidad donde puedes obtener toda la información posible; tienes una plaza asignada a un centro de prácticas; tienes ganas de realizar unas buenas prácticas, a pesar de los inconvenientes iniciales.
Por supuesto que no puedes obviar los obstáculos (muchos) que te has encontrado. Si el centro de prácticas o el grupo de referencia de la universidad no son adecuados, seguramente será porque, por las razones que fueren, no has obtenido lo que querías. ¿Y ahora qué hacemos? Pues aprovechar lo que tenemos.
En ningún sitio está escrito que las mejores prácticas son las que se realizan en los «mejores» centros (hablando según criterios de calidad o de riqueza material). Pero, si fuera así, se trataría de una falacia: las mejores prácticas son las que te proporcionen una visión real y objetiva de lo que es una institución educativa. Y como no todas las escuelas son maravillosas, si estás realizando tus prácticas en un centro extraordinario tendrás una visión sesgada de lo que es el sistema educativo, lo mismo que si las realizas en el otro tipo de centro. Lo ideal sería que pudieras conocer las dos realidades, pero, con el sistema de adscripción actual en España, eso es imposible.
Si te han asignado el centro de prácticas y el grupo de la facultad que solicitaste, enhorabuena: realizarás las prácticas que soñaste. Pero, si no es así, enhorabuena también: aunque te cueste más trabajo y tengas que estar continuamente por encima del proceso, vas a conocer el otro lado, «el lado oscuro». Y de las dos situaciones tienes que sacar aprendizajes, debes sacar aprendizajes. En un caso de lo que se debe hacer; y en el otro, de lo que no se debe…
Todo son oportunidades y, al final, nunca sabes en qué centro educativo acabarás trabajando.
Y todas estas reflexiones ¿para qué? Pues para que seas consciente de que cada persona tiene sus prácticas docentes, que no son ni mejores ni peores, pero de las que, sean las que sean, hay que sacar todo el provecho posible.
Te puede suceder que la sesión de acogida de la universidad no te aporte más de lo que ya sabes ni te aclare ninguna duda. O que el primer día de acceso al centro de prácticas no encuentres una acogida acorde con tus necesidades. O puedes encontrarte en esas dos situaciones.
Si no hay plan de acogida, enrédate con todos. Haz de «infiltrado». Un plan de acogida facilita tu inclusión en el centro, pero, si no hay, fabrícatelo.
En ese momento debes recurrir a tu motivación y organizar un plan básico que te aporte, aunque sea bajo mínimos, la información previa necesaria para ubicarte e integrarte en el proceso de prácticas lo más rápidamente posible.
Este plan personal constará, por tu parte, de una serie de actuaciones que no necesiten de una intervención externa; pero, en caso de tener alguna duda, cualquier profesora o profesor de la universidad o cualquier maestro o maestra con quien tengas cierta confianza te podrá echar una mano.
1. Primera misión:
Mira los papeles de la Universidad.
Consulta la normativa y la documentación sobre la asignatura.
Para eso no necesitas más que acceder a la página web de la facultad y buscar:
a. El documento de planificación docente de la asignatura (en adelante Guía docente de la asignatura). Este documento es el contrato que firmas con la facultad al matricularte y el que debes aportar en caso de realizar alguna reclamación. La facultad no puede nunca salirse de los contenidos plasmados en la Guía docente. Y en ella encontrarás las características básicas de la asignatura con la organización administrativa de las prácticas, que es importante que la conozcas.
b.